viernes, 31 de octubre de 2025

Sísifo, el héroe absurdo

 



                                                                                                            Fotomontaje de Grete Stern, 1949

Por su desobediencia, los dioses condenaron a Sísifo a empujar sin tregua una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. “Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza. Sísifo es el héroe absurdo” señala Albert Camus a propósito de este mito. “Su desprecio de los dioses, su odio a la muerte y su apasionamiento por la vida le valieron ese suplicio indecible en el que todo el ser dedica a no acabar nada [...]. El obrero actual trabaja durante todos los días de su vida en las mismas tareas y ese destino no es menos absurdo”.


Como absurda es la tarea en las oficinas. El cuarenta por ciento de la fuerza laboral son trabajadores de cuello blanco. En su mayoría, desempeñan algunos de los empleos más tediosos jamás concebidos: mover papeles inútiles de un lado a otro.

Los modernos dioses del capitalismo han perfeccionado el absurdo al crear la necesidad de que cada persona se dedique a empujar rocas sin sentido. El nuevo mito de nuestros días se llama Pleno Empleo, una contradicción en sus términos: desde las primitivas hachas de sílex a la utilización del silicio en los chips electrónicos, los avances tecnológicos significan ahorro de esfuerzo humano. Pero, como denunció el economista polaco Michał Kalecki (1899-1970) "los fundamentos de la ética capitalista exigen que usted gane su pan con el sudor de su frente... a menos que usted posea medios privados".

"Bajo un régimen de pleno empleo, el ‘despido’ dejaría de desempeñar su papel disciplinario. Se minaría la posición social del jefe o patrón y crecería la confianza en sí misma y la conciencia clasista de la clase trabajadora. [...] Es cierto que bajo un régimen de ocupación plena las ganancias serían mayores que el promedio de las mismas bajo el laissez faire. Pero los líderes del mundo de los negocios aprecian más la ‘disciplina de las fábricas’ y la ‘estabilidad política’ que las ganancias mismas. Su instinto de clase les advierte de que el desempleo es parte integrante del sistema capitalista normal", concluye Kalecki.

Así, las nuevas tecnologías no han sido utilizadas para distribuir mejor el tiempo de trabajo, sino para favorecer una gigantesca concentración de capital privado. El neoliberalismo ha creado el imaginario de una sociedad supeditada funcionalmente a las necesidades del mercado. Esa irracionalidad exige que todo el mundo acepte que el progreso económico exige mercados de trabajo "desregulados", aceptando asimismo que existirán grupos sociales vencedores y grupos sociales perdedores. Se utiliza el despido como medio disciplinario, mas no se debería olvidar que, en buena lógica, los perdedores en el campo laboral podrían revolverse y utilizar la fuerza para recuperar posiciones por otras vías. Al fin y al cabo, "la guerra es la continuación de la política por otros medios" (von Clausewitz).





martes, 30 de septiembre de 2025

Pensiones: el que al cielo escupe, en la cara le cae

 



El sistema público de pensiones español goza de buena salud, mal que pese a los conglomerados financieros que llevan décadas vaticinando su quiebra con el objetivo de privatizarlo y convertirlo en un sector más de negocio. Al no ver cumplidas sus lúgubres profecías, ahora recurren a una nueva estratagema: enfrentar a la generación de trabajadores jóvenes con los pensionistas, aludiendo al desequilibrio entre los ingresos de unos y otros. Pero la culpa de los bajos salarios no hay que buscarla en las pensiones, sino en la cicatería del sector privado empresarial. Tirando piedras contra su propio tejado los jóvenes no solucionarán la precariedad salarial, pues la universalidad del sistema es una garantía de protección a futuro también para ellos. Atiendan al proverbio: el que al cielo escupe, en la cara le cae. 

De entrada, es preciso reconocer las enormes dificultades a las que hoy se enfrentan la mayoría de los jóvenes de este país para salir de la doble trampa creada por los bajos salarios y la carestía de la vivienda. La combinación de ambos factores plantea una nefasta paradoja: el sector de población que se encuentra en la plenitud de sus energías vitales se ve socioeconómicamente impedido para desarrollar un proyecto de vida que amplíe su horizonte de libertad. Hablamos de libertad real, no de esa libertad de vía estrecha, charanga y pandereta que ofrece el programa del Partido Populista que consiste en sentarse en una terraza a ahogar sus penas en cañitas de cerveza.

Con tales perspectivas, es comprensible el estado anímico de desesperanza, cuando no de abierta desesperación, provocado por la hegemonía de la ideología neoliberal que impregna la atmósfera política actual. Una ideología que se transmite a través de mantras que intentan confundir a la opinión pública para que rechace toda política orientada a la igualdad de oportunidades y a la convivencia dentro del marco de las garantías proporcionadas por los servicios públicos e instituciones del Estado del Bienestar.

La historia de la protección social es la historia de los diversos intentos que, a partir del pensamiento de los mejores pensadores humanistas e ilustrados, tratan de corregir los efectos más devastadores que las oligarquías causan en el conjunto de la sociedad. La apropiación del suelo y de las fuentes de recursos naturales ha privado a la mayoría de los seres humanos de su derecho natural a obtener el sustento vital tomando directamente los recursos que brinda la Naturaleza. O teniendo el control sobre la transformación de los mismos mediante el trabajo.

