14 de abril. Por ironías del destino, en la misma fecha del aniversario de la proclamación de la II República española, la Casa Real comunica que el monarca ha sufrido un accidente en Botsuana. Cazando elefantes, por cierto. Mientras el Rey se divierte, España atraviesa un momento álgido de la crisis económica. Y cinco millones de desempleados, la mitad de ellos jóvenes, apenas tienen lo justo para sobrevivir. Parece llegado el momento de introducir un poco de higiene democrática en este país. Esta familia real es poco presentable.
Salvando las distancias, y sin ánimo de molestar al mundo académico, tengo ya dicho que la democracia viene a ser algo parecido a la higiene: hay quien se ducha todos los días y quien se ducha sólo una vez al mes, aunque no le haga falta, según se ufana algún partidario del lavatorio mensual. La española es una democracia bastante deficiente desde el momento en que los presuntos representantes del pueblo son elegidos a través de un juego sucio que beneficia a las dos grandes formaciones políticas que se alternan en el Gobierno y a los partidos regionalistas.
Otro aspecto poco higiénico de nuestro sistema político es que sea precisamente la Jefatura del Estado el único cargo público que no es elegible. A él sólo pueden acceder miembros de la familia privada que ostenta su monopolio. A esto llaman algunos democracia coronada, lo cual es una contradicción en sus términos, parangonable con otras especies imposibles como el triángulo de cuatro lados o el biciclo de tres ruedas. Mientras persista esta situación, habrá que decir que nos hallamos bajo los efectos de una Real democracia.
En la Edad Media, los reyes de León escogían la comarca de Babia para su reposo, el cual les permitía alejarse de las tareas cotidianas de la corte. Según la tradición, esto originó el dicho "estar en Babia", ya que cuando en la corte del reino alguien reclamaba al Rey los ministros contestaban "El Rey está en Babia".
¿Dónde estaba el Jefe del Estado durante la última semana? Una semana tremenda en que España se enfrentaba a una gravísima crisis económica: subida de la prima de riesgo de la deuda soberana, desplome de la Bolsa, Argentina amenazando con nacionalizar Repsol. Una semana en que el presidente del Gobierno que acaba de anunciar severos recortes en Sanidad y Educación huye despavorido al verse rodeado por la prensa en el Parlamento. Pues bien, mientras la nave del Estado estaba inmersa en plena tormenta, el Jefe máximo, Juan Carlos I, estaba solazándose con actividades cinegéticas no en la Babia patria, sino en Botsuana, donde se accidentó. Según reza el comunicado oficial:
Palacio de La Zarzuela. Madrid, 14 de abril de 2012
Su Majestad el Rey ha sido intervenido quirúrgicamente de su cadera, esta madrugada, en el Hospital USP San José (Madrid) por el Dr. Ángel Villamor. D. Juan Carlos había sufrido una fractura en tres fragmentos de la cadera derecha, asociada a artrosis de dicha articulación. Se ha realizado una reconstrucción de los fragmentos de la fractura femoral, colocándose en el mismo acto quirúrgico una prótesis de cadera. Su Majestad el Rey ingresó anoche en el citado hospital a su regreso de un viaje privado a Botsuana, donde se dañó la cadera en una caída accidental.En las próximas horas, se hará público un parte médico más detallado.
El Rey Juan Carlos, en un safari en Botsuana. Foto publicada en El Confidencial, procedente de www.rannsafaris.com. Página ahora no accesible, que responde a la petición de acceso con el mensaje: This Account Has Been Suspended.
Por ironías del destino, este comunicado viene fechado el 14 de abril, justo en la misma fecha en que se conmemora el aniversario de la proclamación de la II República española. Aunque el comunicado oficial no nos cuenta que el propósito del "viaje privado" era el de cazar elefantes en ese país africano. Botswana es uno de los grandes paraísos mundiales para los aficionados a la caza mayor, fundamentalmente de elefantes.
Juan Carlos I figura desde hace tiempo en la lista de cazadores que han abatido al menos dos elefantes en aquel país. Particularmente polémico fue su viaje a Bostwana coincidiendo con el accidente de un helicóptero Cougar en Afganistán por el que perdieron la vida diecisiete militares españoles el 16 de agosto de 2005. En aquel momento, el Rey se encontraba desde principio de semana en Botsuana, y allí recibió la noticia del trágico suceso, por una llamada del presidente del Gobierno. Aun así, decidió mantener el programa de su estancia. Dos días después del accidente llegaba a Madrid, donde más tarde acudiría con el Príncipe a recibir los cadáveres repatriados.
