martes, 31 de diciembre de 2024

Felipe VI : "queda mucho por hacer en materia de pobreza y exclusión social”



No obstante, y dado que Felipe VI, aparte de Rey es también el jefe del Estado, sí conviene  hojear en la prensa el resumen de la pieza oratoria. No vaya a ser que se nos escape algún matiz que de alguna forma nos concierna.

No acostumbro a escuchar el tradicional discurso de Navidad del Rey. Y no es por hacer alarde de republicanismo, sino por lo aburrido que me resulta. "¿Cuándo dejaremos de analizar los discursos de Navidad del rey como si fueran textos bíblicos?", se pregunta el escritor Juan José Millás, en medio de aluvión de críticas y aplausos que, como todos los años, provoca la intervención del monarca. "Son inevitablemente, y como el decorado desde el que habla, de cartón piedra", concluye Millás: "Puras patochadas. ¿Quién recuerda lo que dijo el año pasado?".

No obstante, y dado que Felipe VI, aparte de Rey es también el jefe del Estado, aunque nos ahorremos el tostón en directo, no está de más hojear en la prensa el resumen de la real pieza oratoria. No vaya a ser que se nos escape algún aspecto que de alguna forma nos concierna.

"España es un gran país". Pese a haber pronunciado esta frase en multitud de ocasiones, el Rey ha querido este 24 de diciembre volver a remarcar que España es una nación "modélica" en el desarrollo democrático. Y, aunque con precaución porque "queda mucho por hacer en materia de pobreza y exclusión social", Felipe VI ha dedicado un momento a señalar el futuro "prometedor" del país al observar el comportamiento de la economía en términos de "crecimiento, empleo y exportaciones".

Resalto la frase: "queda mucho por hacer en materia de pobreza y exclusión social", ya que, si lo afirma el jefe del Estado, significa la constatación oficial de lo señalado en el XIV Informe El Estado de la Pobreza en España presentado por la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES). A grandes rasgos, estas son sus principales conclusiones.

El 26,5 % de la población española, unos 12,7 millones de personas, está en riesgo de pobreza y/o exclusión social.

Según la investigación, el riesgo de pobreza o exclusión social -tasa AROPE- ha pasado del 26% en 2022 al 26,5% en 2023, 400.000 personas más, debido sobre todo al encarecimiento de la vida, como muestra el componente de privación material y social severa.

Los otros dos indicadores de la tasa -riesgo de pobreza y baja intensidad en el empleo-, se han mantenido prácticamente estables. Aun así, preocupa que 9,7 millones de personas vivan en riesgo de pobreza, con menos de 916 euros al mes por unidad de consumo.

La situación es, un año más, peor para las mujeres. Los datos evidencian que la feminización de la pobreza es un problema estructural: hay 5,1 millones de mujeres pobres en España, 300.000 más que de hombres.

Algunos indicadores alertan también sobre la realidad que atraviesan millones de familias, como es el caso del 37,1% de los hogares que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos. Casi la mitad de la población (48,7%), además, presenta dificultades para llegar a fin de mes.

Las familias monoparentales, en la cuerda floja

Según el informe, la peor parte se la llevan las familias con menores, a quienes ha afectado muy duramente el incremento del coste de la vida, lo que se ha traducido en un aumento de la pobreza infantil respecto al año anterior, del 27,8% hasta el 28,9%.

Concretamente, unos 2,3 millones de niños y adolescentes están en riesgo de pobreza. En este sentido, EAPN-ES ha señalado que no hay menores pobres sin hogares pobres y ha insistido en que nacer en una familia vulnerable aumenta las posibilidades de ser pobre en edad adulta.

Para la red, preocupa especialmente la situación de los hogares monoparentales: más de la mitad (52,7%) está en riesgo de pobreza y/o exclusión social, frente al 49,2% de 2022. Además, la gran mayoría de ellos (el 80,7%), están encabezados por una mujer.

El encarecimiento de la vida derivado de las últimas crisis ha afectado especialmente a esas familias, pues el 26,5% no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada y más de la mitad (55,4%) no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días. La pobreza energética, de hecho, ha alcanzado máximos históricos: un 43,1% de las personas pobres tiene dificultades para mantener su vivienda lo suficientemente fresca en verano y un 38,5% cálida en invierno.


Sus conclusiones son impropias de un Estado moderno, miembro del afortunado grupo de la Unión Europea-

TEXTO EN PREPARACIÓN

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