Antiguamente, los campesinos y los obreros cuando caían enfermos, accidentados o llegaban a una edad que les impedía trabajar, pasaban a depender de lo que hubieran sido capaces de ahorrar en toda su vida, o quedaban a merced del apoyo que pudieran prestarles sus hijos. Con la destrucción de las estructuras familiares clásicas por la civilización industrial, la protección de los ancianos en los países democráticos ha sido asumida por el pacto social del que deriva el Estado del Bienestar.

Uno de los grandes pilares de ese Estado del Bienestar es el sistema público de la Seguridad Social, a través del cual la población puede contar con unos ingresos vitalicios que permitan la subsistencia durante la vejez. Garantizar, mediante pensiones públicas de jubilación, una vida digna al llegar a la edad en que decae el vigor biológico de las personas, es uno de los grandes logros que dan sentido a la moderna existencia humana.

A través de sus respectivos altavoces mediáticos, los grandes conglomerados financieros llevan décadas anunciando la quiebra del sistema público de pensiones. Y la razón no es otra que conseguir su privatización para convertirlo en un sector más de negocio. Por desgracia para ellos, ni sus lúgubres profecías se han cumplido ni tampoco su propuesta ha calado en una opinión pública que constituye el mejor testigo de la realidad: hay un importante contingente de personas jubiladas y el sistema goza de buena salud. Por ello, para conseguir sus oscuros propósitos, están recurriendo a una nueva estratagema: enfrentar a los trabajadores jóvenes con los pensionistas, aludiendo a una supuesta injusticia entre sus respectivos ingresos.

Foto: Warren en Unsplash

Hay que hacer frente a esa intoxicación poniendo las cosas en su sitio. Pues sorprende que una gran parte de miembros de la generación mejor preparada, a la que se supone la facultad para distinguir el agua del aceite contenidos en un vaso, no sea capaz de discernir entre las dos fuentes principales de las que provienen los ingresos de la mayoría de la población. Así que, para disipar los miedos del creciente sector de jóvenes que han empezado a creerse estas mentiras, la mejor recomendación que podemos hacerles es que intenten apartar durante unos minutos la vista de las pantallas de los teléfonos móviles y, como aconseja el  lema de la Ilustración: sapere aude. Atrévete a saber. 

Atreverse, en primer lugar, a saber cuáles son las dos fuentes de las que provienen, respectivamente, los salarios y las pensiones de jubilación. La fuente de los salarios son los empleadores, es decir, los empresarios. Mientras que la fuente de las pensiones es el Estado a través del sistema de Seguridad Social. Esto es de Perogrullo, pero para tenerlo claro hay que leer los datos con los ojos propios, rechazando las venenosas milongas transmitidas a través de las redes sociales por una plaga de influencers indocumentados.

Atreverse, también, a saber que no todos los pensionistas perciben esas supuestas pagas opulentas. Uno de cada dos pensionistas cobra menos de 1.000 euros al mes y el 57% no alcanza el salario mínimo. Más de 4,6 millones de personas reciben pensiones por debajo de 1.000 euros mensuales, según los últimos datos oficiales de la Seguridad Social.

Los principales estados europeos han asumido constitucionalmente la responsabilidad de pagar las pensiones de jubilación. Que se inscriben en el repertorio de derechos civiles que configura el Estado del Bienestar. Derechos que, a su vez, son resultado del pacto político que, en lo tocante a pensiones, se inspira en ese otro pacto tácito intergeneracional que forma parte de la esencia de nuestras sociedades: 

"Yo pago tu desarrollo y tu educación y tú pagas mi sostenimiento en la vejez", dicen los padres a los hijos. A través del modelo de reparto, la generación que trabaja sostiene con sus cotizaciones las pensiones devengadas por la generación que se jubila, que a su vez pagó las de los anteriores pensionistas.

Los actuales jubilados somos precisamente los que, en tanto que generación –ya que no todos los individuos se implicaron de forma activa–, luchamos sindical y políticamente en dos frentes: uno, orientado a obtener salarios más o menos decentes; otro, procurando fortalecer el sistema de pensiones de la Seguridad Social. Y por supuesto, luchando para traer a este país una democracia que hiciera posible garantizar, entre otros, los mencionados derechos.

De manera que la actual generación de jóvenes trabajadores no debe caer en el ardid tendido por las grandes oligarquías interesadas en el derribo del sistema público de pensiones. Bastante tarea tiene la juventud con romper las cadenas de la doble trampa compuesta por la carestía de vivienda + salarios de mierda. No será enfrentándose con sus mayores como conseguirán salir de ese cepo en el que están atrapados, sino, por el contrario, plantando cara a esa cicatera fuente de la que mana el débil hilo que alimenta sus salarios. Hace décadas que en España los trabajadores no declaran una huelga general en defensa de sus derechos.

Y no olviden algo fundamental: gracias a las luchas de los trabajadores del ayer existe un sistema público de pensiones con carácter universal. Esa universalidad proyecta su accion protectora sobre el futuro de los jóvenes trabajadores. Si ellos, desde la perspectiva de "pensionistas embrionarios", se esfuerzan hoy en mantener el sistema, el día de mañana también podrán cobrar sus correspondientes pagas de jubilación. Sin embargo, si caen en la trampa de cuestionar a los pensionistas, no sólo estarán colaborando con las oligarquías enemigas de los sistemas de protección social. Estarán, además, tirando piedras contra su propio tejado.