¿Refleja esta actitud de Juan Carlos I la responsabilidad de un Jefe de Estado en un momento tan delicado como el que atraviesa España? Si añadimos los últimos acontecimientos que se producen en el seno de la Casa Real (caso Urdangarín, niño Froilán manejando escopetas) llegamos a la conclusión de que, lo que tal vez sea bueno para la prensa del papel couché, no es bueno para España. Un país que necesita con urgencia que se introduzca un poco de higiene democrática. Y aunque no fuera más que por el hecho de que es un sistema en el que el Jefe del Estado es elegido por los ciudadanos —y por tanto, revocable en las urnas— la República es mucho más higiénica que la monarquía.
Otro aspecto poco higiénico de nuestro sistema político es que sea precisamente la Jefatura del Estado el único cargo público que no es elegible. A él sólo pueden acceder miembros de la familia privada que ostenta su monopolio. A esto llaman algunos democracia coronada, lo cual es una contradicción en sus términos, parangonable con otras especies imposibles como el triángulo de cuatro lados o el biciclo de tres ruedas. Mientras persista esta situación, habrá que decir que nos hallamos bajo los efectos de una Real democracia.
En la Edad Media, los reyes de León escogían la comarca de Babia para su reposo, el cual les permitía alejarse de las tareas cotidianas de la corte. Según la tradición, esto originó el dicho "estar en Babia", ya que cuando en la corte del reino alguien reclamaba al Rey los ministros contestaban "El Rey está en Babia".
¿Dónde estaba el Jefe del Estado durante la última semana? Una semana tremenda en que España se enfrentaba a una gravísima crisis económica: subida de la prima de riesgo de la deuda soberana, desplome de la Bolsa, Argentina amenazando con nacionalizar Repsol. Una semana en que el presidente del Gobierno que acaba de anunciar severos recortes en Sanidad y Educación huye despavorido al verse rodeado por la prensa en el Parlamento. Pues bien, mientras la nave del Estado estaba inmersa en plena tormenta, el Jefe máximo, Juan Carlos I, estaba solazándose con actividades cinegéticas no en la Babia patria, sino en Botsuana, donde se accidentó. Según reza el comunicado oficial:
Palacio de La Zarzuela. Madrid, 14 de abril de 2012
Su Majestad el Rey ha sido intervenido quirúrgicamente de su cadera, esta madrugada, en el Hospital USP San José (Madrid) por el Dr. Ángel Villamor. D. Juan Carlos había sufrido una fractura en tres fragmentos de la cadera derecha, asociada a artrosis de dicha articulación. Se ha realizado una reconstrucción de los fragmentos de la fractura femoral, colocándose en el mismo acto quirúrgico una prótesis de cadera. Su Majestad el Rey ingresó anoche en el citado hospital a su regreso de un viaje privado a Botsuana, donde se dañó la cadera en una caída accidental.En las próximas horas, se hará público un parte médico más detallado.
El Rey Juan Carlos, en un safari en Botsuana. Foto publicada en El Confidencial, procedente de www.rannsafaris.com. Página ahora no accesible, que responde a la petición de acceso con el mensaje: This Account Has Been Suspended.
Por ironías del destino, este comunicado viene fechado el 14 de abril, justo en la misma fecha en que se conmemora el aniversario de la proclamación de la II República española. Aunque el comunicado oficial no nos cuenta que el propósito del "viaje privado" era el de cazar elefantes en ese país africano. Botswana es uno de los grandes paraísos mundiales para los aficionados a la caza mayor, fundamentalmente de elefantes.
Juan Carlos I figura desde hace tiempo en la lista de cazadores que han abatido al menos dos elefantes en aquel país. Particularmente polémico fue su viaje a Bostwana coincidiendo con el accidente de un helicóptero Cougar en Afganistán por el que perdieron la vida diecisiete militares españoles el 16 de agosto de 2005. En aquel momento, el Rey se encontraba desde principio de semana en Botsuana, y allí recibió la noticia del trágico suceso, por una llamada del presidente del Gobierno. Aun así, decidió mantener el programa de su estancia. Dos días después del accidente llegaba a Madrid, donde más tarde acudiría con el Príncipe a recibir los cadáveres repatriados.
