martes, 8 de febrero de 2011

El Pacto de Precarización de las Pensiones Públicas (PPPP)



Resulta harto difícil digerir racionalmente la expresión ‘Acuerdo Social' aplicada a ese infumable engendro firmado entre Gobierno y los sindicatos CC OO y UGT cuya única finalidad consiste en precarizar el sistema público de pensiones español. La conjunción del alargamiento de la edad de jubilación y la extensión del período de cálculo de la cuantía reducirán considerablemente las pensiones a corto y medio plazo. Esto es lo que han pactado Gobierno y sindicatos: precarizar sin contrapartidas. Ni siquiera fijando pensiones mínimas. ¿Eso es un pacto social o un pacto contra la propia naturaleza del pacto social?



Lejos ya de la oscura época franquista en la que un social era un policía represor, los actuales usos y costumbres políticos han conferido una connotación positiva al adjetivo ‘social' aplicable a medidas que benefician a la sociedad: acción social, protección social, etc. Desde la Ley Dato de 1919, que inició tímidos pasos en materia de pensiones públicas, hasta ayer mismo, todos los acuerdos tomados entre sindicatos, patronal y gobernantes en materia de pensiones han ido dirigidos a mejorar las prestaciones de la Seguridad Social. Y cuando la relación de fuerzas no ha permitido mejorar nada, nada se ha acordado.

Sin embargo, y por primera vez en la historia, unos sindicatos que apenas si representan al 10% de la clase trabajadora de este país, y desde luego no representan en absoluto a la población desempleada, o empleada en precario, ha firmado con el Gobierno unos acuerdos cuya única finalidad consiste en deteriorar el sistema público de pensiones español.

La esencia del pacto social es conseguir la convivencia pacífica de los diversos sectores que tienen intereses contrapuestos. Para ello, las distintas partes ceden en alguna de sus pretensiones, logrando a cambio algún beneficio. En esta ocasión, a cambio de introducir serios perjuicios no se ha obtenido ningún beneficio.

Argumentan los sindicatos que, ante la escasa movilización de la sociedad, no tenían fuerza suficiente para oponerse a la voluntad del presidente del Gobierno y Secretario General del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para introducir severísimos recortes en la protección social. El argumento es cierto: a diferencia de lo que sucede en otros países europeos, nuestros sindicatos no despiertan gran entusiasmo en el conjunto de la población trabajadora española. Y mucho me temo que, a partir de ahora, todavía van a contar con menor aprobación.

Y sabiendo que ni representan ni entusiasman a la población ¿por qué se han sentado a firmar con el Gobierno a sabiendas de que no podían conseguir un beneficio social? Es más, —permitiéndome usar de una interjección admitida en situaciones límite— muchos nos preguntamos ¿por qué coño el PSOE ha aceptado la reconversión al credo neoliberal de su líder permitiéndole promover y firmar el
Pacto de Precarización de las Pensiones Públicas (PPPP)? Y si Rodríguez Zapatero se ha visto atrapado en las garras del mercado, ¿por qué coño los sindicatos, en lugar de ayudar al presidente a liberarse de la presión ejercida por la delincuencia financiera internacional, firmaron el PPPP? ¿Por qué coño rubricaron, para más inri, ese Pacto contra natura en una impresentable cena en Moncloa? Que ya sabemos que en todos los trabajos se fuma, pero hacer ostentación de cenas palaciegas cuando te estás cargando un elemento tan sensible de la protección social como las pensiones de los mayores resulta obsceno.

Desde luego, es harto difícil que los sindicatos obtengan fuerza negociadora si no tienen detrás una amplia base social que los sustente. Los trabajadores precarios no se afilian ante el temor de que, si ejercen la acción sindical en sus empresas, serán represaliados. Constitucionalmente no se le puede a nadie negar el derecho a la sindicación, pero tampoco el empresario está obligado a renovar el contrato temporal a un empleado reivindicativo.

¿Acaso han hecho algo los sindicatos para revertir esta situación con acciones valientes e imaginativas? En sus inicios, el movimiento obrero tampoco tenía reconocido el derecho a sindicarse, pero valerosos sindicalistas reforzaron el movimiento con su acción. Llegando a ser ahorcados por ello, como los mártires de Chicago. Henry Ford organizó en sus empresas una policía interior destinada a reprimir cualquier intento de sindicación.

Defender el carácter público de las pensiones de jubilación no significa ignorar la necesidad de introducir algunas reformas en el sistema. La mayoría de nosotros emprende reformas en su vivienda, por lo general harto engorrosas, con el propósito de reparar deterioros o introducir mejoras que hagan más confortable su habitabilidad.