Pues, como dice el proverbio: El que al cielo escupe, en la cara le cae.



Tanto los salarios como las pensiones hay que pelearlos. 



viernes, 18 de julio de 2025

Elecciones anticipadas: no, gracias

 


Los años que lleva el Partido Popular alejado de la Moncloa tienen soliviantado a su núcleo duro, corroído por la frustración de no ser ellos mismos los actores del saqueo de la cosa pública que tradicionalmente caracteriza la acción política de los herederos de la dictadura franquista. Ignorando la viga en el propio, la derecha profunda ha visto en el episodio de corrupción en el seno del PSOE la paja en el ojo ajeno como la oportunidad perfecta para derribar a esa especie de encarnación del Maligno llamada Pedro Sánchez. Pero Sánchez resiste no tanto por sus innegables méritos personales, sino porque sus socios, directos o indirectos, de investidura han visto el desastre social que podría acarrear la llegada al poder del tándem Abascal/Feijóo. Ambos acaban de retratarse en los tremendos sucesos de Torre Pacheco.

 

El afloramiento por parte de la UCO de grabaciones que sugieren la presunta corrupción de dos importantes cargos de la dirección del PSOE directamente vinculados a Pedro Sánchez, secretario general de la formación y presidente del Gobierno de coalición progresista ha supuesto una convulsión del ya de por sí agitado escenario político. José Luis Ábalos, ex ministro de Transportes, Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, junto con el manijero de ambos, Koldo García, son los nombres implicados en el escándalo.

Por cierto, un personaje curioso este Koldo, un fortachón que entre otros oficios ha sido portero de discoteca, confidente de la Guardia Civil, condecorado por este cuerpo, que una vez en política ha realizado grabaciones a todo trapo incluido él mismo cometiendo un delito. Grabaciones que guarda en su vivienda a la vista de todo el mundo, de manera que cuando entran los guardias a registrar su casa pueden servirse la misma como en un bufé libre de desayuno. Todo muy normal.

Tras la revelación del escándalo, Sánchez pidió disculpas en el Congreso donde, con muchas reservas, pero conscientes de que la alternativa que ofrece la derecha es mucho peor, el resto de partidos que apoyan al Gobierno las aceptaron sin exigirle someterse a una moción de confianza. Aunque se la otorgaron de manera tácita para cumplir su propósito de agotar la legislatura, a condición de acelerar la adopción de medidas de corte claramente progresista.

Desde luego, la alternativa que ofrece la derecha montaraz liderada por el PP de Alberto Núñez Feijóo es, franca y franquistamente, aterradora. Máxime cuando tanto la aritmética como la evidencia de sus pactos en los gobiernos autonómicos apunta que, en caso de llegar a la Moncloa, Feijóo gobernaría en estrecha coalición con Vox, el partido que representa a la franja del electorado que comulga con la más deleznable ideología política del momento. Esto es, la ideología del odio al diferente, al feminismo, al inmigrante, al vulnerable, en el más genuino estilo del fascismo puro y duro, que nos acaba de enseñar su hoja de ruta en la indignante operación de caza del inmigrante en Torre Pacheco.

Los años que llevan los populares alejados de la Moncloa han soliviantado a su núcleo duro hasta lo más hondo de su alma, corroída por la frustración de no ser ellos mismos los actores del mangoneo de la cosa pública que tradicionalmente caracteriza la acción política de los herederos de la dictadura franquista. 

“Montoro y su equipo encarnan a la perfección eso que Joseph Stiglitz ha bautizado como el “capitalismo granuja”: todo vale para hacer negocio, especialmente hacer la ley y las trampas. Pero también revelan una manera de entender el poder, rastreable en el caso Gürtel, el caso Kitchen o la “policía patriótica”. Esto es suyo, lo público y el Estado les pertenecen y España entera debería darles las gracias por dejarnos disfrutarlo. Pueden disponer de lo común cuando quieran y para lo que quieran. Pueden venderlo, revenderlo, alquilarlo, cederlo, subcontratarlo o usarlo contra quien no le parezca bien o se resista. Es su derecho” 

Y esa frustración se traduce en la rabia y ánimo revanchista expresado sin el menor disimulo por José María Aznar sí, ese mismo que nos mintió a la cara a todos los españoles asegurando haber visto la existencia de armas químicas en Irak; sí, ese mismo que utilizó el patrimonio público del Escorial como escenario del bodorrio por todo lo alto de su hija. Espectáculo al que asistieron decenas de figurones que, después, serían investigados y enviados a prisión, desde Rodrigo Rato, Jaume Matas a los compinches de la Gürtel— sí, ese Aznar que aparece de nuevo en escena lanzando la consigna de "el que pueda hacer, que haga".

Consigna recogida desde las sedes de la iglesia católica, cuyos desvergonzados obispos no han dudado en meterse donde no deben pidiendo adelanto de elecciones, hasta el rancio y elitista poder judicial al que hay que echar de comer aparte a la vista de los excesos que se permiten sus señorías, como realizar una huelga extravagante –sin descuento de haberes— o protestar ante las sedes de los juzgados ataviados con los negros y puñeteros ropones del oficio.

