jueves, 4 de marzo de 2010

CEOE: Una proposición nada ejemplar

El mundo de los negocios está crecido. La premura con que los gobiernos acudieron a remediar con dinero público los desastres causados por el sector financiero, no ha movido a la patronal española a tener un poco más de sensibilidad social. Antes bien, en el colmo de la sinvergonzonería ha llegado a proponer un contrato para jóvenes sin seguridad social. Una proposición indecente, se mire como se mire.


Imagine que al propietario del taller de reparación de automóviles de la esquina se le ocurriera emplear a un mecánico sin darle de alta en la Seguridad Social y alguien, el propio trabajador o un ciudadano consciente, denunciara esa circunstancia ante la Inspección de Trabajo. De inmediato, al empresario se le caería el pelo, pues habría incurrido en una gravísima infracción laboral conforme a las legislación laboral vigente, que desarrolla los derechos recogidos en la Constitución española.

Pues bien, esa descabellada idea es, ni más ni menos, la que se le ha ocurrido a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), la patronal española presidida por Gerardo Díaz Ferrán. Un tipo, por cierto, poco recomendable como empresario, pues no sólo ha fracasado en la gestión de sus empresas, sino que, además de de tener deudas con Hacienda, la Seguridad Social y Cajamadrid, no paga los sueldos a los trabajadores de sus empresas en crisis.

La proposición indecente de la patronal fue expuesta por el director del departamento de relaciones de la CEOE, José de la Cavada, que aseguró ayer que su organización había propuesto en la Mesa del Diálogo Social la creación de un nuevo "contrato de inserción" para jóvenes menores de 30 años, con una duración de entre seis meses prorrogable a un año, sin indemnización por despido y exento de cotización a la Seguridad Soial. Y por supuesto, con una remuneración por debajo del Salario Mínimo Interprofesional.

El economista austríaco Joseph Alois Schumpeter popularizó el concepto de destrucción creativa como forma de describir el proceso de transformación que acompaña a las innovaciones. Formuló en su teoría la figura del “espíritu emprendedor” (entrepreneurship), que caracteriza a los empresarios que desarrollan innovaciones técnicas y financieras en un medio competitivo en el que deben asumir continuos riesgos y beneficios que no siempre se mantienen.

¿Dónde están los emprendedores agrupados en la CEOE? ¿Dónde esos individuos que llevan a cabo las innovaciones técnicas y productivas? Esta patronal no sabe innovar, no sabe cómo aplicar creatividad para destruir su inoperancia y sus prejuicios. Sólo sabe destruir el capital humano. Precarizar las condiciones laborales es su discurso recurrente.

¡Vaya creatividad la de CEOE! En un momento en que se dice que disminuye el número de cotizantes a la Seguridad Social, proponer que los jóvenes no coticen es una excelente vía para arruinar el sistema público de pensiones. Y de paso, para fomentar la precariedad futura de quienes no tengan cotizado un período suficiente para generar derecho a recibir pensión.

Ante la oleada de protestas que la propuesta ha levantado en la opinión pública, la CEOE se ha retractado, afirmando que “sólo era un ejemplo”. Un mal ejemplo, por supuesto, como la poco ejemplar trayectoria del empresario Díaz Ferrán.

Y ante tanta osadía cabe preguntar ¿dónde están los millones de jóvenes (hasta treinta años) concernidos por esta precariedad rampante? ¿Cuándo darán una respuesta propia esas cohortes de población que integran lo que Pierre Miró denomina con acierto la edad del paro?
_________________________________________

El director de Relaciones Laborales de CEOE dijo hablar de un contrato para jóvenes sin derechos inspirado en un modelo francés. Pero un portavoz del Ministerio de Trabajo asegura que lo más parecido a lo que aludía la organización presidida por Gerardo Díaz Ferrán es el Contrato Único de Inserción. Un compromiso laboral cuya duración mínima es de seis meses y que tiene como sueldo mínimo el salario mínimo interprofesional (1.300 euros en Francia) pero que tiene indemnizaciones y derecho a percibir el desempleo.


2 comentarios:

  1. Sólo ha sido un instante. He vuelto a leerlo despacio y ya lo he entendido. Pero en la primera lectura, mi palabra de honor, había leído
    “espíritu emprendedor (entrepiernaslip".

    ResponderEliminar
  2. me gusta leérlo ahora que solo me queda el abismo

    ResponderEliminar