Al igual que una vivienda, también nuestro sistema público de pensiones necesita cierta reestructuración. Por ejemplo, establecer unas reglas más equitativas entre los períodos exigibles de cotización y la cuantía de la pensión. Hay millares de personas que, tras cotizar 30 años, por ejemplo, pierden su empleo al cumplir los 50, corriendo el riesgo de quedarse sin pensión si no cotiza durante ese período o, en el mejor de los casos, que le calculen la pensión sobre la base mínima de los 15 últimos años que ha permanecido en el paro.

En el otro extremo tenemos esas prejubilaciones doradas a los 52 años, recibiendo el importe íntegro de la pensión, llevadas a cabo en empresas mantenidas con dinero público, caso de Radio Televisión Española. Lo que crea un agravio comparativo muchos trabajadores del sector privado afectados por las expulsiones del trabajo forzosas a través de los Expedientes de Regulación de Empleo. Expulsiones que conllevan pérdida de años de cotización, con la consiguiente merma de la cuantía final de la pensión.

¿Se han preocupado los firmantes del pacto de compensar estas situaciones? En absoluto. No sólo no solucionan la precariedad del presente sino que admiten la precariedad futura, al estipular en el acuerdo que el aumento de 15 a 25 años del período de cálculo de la cuantía de la pensión en base a cotizaciones es para compensar a aquellos trabajadores que hayan perdido su trabajo en los últimos años de su vida laboral.

Nos vienen con el cuento de que hay que introducir una reforma en el sistema debido al envejecimiento de la pirámide poblacional. Pero en la práctica lo que admiten ¡es que habrá precariedad laboral de aquí a 2027!

El acuerdo es muy preciso al detallar las tablas de aumento progresivo de la edad de jubilación y período de cálculo de la pensión entre 2013 y 2027. Sin embargo, tanta precisión en las tablas reductoras no tiene su contrapartida en las pensiones mínimas. Este aspecto se despacha de un plumazo en el acuerdo con la siguiente mención:

Pensiones de unidades económicas unipersonales: Aunque los incrementos de las pensiones mínimas han situado buena parte de éstas por encima del umbral de pobreza relativa, todavía las situaciones de privación se concentran, especialmente, entre pensionistas que viven solos con una edad avanzada. Se considera necesario reforzar el esfuerzo del sistema, desde la vertiente no contributiva, en estas situaciones, sin hacer distinciones por razón de la contingencia protegida.

¿Por qué, en lugar de bonitas ambigüedades no han incluido una tabla especificando una secuencia detallada de aumentos para que todas, no 'buena parte' de las pensiones mínimas dejen de estar por debajo del umbral de la pobreza?

Entre otras ideas fuerza del Argumentario que la dirección de UGT ha distribuido entre sus delegados para que intenten vender la moto a los trabajadores, se afirma: "La reforma del sistema de pensiones que se ha acordado es la más importante y la de mayor calado de la democracia española".

En efecto, tan profundo es el calado de la reforma que ha logrado abrir una vía de agua en la nave de la protección social de este país. Nave que podría naufragar del todo si la sociedad en su conjunto no se moviliza para detener lo que han acordado las cúpulas de unos sindicatos que, cada día que pasa, representan a menos trabajadores.


La imagen procede de la revista de UGT Unión, nº 218, junio 2008

PPPP: Por supuesto, nada que ver con el Polska Partia Przyjacióf Piwo (PPPP) Partido de los Amantes de la Cerveza de Polonia, fundado en 1990. Uno de sus líderes era el humorista Janusz Rewin'ski. El objetivo del partido consistía en promover el consumo de cerveza en detrimento del vodka, como medida para prevenir el alcoholismo.




10 comentarios:

  1. Efectivamente, para hacer lo que han hecho mejor hubieran estado quietecitos, a nadie le hubiera importado. Ya no representan nada. Con esto es como si nos hubieran dicho: Te voy a pegar suave, pero muy seguido. Por qué nos llevaron a una huelga sin sentido? Claro que, yo fuí por mí, porque me lo merecía y no por esta panda de impresentables.
    Una vez más, gracias por tu elocuencia en los planteamientos.
    Delfin Micheli

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  2. Ciudadano, me inquieta ver que no aparece tu blog en la web de Attac. Espero que la "caída" no tenga que ver con tu sensata y valiente colleja a los adocenados sindicatos...

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  3. Quiero pensar que se trata de algún problema técnico. Attac Madrid hace tiempo que ha decidido no reproducir mis escritos. Pero no tengo motivo para creer que esa censura se ejerza también desde Attac España.

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  4. Pues efectivamente, he entrado en Attac Madrid y no figura tu blog, sin embargo, la semana pasada sí figuraba con tu artículo La cena de los idiotas. Si desde ahora han decidido censurarte es algo que no puedo entender y me parece francamente lamentable.