Donde se aprecia con nitidez la acción política encubierta del núcleo duro del estamento judicial es a través del contraste entre esos autos que archivan las causas que afectan al PP mientras admiten y prolongan la instrucción de los casos que afectan a las formaciones de izquierda. Aunque estén basados en indicios inconsistentes, como demuestra la delirante instrucción sobre la esposa del presidente que, desde hace 16 meses, lleva a cabo ese juez que comparte apellido con el afamado brandi manchego con la complacencia de las instancias superiores, que le dejan hacer para que cada uno de sus torpes pasos sea noticiable, aunque finalmente tengan que corregirlos.

Por supuesto que todo el gran aparato de ruido y furia desatado por los sectores más retrógrados del país y en concreto la enfermiza obsesión de derribar a Pedro Sánchez no justificaría su continuidad al frente del Gobierno si, una vez “perdonado” por sus socios de investidura no toma las riendas para desplegar una ambiciosa batería de medidas de corte social y progresista. Porque una de las grandes razones para mantener este Gobierno es la del utilitarismo aplicado a la política.

El utilitarismo es una filosofía moral construida a fines del siglo XVIII por Jeremy Bentham, que establece que la mejor acción es la que produce la mayor felicidad y bienestar para el mayor número de individuos involucrados y maximiza la utilidad. Siguiendo la estela de Bentham, John Stuart Mill, en su libro El utilitarismo; Un sistema de la lógica sostiene que la acción más ética es aquella que produce la mayor cantidad de felicidad para el mayor número de personas.

Dado que el concepto de felicidad tiene muchos abordajes, a efectos de gobierno dejémoslo en crear las condiciones de igualdad y bienestar social eliminando las trabas que impiden a cada persona su particular búsqueda de la felicidad. En este sentido, la principal traba a eliminar es la desigualdad material que impide a todas y cada una de las personas perseguir sus objetivos vitales.

Desde esa perspectiva utilitarista no sólo no se puede negar, sino que la realidad de los hechos obliga a reconocer que, desde que Pedro Sánchez llegó al poder, las condiciones materiales de una mayoría de la población han experimentado una considerable mejoría.

Comenzando por los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) que protegieron a casi 3.4 millones de trabajadores, durante la pandemia de COVID-19. Esta medida fue crucial para evitar despidos masivos y mantener la estabilidad laboral en un contexto de crisis económica.

Siguiendo por la revalorización del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) desde los 700 euros mensuales en que lo había dejado M "punto" Rajoy hasta los 1.184 euros en 14 pagas. Alrededor de 2.4 millones de trabajadores se benefician directamente de la subida del SMI. De los cuales, el 65.8% son mujeres, y el 26.8% son jóvenes entre 16 y 24 años.

Y por supuesto, el gran capítulo a destacar entre las medidas sociales adoptadas por el Gobierno de Sánchez es el de las pensiones de jubilación que afectan a 9,34 millones de pensionistas. Pensiones que han sido revalorizadas conforme al incremento del coste de la vida. No obstante, en este capítulo hay un margen de mejora de las pensiones mínimas sobre el que el Gobierno debería actuar de inmediato. En efecto, un porcentaje significativo de pensionistas recibe una pensión inferior al SMI. Datos oficiales de la Seguridad Social muestran que más de 4.6 millones de personas en España reciben pensiones mensuales inferiores a 1000 euros, y el 57% no alcanza umbral del SMI.

Por cierto, ¿recuerdan ustedes qué partidos políticos votaron en contra de la subida del SMI y de las pensiones? Cuando se trata de medidas sociales, el oráculo de la derecha invierte la consigna: "los que puedan hacer (el bien), que no hagan"

De cara a la segunda mitad de la legislatura, el Gobierno de Sánchez debería abordar de manera decidida esa otra gran asignatura pendiente de la política española, que los sucesivos gobiernos, con independencia de su color, se han ido traspasando unos a otros: el problema de la vivienda.

Un problema que en España se manifiesta como una crisis compleja con múltiples factores, incluyendo la escasez de oferta, precios elevados, falta de vivienda asequible y especulación inmobiliaria. Estos factores, exacerbados por el aumento de la población y la dificultad para acceder a financiamiento, generan exclusión residencial y dificultades para una parte significativa de la población. Especialmente el sector más joven de la misma. En este sentido, se impone adoptar mecanismos de alquiler indefinido de viviendas, como los que existen en otros países europeos como Austria.

Hay medidas de corte político no estrictamente presupuestario con las que Sánchez debería poner un broche de oro a su gestión: de entrada, derogar de una vez las sanciones policiales de la denominada ley mordaza; y de salida, denunciar el concordato con la Santa Sede. Los fieles de la religión católica tienen perfecto derecho a ver respetada su creencia, un derecho inseparable de la obligación de pagar de su bolsillo su respetable preferencia espiritual.


sábado, 28 de junio de 2025

"Basta ya" ante el "castigo colectivo" impuesto por Israel en Gaza





Un grupo de ONG y comités de agencias de la ONU en España han vuelto a clamar "basta ya" ante el "insoportable sufrimiento" bajo el que vive sometida la población de la Franja de Gaza, víctima de un "castigo colectivo" frente al que entienden que deberían tomar medidas los gobiernos de todo el mundo, entre ellos el español.

Tras casi 80 días de asedio, las autoridades israelíes han permitido que un número reducido de agencias y organizaciones reanuden la entrega de ayuda limitada.

