El día 12 de junio de 2011, cautiva y desarmada [por la banca y los mercados] la Izquierda Establecida,
han alcanzado las tropas Nacionales
[Camps et al. ¡vaya tropa!] sus últimos objetivos.
El Estado del Bienestar ha terminado.
han alcanzado las tropas Nacionales
[Camps et al. ¡vaya tropa!] sus últimos objetivos.
El Estado del Bienestar ha terminado.
Tras el descalabro socialista en las elecciones municipales y autonómicas celebradas el pasado del 22 de mayo, el mapa político español se ha poblado de gaviotas, el emblema político actual de la derecha española. Los socialistas han perdido en los pactos postelectorales casi todos los ayuntamientos que aún tenían esperanzas de conservar. Ayuntamientos que, con la inestimable colaboración de Izquierda Unida, han pasado a manos de esa derecha que viene detentando el poder en España desde los Reyes Católicos hasta hoy mismo. Salvo en esos breves lapsos de la II República, derribada por la fuerza de las armas, y los gobiernos del PSOE habidos a partir de la instauración de eso que llamamos democracia y no lo es, según consigna que hace furor entre los indignados del 15-M.
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Se entiende por Estado del Bienestar un sistema de organización social en el que se procura compensar las deficiencias e injusticias de la economía de mercado con redistribuciones de renta y prestaciones sociales otorgadas a los menos favorecidos. En 1920, Arthur C. Pigou introdujo el concepto de Welfare, o Bienestar, como objeto de la economía. En Europa, las políticas del Bienestar comenzaron a desarrollarse después de la Segunda Guerra Mundial, constituyendo la versión contemporánea del contrato social.
Durante los últimos 20 años del sigloXX, los adalides del neoliberalismo rompieron el pacto e iniciaron un ataque frontal contra el Estado del Bienestar. Margaret Thatcher, en el Reino Unido, y Ronald Reagan, en EE. UU., fueron los promotores de una política de acoso y derribo de las instituciones de la protección social que ha sentado escuela. De la cual, son son alumnos aventajados en España los principales líderes del Partido Popular. Un partido que, en contra de la lógica más elemental, recibe millones de votos procedentes de clases medias que votan contra sus propios intereses.
En efecto, la estrategia neoliberal persigue acabar con lo que el Estado tiene de expresión del espíritu comunitario a través de lo públicamente organizado. Porque el Estado, cuando es democrático, adquiere su legitimidad en la existencia de un espacio público donde los ciudadanos son iguales en derecho. Ese poder estatal es, por tanto, la única garantía de la igualdad de los ciudadanos. Cualquier otro espacio –la sociedad civil, el mercado, la empresa– es por naturaleza un lugar de desigualdad o de dominación de unos individuos por otros.
En teoría, la defensa del Estado del Bienestar constituye el núcleo del discurso ideológico y de la práctica política de la socialdemocracia, representada en España por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Sin embargo, a raíz de la actual situación de crisis económica, los líderes socialistas han olvidado cuál debía ser su papel. Y en la mayor demostración de estupidez de su historia han abandonado a su electorado natural.
Para los sectores más humildes y desprotegidos de esta sociedad (pensionistas, desempleados, precarios) la proliferación de gaviotas en el mapa político presagia un clima de terror similar al creado por Alfred Hitchcock en Los Pájaros.
Durante los últimos 20 años del sigloXX, los adalides del neoliberalismo rompieron el pacto e iniciaron un ataque frontal contra el Estado del Bienestar. Margaret Thatcher, en el Reino Unido, y Ronald Reagan, en EE. UU., fueron los promotores de una política de acoso y derribo de las instituciones de la protección social que ha sentado escuela. De la cual, son son alumnos aventajados en España los principales líderes del Partido Popular. Un partido que, en contra de la lógica más elemental, recibe millones de votos procedentes de clases medias que votan contra sus propios intereses.
En efecto, la estrategia neoliberal persigue acabar con lo que el Estado tiene de expresión del espíritu comunitario a través de lo públicamente organizado. Porque el Estado, cuando es democrático, adquiere su legitimidad en la existencia de un espacio público donde los ciudadanos son iguales en derecho. Ese poder estatal es, por tanto, la única garantía de la igualdad de los ciudadanos. Cualquier otro espacio –la sociedad civil, el mercado, la empresa– es por naturaleza un lugar de desigualdad o de dominación de unos individuos por otros.
En teoría, la defensa del Estado del Bienestar constituye el núcleo del discurso ideológico y de la práctica política de la socialdemocracia, representada en España por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Sin embargo, a raíz de la actual situación de crisis económica, los líderes socialistas han olvidado cuál debía ser su papel. Y en la mayor demostración de estupidez de su historia han abandonado a su electorado natural.
Para los sectores más humildes y desprotegidos de esta sociedad (pensionistas, desempleados, precarios) la proliferación de gaviotas en el mapa político presagia un clima de terror similar al creado por Alfred Hitchcock en Los Pájaros.
Los dirigentes socialistas no quisieron, no pudieron o no supieron evitar cargar el coste de la crisis a las capas más débiles de la sociedad y no a quienes más contribuyeron a provocar la crisis. En consecuencia, un electorado cabreado por los recortes que sienten directamente en sus carnes ha provocado la estrepitosa caída de un PSOE que no ha defendido como era su deber las instituciones del Estado del Bienestar sobre las que ahora, atraídos por el afán privatizador del Partido Popular, revolotean toda clase de depredadores de lo público.
Que duro es el paro, pero al menos hay gente que hace cosas tan maravillosas cono este blog, te felicito un saludo
ResponderEliminarHace ya tiempo leí una frase de Maruja Torres en que decía, más o menos ¡tanto remar a contracorriente, durante tantos años, para encontrarte, nuevamente, en el punto de salida!
ResponderEliminarUn beso: PAQUITA