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  5. Son problemas técnicos, creo yo.

    Tampoco hay que estar buscando tres pies al gato.
    Cive, Túnez y Egipto...¿también serán presas del FMI?
    Un saludo

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  6. En efecto, las incidencias en los enlaces a los blogs en la página de Attac obedecen a problemas técnicos. Creo que ya están solventados.
    En cuanto a lo que, Virginia, dices, todos los países que entran en la órbita de lo políticamente correcto se rigen por la ortodoxia económica del FMI. Que conste que en su momento, cuando esta institución fue creada a instancias del mismísimo Keynes, pretendía aportar estabilidad al sistema internacional. Lo malo fue la ideología que posteriormente, y sobre todo a partir del llamado Consenso de Washington, inspiró las directrices del FMI: neoliberalismo a tope, castigo al débil y succión de riqueza de abajo arriba. Y para colmo, cuando a España le tocó colocar un director, enviamos a Rodrigo Rato, al que el propio FMI acusa ahora de haber sido una auténtica calamidad que no supo ver, o miró para otro lado, la crisis mundial que se avecinaba. Eso sí, como buen choricillo, Rato estuvo en el despacho sólo un ratito, el tiempo justo para que le quedase la jubilación anticipada y vitalicia que el organismo concede a sus directivos a los 55 años. Y a continuación se largó sin terminar el mandato. Y luego viene aquí a predicarnos que hay que alargar la jubilación a los 67. Es un auténtico sinvergüenza, claro que de casta le viene al galgo. Hijo de un banquero que dejó un pufo impresionante: ver caso Banca Siero.

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  7. Banca Siero: La sentencia firme del juzgado Especial de Delitos Monetarios (17.2.1967) establecía que Ramón Rato, el patriarca del clan, creó una «organización clandestina» en Madrid con la finalidad de evadir dinero y divisas a Suiza bajo la cobertura del Banco de Siero, propiedad del patriarca de los Rato. Para ello, fundó una sucursal de su banco en Ginebra bajo el nombre de Banque Siero. La policía descubrió que a través del Banco Siero «se extrajeron un total de 70 millones de pesetas de España que fueron depositadas en diferentes bancos suizos»
    http://www.losgenoveses.net/Personajes%20Populares/Rato/elpadredelclan.html

    Y a alguien que ha sido educado en un hogar donde se practica la evasión de divisas, le nombran vicepresidente económico del Gobierno, director del FMI y ahora presidente de Cajamadrid.

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  8. "Fue uno de los grandes escándalos económico financieros del franquismo. Corría el año del Señor de 1965, y el ex ministro de Hacienda y entonces gobernador del Banco de España, Mariano Navarro Rubio, ordenó la intervención del Banco de Siero que presidía Ramón Rato Rodríguez-Sampedro, casado con Aurora Figaredo Sela, miembros ambos de destacadas familias de la burguesía asturiana. A Ramón Rato lo cazó el Régimen en un asunto de tráfico ilegal de divisas, del que su propio abogado, el fundador de la CEDA, José María Gil Robles, dijo en privado que era "indefendible". El día de los esponsales de María de los Ángeles Mani Rato Figaredo, vicepresidenta de la Asociación de anticuarios de Madrid, casada en segundas nupcias con José de la Rosa, la policía irrumpió en pleno banquete –antiguo Hotel Castellana-Hilton, hoy Intercontinental- y se llevó esposado a Ramón Rato y a su hijo Moncho, camino de la cárcel. El novio se llamaba Emilio García Botín, hijo de una hermana de Emilio Botín Sanz de Sautuola, y por tanto primo carnal de Emilio Botín Ríos". (Jesús Cacho: El Confidencial)
    http://www.elconfidencial.com/cache/2008/01/14/67_botin_eterno_conflicto_entre_publico_privado_espana.html

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  9. Tengo entendido que fueron 170 millones de pesetas, Franco tan solo le puso una multa. Cajamadrid está en bancarrota y el
    abogado Rato, que no economista, le ha encargado al banco donde ha estado trabajando despues de escaparse del Fondo Monetario el estudio para poner en bolsa a Cajamadrid, no encuentran compradores para sus pasivos debido al desastre economico que arrastra. A todo esto Blesa y unos cuantos cuatreros más tenían un acuerdo firmado, que según Rato no podían anular, para repartise la friolera de 4.000 mil millones de las antiguas pesetas. A Blesa lo puso Aznar y a el Tato lo ha puesto el matacán Rajoy Brey (el padre de este dejó libres a los del aceite de Redondela).

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  10. Llamemos a las cosas por su nombre: "PACTO CRIMINAL", Y el crímen es de lesa sociedad...

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