sábado, 27 de junio de 2015

Toca ya hablar en favor de las pensiones. Si no, otros lo harán en contra

  Al compás de los aires puritanos de corrección política que recorren la vida política nacional, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, debería ser cesado de su cargo por ofender la dignidad de millones de españoles, sobre todo los jóvenes, con su insultante propuesta de que ahorren porque no tendrán pensiones dignas. 


¿Estamos gobernados por idiotas? La sensación generalizada entre la mayoría de la población es que sus condiciones y expectativas de vida empeoran día a día mientras los gobernantes actúan como pollo sin cabeza en materia económica y social. En manos de idiotas, títula Antón Losada un reciente artículo.  
Veamos la prueba del algodón: el gobernador del Banco de España, Luis Linde, enuncia, a la vez, dos principios contradictorios entre sí. Por un lado, defiende la moderación salarial (como si durante los últimos años los salarios hubieran estado desbocados) y, por otro, aconseja a la población joven que ahorre para el futuro porque su pensión será muy baja. Dice Linde que hay que:"hacer entender a los jóvenes que tienen que ahorrar, porque la pensión media será cada vez menor de forma inevitable, debido al declive demográfico."

No hace falta tener muchos diplomas en economía para deducir que nuestro sistema público de pensiones atraviesa un momento difícil. Su capacidad recaudatoria se encuentra muy mermada ante una estructura laboral donde predominan los bajos salarios y crecen, cuasi exponencialmente, los trabajadores precarios.

En ningún otro país —al menos de la OCDE— el poder adquisitivo de los trabajadores ha bajado tanto como en España. Hay muchos trabajadores que se darían con un canto en los dientes si pudieran ver a final de mes un sueldo mileurista. Porque la precariedad de la mayoría de los contratos es tal que ni siquiera ofrecen los 648 euros mensuales del Salario Mínimo Profesional fijado para 2015. Y no es que los empleadores incumplan la ley. Al revés, las leyes han sido tan retorcidas por las sucesivas reformas laborales que permiten que se celebren contratos de trabajo a tiempo parcial. Parcialísimo, pues hay contratos de tan sólo días, incluso de horas.

Cuando Linde propone que la gente ahorre para la vejez ¿lo dice en serio o jarto de vino? ¿Cómo se ahorra cuando no se tiene ni siquiera para vivir el día presente? Esto no es un análisis técnico, sino un posicionamiento ideológico en contra del sistema público de la Seguridad Social y a favor de la banca privada. Si no hay dinero para cotizaciónes ¿de dónde saldría el de los pagos a un fondo privado?

Finalizado ya el proceso de renovación de ayuntamientos y gobiernos autónomos, se hace necesario que las formaciones políticas progresistas, sobre todo las emergentes, expliquen en sus programas qué piensan hacer en materia de pensiones. Porque, si no lo hacen, si no reaccionamos el conjunto de la ciudadanía, serán otros los que ganen la batalla ideológica que pretende convencernos, una vez más, que no hay futuro para los jóvenes.

Y para ello cuentan con propagandistas dispuestos a llegar a los más altos niveles de idiotez moral. Porque este Linde, paladín de la moderación salarial para los demás, es el mismo Linde que se subió el sueldo un 5,8%, percibiendo en 2014 un salario bruto de 176.060 euros.





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