martes, 15 de octubre de 2019

Gobierne quién gobierne, las pensiones públicas se defienden


Hay otra concepción de independencia que no entiende de banderas sino de libertad real y autonomía personal. De ella forma parte el derecho a una existencia digna en la última etapa de la vida. Y esto es lo que reivindican, para sí mismos y para los que vienen detrás, las columnas de pensionistas que, caminando de norte a sur y de sur a norte, han confluido en Madrid para participar en la protesta  ante el Congreso de los Diputados por la ineficacia demostrada por la clase política a la hora de consolidar el sistema público de pensiones.

Partiendo de Bilbao y de Rota, respectivamente, dos columnas de aguerridos pensionistas han recorrido a pie parte del territorio español para confluir en Madrid y participar en la manifestación estatal en defensa del sistema público de pensiones convocada por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, COESPE, el 16 de octubre. La manifestación comenzará en la Puerta del Sol, a las 11 horas, para culminar, a las 12 horas, ante el Congreso de los Diputados.

Estos jubilados caminantes han recorrido cientos de kilómetros en estas últimas semanas y mañana esperan que miles de pensionistas y personas en edad laboral (pensionistas en potencia) acudan a la concentración convocada frente a la Cámara Baja. 

Allí van a registrar un documento con sus principales demandas para que, por enésima vez, les lleguen al Gobierno central y a los distintos partidos. Reivindicaciones que no han variado desde que empezaron a tomar la calle hace ya casi dos años, que pasan por blindar las pensiones como derecho fundamental en la Constitución, por revalorizarlas por ley en función del IPC real, por la derogación de las dos últimas reformas laborales y otras tantas de pensiones, y por una prestación contributiva mínima que sea hoy igual al SMI, 900 euros, hasta llegar a los 1.084 euros recomendados por la Carta Social Europea; piden también que se eliminen los copagos farmacéuticos y que haya suficientes residencias públicas para mayores accesibles y de calidad. 

Los esforzados caminantes reprochan a los líderes de los partidos "que no estén dando en este tema el ejemplo de unidad" que han tenido oportunidad de ver en sus compañeros de formación, sin importar las siglas, en muchos de los pueblos por los que han pasado, donde los han alentado en su marcha hacia Madrid. Y les advierten de que no piensan parar hasta que se atiendan sus reivindicaciones.

Matizando que no se trata de una amenaza ni una exhibición de fuerza sino una demostración de constancia, convencidos como están de que tienen la razón e incorporan a su causa a un número creciente de la población. Porque, en definitiva, a la postre todos somos pensionistas, de facto o embrionarios.








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