Entre el 19 de mayo y el 10 de junio, solo 6.000 toneladas de ayuda han entrado en Gaza por esta vía. Esto equivale al sustento de menos de 300.000 personas durante un mes con requisitos mínimos diarios de alimentos. Se trata, por tanto, de una pequeña fracción de lo que se necesita para una población de 2,1 millones de personas hambrientas y desesperadas.

Además, las demoras en las aprobaciones de movimiento, las rutas cambiantes e inseguras, las intensas operaciones militares y el colapso del orden público y la seguridad siguen restringiendo severamente las operaciones para recoger esta ayuda en el cruce de Kerem Shalom y ponen al personal humanitario, los conductores y los camiones en riesgo significativo.

Se siguen reportando tiroteos contra personas que intentan acceder a los suministros de alimentos en los puntos de distribución militarizados impuestos por Israel. Al menos 224 personas han sido asesinadas y 1.858 han resultado heridas.

Este humillante sistema obliga a miles de personas a caminar largas distancias para intentar recoger algo de ayuda y excluye a las más vulnerables y a quienes viven demasiado lejos.

A pesar de la falta de ayuda y los desafíos existentes, UNRWA continúa brindando servicios a las comunidades desbordadas por 20 meses de bombardeos, desplazamiento forzado y falta de recursos esenciales.

Alrededor de 12.000 trabajadores y trabajadoras de UNRWA en Gaza siguen prestando servicios y asistencia a toda una población necesitada, a la vez que lideran la respuesta humanitaria colectiva

Fuente. UNRWA Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo.

Ahora se sabe que el ejército del Estado judío ordena directamente a sus tropas disparar de manera deliberada a gazatíes desarmados que no suponen ninguna amenaza cuando se agolpan en esos caóticos centros de reparto que han acabado convertidos en un "campo de exterminio", según ha publicado este viernes el diario israelí Haaretz.

Los disparos se producen, especialmente, en los momentos previos a la apertura y cuando ya han cerrado las instalaciones, algo que desconocen los propios palestinos, según un oficial israelí. Según las cifras aportadas por el Gobierno de Hamás en la Franja, en solo un mes desde su puesta en marcha, 549 personas han fallecido y 4.066 han resultado heridas por ataques israelíes cuando iban a buscar comida.

Relata un soldado israelí: "Donde yo estaba destinado, entre una y cinco personas morían cada día. Los tratan como una fuerza hostil: sin medidas de control de multitudes, sin gases lacrimógenos, solo fuego real con todo lo imaginable: ametralladoras pesadas, lanzagranadas, morteros. Luego, una vez que se abre el centro, los disparos cesan y saben que pueden acercarse. Nuestra forma de comunicación son los disparos”, relata otra de las fuentes militares. “Abrimos fuego temprano por la mañana si alguien intenta ponerse en fila a unos cientos de metros de distancia, y a veces simplemente cargamos contra ellos a corta distancia. Pero no hay peligro para las fuerzas”,

viernes, 30 de mayo de 2025

El obsceno negocio privado del Partido Popular con la sanidad pública madrileña

 

George Grosz: Drinnen und Draußen, (Dentro y Fuera) 1925


Bajo el lema 'Salvemos nuestra Sanidad Pública', miles de personas volvieron a salir a las calles de la capital, el 25 de mayo, para denunciar la "situación insostenible" de los servicios de sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid gestionados por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, a la que acusan de convertir la sanidad pública "en un negocio privado". El indignante deterioro en la atención sanitaria de la población contrasta con la obscenidad comisionista desplegada por el entorno familiar de la presidenta. 

Al término de la manifestación, un manifiesto leído por la periodista Olga Rodríguez denuncia "el abandono deliberado de la Sanidad Pública madrileña por parte de la Comunidad de Madrid". "Una sanidad que nos pertenece a todas y a todos, pero que el Gobierno del Partido Popular está desmantelando para convertirla en un negocio privado".


El escribidor de este cuaderno lleva años participando en estas protestas frente al desmantelamiento de la Sanidad Pública madrileña. Lamentablemente, en esta ocasión, no pude ejercer este derecho ciudadano por un motivo de fuerza mayor: desde hace seis meses padezco una afección cervical severa que me impide llevar una vida normal al interferir en una serie de movimientos, entre ellos el de caminar. Una frustrante incapacidad para una persona con las características indicadas en el perfil del blog. 

A la frustración derivada de la sintomatología que me afecta, se añade la incertidumbre en el diagnóstico del mismo pues soy una de esas de 1.070.000 personas en lista de espera para ser atendidas en los correspondientes servicios médicos. En mi caso, en Traumatología y Neurología, donde espero desde hace meses el oportuno diagnóstico que sitúe el origen del problema y su posible solución. Al pie de este texto, ofrezco mayor detalle.

Explica Isabel García: "Este colapso sanitario no es nuevo. Lleva más de dos décadas agravándose debido a una política sistemática de recortes y desmantelamiento de la sanidad pública madrileña. La iniciaron los gobiernos del Partido Popular, bajo el mandato de Esperanza Aguirre, con un modelo que favorece la privatización y el negocio de empresas cercanas. El paciente no importa. Somos víctimas de un sistema que ya no garantiza lo más básico: ser atendido cuando uno lo necesita".