¿Refleja esta actitud de Juan Carlos I la responsabilidad de un Jefe de Estado en un momento tan delicado como el que atraviesa España? Si añadimos los últimos acontecimientos que se producen en el seno de la Casa Real (caso Urdangarín, niño Froilán manejando escopetas) llegamos a la conclusión de que, lo que tal vez sea bueno para la prensa del papel couché, no es bueno para España. Un país que necesita con urgencia que se introduzca un poco de higiene democrática. Y aunque no fuera más que por el hecho de que es un sistema en el que el Jefe del Estado es elegido por los ciudadanos —y por tanto, revocable en las urnas— la República es mucho más higiénica que la monarquía.
Para acrecentar aún un poco más nuestra admiración por la "campechana institución" adjunto enlace a:
ResponderEliminarhttp://insurgenteseinsumisos.blogspot.com.es/
"EL "AFFAIRE" INSTALAZA, EL REY Y EL MINISTRO DE DEFENSA
Ya no solo por la perversión implícita que conlleva fabricar instrumentos genocidas, bombas de racimo en este caso, sino por las 'demás circunstancias' que rodean este asunto, el mismo debe ser conocido por la ciudadanía, pero los medios están 'pasando de puntillas' sobre ello.
¡Cuántos intereses creados hay detrás de esas industrias generadoras de muerte!...y curiosamente, en los grandes 'affaires', ya sea petróleo o armas, aparece una conocida mano 'que mueve los hilos'... nada más y nada menos que la de Rey de España...¡qué casualidad! ... ¿o tal vez no?..."
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article35758
Cuando estaba finalizando su viaje de bodas, la ya princesa Letizia comentó, en un rasgo de fino humor, que estaba deseando regresar a España para empezar a ponerse a trabajar. Y efectivamente, lo primero que hizo ya en Madrid fue comenzar las clases de equitación, luego seguirían las de esquí. La navegación y la caza, tan propias también de la real institución son cosas de hombres. Como la otra función propia de su cargo, aparte de presidir actos e inaugurar cosas, es leer discursos, lo dominaba por su profesión, pues ya estaba en disposición de desempeñar su cargo. Aparte de chascarrillos, habría que preguntarse no solo la utilidad de la monarquía, sino la de la jefatura del Estado. Países como Australia o Canadá no tienen tal figura y funcionan exactamente igual que los demás. Si prescindiéramos además de otros estorbos, como el Senado o la Iglesia nos ahorraríamos un dinero tan necesario para cosas más importantes.
ResponderEliminarEn cuanto al rey, pocas personas saben que su libro de cabecera es el escrito por el Ciudadano Pérez "69 razones para no trabajar demasiado". Ha leído las sabias reflexiones de Lafargue, Sócrates o Faulkner, pero creo que no ha entendido bien lo que ellos consideraban que era llevar una vida buena. La buena vida que lleva él es otra cosa.
Estimado Cive,
ResponderEliminarBuenas tardes. Soy Natalia, Responsable de Comunicación de Paperblog. Quisiera disculparme por dejarte un comentario en el blog, pero no he encontrado otra manera de contactarte. Tras haberlo descubierto, me pongo en contacto contigo para invitarte a conocer el proyecto Paperblog, http://es.paperblog.com, un nuevo servicio de periodismo ciudadano. Paperblog es una plataforma digital que, a modo de revista de blogs, da a conocer los mejores artículos de los blogs inscritos.
Si el concepto te interesa sólo tienes que proponer tu blog para participar. Los artículos estarían acompañados de tu nombre/seudónimo y ficha de perfil, además de varios vínculos hacia el blog original, al principio y al final de cada uno. Los más interesantes podrán ser seleccionados por el equipo para aparecer en Portada y tú podrás ser seleccionado como Autor del día.
Espero que te motive el proyecto que iniciamos con tanta ilusión en enero de 2010. Échale un ojo y no dudes en escribirme para conocer más detalles.
Recibe un cordial y afectuoso saludo, ¡Que pases un feliz jueves!
Natalia
natalia@paperblog.com
Responsable Comunicación Paperblog en español
http://es.paperblog.com
http://www3.lastampa.it/esteri/sezioni/articolo/lstp/438785/
ResponderEliminarLa prensa española como siempre peloteando para mantenerse en sus subvenciones.............
La solitudine di Sofia di Spagna La biografia sulle 1500 amanti del re
ResponderEliminarLa regina Sofía, la moglie di Juan Carlos? Più madre che sposa e, addirittura, la donna più sola di Spagna, nonostante i suoi tre figli. La ragione? Il numero infinito delle conquiste femminili del consorte, classe ’38 come lei, con cui è sposata dal 1962. Tradimenti che sono cominciati subito dopo il ’75, quando morí il dittatore Franco, che lo aveva nominato suo successore (il trono fu confermato poi da un referendum nel ’78) e che tenne a freno un tombeur de femmes che, secondo un suo amico intimo, «ha avuto 1.500 amanti, nessuna gli resisteva e tutte si offrivano».
Sono queste le novità di «La soledad de la reina», l’ultimo libro della nota giornalista di El Mundo e scrittrice Pilar Eyre, 59 anni. Ben 576 pagine, edite da la Esfera de los Libros, di una biografia non autorizzata che, ripercorrendo la sua vita e basandosi su fonti vicine al sovrano, narra l’odissea di Sofía, primogenita degli ex re di Grecia. Un tema scabrosissimo, che ha collocato il testo al cianuro già al settimo posto nel ranking di Amazon benché sia uscito solo sabato scorso.
Il primo tradimento arriva quando il cadavere del tiranno è ancora caldo. Nel gennaio del ’76 la regina, insieme al principe e alle due Infante, vuole fare una sorpresa al marito, ufficialmente a caccia a Toledo, andandolo a trovare. Prima il padrone della casa che ospita il monarca non la vuole far passare. Superato l’ostacolo, la sovrana apre una porta e scopre il consorte nelle braccia di un’altra. Da allora i reali spagnoli dormono separati.
La serie delle imprese amatorie di Juan Carlos continua, mentre Sofía sceglie la via del silenzio (e della sofferenza). Una volta Juan Carlos va in un hotel di Granada per l’ennesima avventura galante e chiede al sindaco di avvisarlo quando spunti l’auto della moglie. Detto e fatto. Sofía arriva e nella camera da letto trova un imbarazzato primo cittadino, che ha preso il posto dell’amante.
«La regina ha accettato e messo in pratica quanto le diceva la nonna del marito, Victoria Eugenia: gli spagnoli sono pessimi mariti e i Borboni ancora peggio», sottolinea l’autrice, che per evitarsi problemi non pubblica i nomi delle conquiste. Tranne l’ultima «amica», Corinne. Ma l’indiscreto Vanitatis online la identifica: si tratterebbe della principessa Corina Sayn-Wittgenstein, una divorziata trentenne tedesca molto chiacchierata nella pettegola Villa y Corte, ove è vox populi che abbia una liaison con il sovrano da quattro anni.
Eyre elenca i trofei che hanno terremotato la vita di Sofía - «una donna ingannata, il cui matrimonio è stato un’autentica tragedia» -: «la decoratrice» (secondo il libro «Juan Carlos y Sofía, retrato de un matrimonio» di Peñafiel, la catalana Marta Gayà, 18 anni di love-story), la «vedette» (la cantante Sara Montiel), la «regina dello spogliarello dagli impressionanti occhi verdi» (la soubrette Barbára Rey, sex-symbol degli Anni 70-80), «le due Palome» (una delle quali, gira insistentemente la voce, sarebbe la cantante Paloma San Basilio).
«Dopo il primo inganno, Juan Carlos e Sofía non hanno più funzionato come coppia sposata - scrive la giornalista -. La regina accettò il suo destino e da allora ognuno fa la sua vita». Eyre accenna pure al fatto che il sovrano, già sposato, continuava a frequentare la sua ex fiamma Maria Gabriella di Savoia: «Ballavano insieme davanti a lei, e Sofía sorrideva per fare buon viso a cattivo gioco».
Nel libro c’è anche una rivelazione sulla Cenerentola Letizia, moglie del principe Felipe. Non fu un giornalista che presentò gli eredi al trono a una cena in casa sua, come si sapeva finora, ma il playboy Muñoz. Sottolinea Eyre: «Per ritirarsi con eleganza quando conobbe Kalina di Bulgaria, Muñoz fece conoscere a Felipe la donna con cui usciva da due mesi».