En efecto, con Aguirre comenzó la nefasta política sanitaria del Partido Popular, cuyos impulsores actúan como auténticos vampiros dispuestos a desangrar el patrimonio público hospitalario, que desmantelan en beneficio de grupos de interés privado. Al cabo de un par de décadas instalados en el poder, la trama extractiva del PP ya ni siquiera se molesta en aparentar que son gestores que ponen en práctica la doctrina del neoliberalismo. Tras la aparición en escena como presidenta de la Comunidad de Madrid, de Isabel Díaz Ayuso (IDA), persona sin la menor experiencia previa en gestión, pero absolutamente falta de escrúpulos políticos y morales aunque bien asesorada por un experto de comunicación, el saqueo se realiza a ojos vistas. 

Con tanto descaro que fue el propio hermano de IDA uno de los que se llevó comisiones por el suministro de material sanitario en plena pandemia del Covid19. Cuando Pablo Casado, antepenúltimo líder nacional del PP, quizá más por rivalidad que por ética, se atrevió a denunciar este choriceo en una emisora de radio, firmó su sentencia de muerte política.

Sin embargo, no podemos ni debemos olvidar la drámática dimensión de la muerte real de los 7.291 ancianos que contrajeron el virus en las residencias de la tercera edad y fallecieron en ellas en condiciones terribles al negárseles la asistencia hospitalaria conforme a los denominados protocolos de la vergüenza dictados por el Gobierno presidido por Díaz Ayuso. Cuya conclusión del asunto forma ya parte de la Enciclopedia General de la Infamia: "Total, se iban a morir igual". 

En el curso de la reciente protesta de la marea blanca, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea madrileña, Manuela Bergerot, también ha cargado contra este modelo sanitario que favorece intereses privados "a cambio de favores inconfesables [...] El dinero que debería estar yendo a reforzar la Atención Primaria, que es el derecho a la salud de los madrileños y las madrileñas, se está yendo a engordar las cuentas del Grupo Quirón y, sobre todo, no sabemos a cambio de qué beneficio de la señora Ayuso y de ese triángulo amoroso entre su novio, Quirón y ella". 

El indignante deterioro de la atención sanitaria que sufrimos más de 1.070.000 pacientes de la Sanidad Pública madrileña adquiere tintes de obscenidad cuando sabemos que IDA, su máxima responsable, IDA, convive en pareja en el lujoso dúplex de Alberto González Amador, otro notorio comisionista y defraudador fiscal confeso. En efecto, cobró  comisiones millonarias (2.000.000 euros) por sus contratos de mascarillas y material sanitario con proveedores de la administración. Pretendiendo, además, ahorrarse 350.951 euros –es lo que le reclama Hacienda– presentando facturas falsas de empresas fantasmas. 

Desde que se evidenció este delito, Isabel y su amante, Alberto G. Amador, creyéndose impunes, han venido riéndose de la opinión pública, a la que han intentado intoxicar con versiones falsas del litigio. Llegando a afirmar que era Hacienda la que debía dinero a Alberto 'Quirón', alias con el que le distinguía Miguel Ángel Rodríguez, jefe del gabinete de la Presidencia y principal muñidor de la campaña de intoxicación. 

A la larga, la impunidad encuentra sus límites como sentencia el refrán: No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague. Ahora, y tras largas dilaciones, tanto las 7.291 muertes de mayores en las residencias como el delito de Alberto G. Amador van a ser vistos por los tribunales de justicia. Solo falta que la mayoría de la población madrileña, que llevó a IDA a la presidencia de la comunidad, sea consciente de que, tarde o temprano, cualquiera de nosotros es susceptible de necesitar una adecuada atención médica. Y votar al Partido Popular y su tenebrosa banda de vampiros no es la mejor garantía de obtenerla. 



UN CASO PRÁCTICO, por sufrirlo en carne propia, que ilustra la situación de un miembro del colectivo de pacientes en lista de espera de consulta con especialista en la Sanidad Pública de la Comunidad de Madrid. Un colectivo que supera de largo el millón de personas.

15/10/24 Consulta Neurología. Secuelas de neuropatía compresiva a raíz de un internamiento de 10 días en UCI por neumonía bilateral Solicitan electromiografía

13/01/25 Consulta Traumatología: Solicita radiografía de cervicales

17/01/25 Hosp. de la Princesa. Neurología. Electromiografía

19/02/25 Consulta Traumatología: Solicita resonancia magnética (RM)

27/03/25 Hospital Pío XII. Resonancia magnética

16//04/25 Consulta Traumatología. No ha recibido el informe de RM

03/06/25    65 días después de realizada la RM no he recibido cita en Traumatología para conocer el informe de la resonancia magnética. En Atención al Paciente confirman que el informe está realizado. Acudo al servicio de Citaciones, que ofrece como fecha disponible más inmediata el 19/09/25. En definitiva, me encuentro sin diagnóstico de una afección de columna invalidante.

La RM, por derivación, fue realizada en el Hospital Pío XII, centro de diagnóstico por imagen de gestión privada perteneciente al Grupo Vivo, del cual es consejero Rafael Catalá Polo, ex ministro de Fomento y de Justicia, sucesivamente, en el Gobierno del Partido Popular presidido por M. Rajoy.

Catalá Polo fue reprobado por el Congreso de los Diputados 16 de mayo de 2017 como consecuencia de las maniobras producidas en el seno del ministerio fiscal dirigidas a obstaculizar determinadas causas judiciales contra la corrupción y de las propias actuaciones del ministro en relación con estas causas.​ Esto le convierte en el primer ministro de la democracia reprobado por el pleno del Congreso.

En manos de delincuentes confesos y réprobos se halla la gestión de la Sanidad pública de la región presidida por una fruta.





domingo, 27 de abril de 2025

Que venga Dios y lo vea. Y nosotros a Él

 

Al argentino Jorge Mario Bergoglio, de profesión Papa de la Iglesia Católica, le acaba de llegar el turno de pasar a la que su credo predica como mejor vida. Unas circunstancias, muerte y sucesión en la cúspide vaticana, ante las cuales se armó la de Dios es Cristo en materia de espectáculo.

Esto es un sinvivir. Nunca mejor dicho ante unos noticieros llenos de obituarios. Todavía estábamos leyendo los referidos al fallecimiento del peruano Mario Vargas Llosa, cuyo magistral talento para la literatura es tan innegable como controvertidas sus opiniones y actitudes políticas, cuando a otro latino americano, el argentino Jorge Mario Bergoglio, de profesión Papa de la Iglesia Católica con el nombre de Francisco I, le acaba de tocar el turno de pasar a la que su credo predica como mejor vida. Hecho ante el cual, se arma la de Dios es Cristo, informativamente hablando.

Vamos a ver, que yo comprendo que, dado el considerable arraigo que todavía conserva la religión católica en los países del Norte global y Latinoamérica, amén de algunos núcleos en otros continentes, la muerte –y posterior elección del máximo dirigente de su organización eclesial es un acontecimiento de primer orden y justifica una especial atención informativa.

Un interés al que no es ajeno el innegable atractivo estético de la liturgia que envuelve el entierro del Papa muerto y la posterior elección del nuevo Pontífice ("constructor de puentes", en su etimología latina). Según cuentan, unas 400.000 personas, entre quienes acudieron a la plaza de San Pedro (250.000) y al cortejo fúnebre por la ciudad (150.000), presenciaron en directo el espectáculo.

En la explanada exterior de la basílica vaticana había delegaciones de 146 países, con 10 monarcas, 50 jefes de Estado y de Gobierno, incluyendo a Javier Milei, presidente de Argentina, que en vida de su compatriota se permitió insultarlo de la forma más grosera. Este monumental ritual contó con casi 5.000 clérigos celebrantes y 220 cardenales situados a un lado del altar, que componían un cuadrante rojo frente al oscuro de los trajes de luto de las personalidades.

Reconozco también que, frente a la habitual carcundia que impregna los discursos del Vaticano, Francisco habló con una voz novedosa en cuestiones fundamentales como la inmigración o la crisis climática, a la que dedicó parte de su encíclica Laudate si. Lo cual representa, al menos de forma simbólica, cierta actitud de resistencia frente a la actual corriente ultraconservadora que se extiende por el mundo.

Pero reconocerán conmigo que tanta presencia informativa resulta algo cansina, sobre todo para el personal egregio, es decir, para aquellos que no formamos parte de la grey, o sea, el rebaño tradicionalmente pastoreado desde la sede pontificia. Con independencia de los méritos personales de Bergoglio, lo que se está desarrollando es la sustitución del representante de Dios en la Tierra.

Un cambio en la cúspide de la sede pontificia que suscita un punto de perplejidad. Pues, siendo la omnipotencia uno de los atributos de Dios ¿cómo es que no tiene capacidad propia para elegir a su representante terrenal? ¿Dónde quedó la épica de ese Dios bíblico apareciéndose a Abraham entre unas zarzas ardiendo? O entregando personalmente a Moisés los Diez Mandamientos desde la cumbre de la montaña del Sinaí. Para salir del paso, los cardenales dicen que su decisión colegiada viene inspirada por el Espíritu Santo, una explicación tan pueril como crudas son las batallas reales, con juego sucio incluido, que se libran en el interior del Cónclave.  

¿Y si Dios no existiera?

Esta es una de las grandes cuestiones filosóficas que preocupan a las personas no creyentes en la idea de Dios, entre las que, en primer lugar, se cuentan los ateos y los agnósticos. Y desde luego, tal posibilidad resultaría un fastidio para el Vaticano. Porque, desde un punto de vista meramente práctico, si Dios no existiera todo este gran espectáculo sucesorio vaticano habria perdido su razón de ser. 

El término ateo proviene del latín athus y éste del griego átheos y significa "sin dios o sin dioses". La palabra fue empleada de forma peyorativa hasta el siglo XVII, cuando la Ilustración empezó a apostar por el conocimiento humano y el modo crítico para plantearse todas las grandes preguntas de la vida.

Por su parte, el agnosticismo, tal como lo define el diccionario de la Real Academia Española (RAE), es una "actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende de la experiencia". El agnóstico no afirma la existencia e inexistencia de Dios (o dioses), no tiene certezas para creer, pero al mismo tiempo considera que se trata de una cuestión que la capacidad humana no puede resolver, esto es, inherentemente incognoscible. Algunos opinamos que el agnosticismo es una cómoda vía de escape, una actitud un tanto moñas, para no comprometerse con el fondo de la cuestión.

Por contra, el ateísmo precisa de una voluntad militante volcada en la ardua tarea de desmentir cada uno de los argumentos que la doctrina de la iglesia ha creado para sostener la idea de un Dios que, salvo personajes que pertenecen al reino de lo fantástico, como Abraham o Moisés, nadie ha visto jamás. Richard Dawkins, divulgador del evolucionismo, ateo militante y polemista resume así la cuestión: "Nadie puede demostrar que no existe Dios. Sólo que no hay una sola evidencia de ello. Pero la carga de la prueba debe recaer en aquéllos que creen en algo que tiene las mismas probabilidades de existir que un hada o un unicornio".


Aunque menos conocida, hay una tercera posición filosófica relacionada con la existencia de dioses o deidades. Es el apateísmo (apátheia + theós + "ismo") que se caracteriza por la indiferencia o apatía hacia la existencia o no existencia de dioses. Ya Epicuro, sin negar la existencia de dioses, venía a decir que estas deidades solían estar demasiado ocupadas en sus propias intrigas como para preocuparse por los seres humanos. Por lo tanto, una de las formas de alcanzar la ataraxia, o tranquilidad de ánimo, consistía en olvidarse de los dioses.

Por su parte, el estoicismo acuña un término: apatheia (ἀπάθεια) que significa el estado mental alcanzado cuando una persona está libre de alteraciones emocionales. Se traduce mejor con la voz ecuanimidad que con la palabra indiferencia, ya que esta última puede generar confusiones con la pereza.

Será en el siglo XVII, cuando la Ilustración, con su lema sapere aude (atrévete a saber) empezó a apostar por el conocimiento humano y el modo crítico para plantearse todas las grandes preguntas de la vida, el momento a partir del cual los dogmas religiosos van a ser puestos en tela de juicio. En este sentido, cabe destacar la figura de Denis Diderot (1713-1784), quien junto a Jean-Baptiste le Rond d'Alembert alentó, supervisó la redacción, editó y compiló una de las obras culturales más importantes de la centuria: La Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers (La Enciclopedia, o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios), obra magna compuesta por 72.000 artículos, de los cuales unos 6.000 fueron aportados por el propio Diderot.

Diderot dejó escrita una lapidaria definición del apateísmo en su Carta sobre los ciegos: "Es muy importante no confundir el perejil con la cicuta, pero creer o no creer en Dios carece de importancia". 

Reconozco que, de no haber sido porque mi maltrecha salud me aconsejara ayer aprovechar el día para salir al campo y dejar que el viento y el sol sanasen mi cuerpo y mi espíritu, no me hubiera perdido la retransmisión televisada del gran espectáculo vaticano. Que a un servidor estas movidas teatrales también le gustan. Pero, dadas mis circunstancias, la razón me aconsejó estar más atento a distinguir el perejil de la cicuta. No vayamos a fastidiarla











martes, 18 de marzo de 2025

Vendrán más años malos y nos harán más ciegos

De parabel der blinden  La parábola de los ciegos. Pieter Brueghel el Viejo (1568) 


En otro tiempo yo creía que «entender» quería decir bastante más de lo que a mí me pasaba cuando en verdad estaba entendiendo igual que los demás, y como eso no me bastaba para satisfacer lo que yo pensaba que sería «entender», creía que yo no había entendido y que los que decían que habían entendido habían visto una luz mucho más clara y unas figuras mucho más nítidas que yo. Al cabo de los años empecé a sospechar que cuando los demás dicen que entienden en realidad están viendo ese vago resplandor, esos contornos de humo, esas difuminadas sombras que yo nunca habría osado antaño designar como «entender».
 (Rafael Sánchez Ferlosio) 


Abro los ojos al nuevo día y, de inmediato, quedan cegados ante la oleada de horror que impregna las noticias que escucho a través del pequeño transistor que me sirve como ventana al mundo: el ejército de Israel ha efectuado un nuevo bombardeo sin previo aviso sobre la Franja de Gaza. Según los primeros recuentos, los muertos superan ya los 400, mientras que hay más de 660 heridos y muchas personas aún bajo los escombros. La mayoría de las víctimas, según Hamás, son mujeres y niños, y en las imágenes que llegan de la Franja pueden verse a muchas personas correr hacia los hospitales cargando a niños heridos o inmóviles en pijama.

El ataque de Israel se produjo por sorpresa en plena negociación para la segunda fase de la tregua y la excusa fue que Hamás no había devuelto a los rehenes que todavía retiene, siendo justo ese aspecto el punto a negociar. “Esto es solo el principio”, dijo Benjamín Netanyahu, que prometió incrementar los ataques.

Este ataque se ampara en la total aquiescencia de Estados Unidos de América. Un país que ha sentado en el máximo sillón de mando a ese acaudalado gánster de peluca anaranjada cuya política se inspira en el ruido y la furia, que días antes del ataque y entre otros muchos despropósitos anunció su intención de expulsar a la castigada población palestina para convertir la Franja en un lujoso complejo turístico. 

"Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo". (Mateo 15,14) Esa parábola del Evangelio es la que inspira el cuadro de Bruegel, así como el título del libro Vendrán más años malos y nos haremos más ciegos. En el que Rafael Sánchez Ferlosio recoge una selección de aforismos, pensamientos y relatos breves, no exentos de ácida crítica a los convencionalismos que solemos aceptar para convencernos de que entendemos esa historia general de la infamia que es la historia política del mundo.