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George
Grosz: Drinnen und Draußen, (Dentro y Fuera) 1925 |
Bajo el lema 'Salvemos nuestra Sanidad Pública', miles de personas volvieron a salir a las calles de la capital, el 25 de mayo, para denunciar la "situación insostenible" de los servicios de sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid gestionados por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, a la que acusan de convertir la sanidad pública "en un negocio privado". El indignante deterioro en la atención sanitaria de la población contrasta con la obscenidad comisionista desplegada por el entorno familiar de la presidenta.
Al término de la manifestación, un manifiesto leído por la periodista Olga Rodríguez denuncia "el abandono deliberado de la Sanidad Pública madrileña por parte de la Comunidad de Madrid". "Una sanidad que nos pertenece a todas y a todos, pero que el Gobierno del Partido Popular está desmantelando para convertirla en un negocio privado".
Por su parte, Isabel García, portavoz de Vecinas y vecinos de Barrios y Pueblos de Madrid, entidad que nuclea esta de protesta, señala que "La principal denuncia que planteamos es clara: la sanidad pública madrileña está desbordada. Actualmente, hay cerca de 1.070.000 personas en lista de espera para ser atendidas en distintos servicios, lo que refleja el colapso del sistema."
El escribidor de este cuaderno lleva años participando en estas protestas frente al desmantelamiento de la Sanidad Pública madrileña. Lamentablemente, en esta ocasión, no pude ejercer este derecho ciudadano por un motivo de fuerza mayor: desde hace seis meses padezco una afección cervical severa que me impide llevar una vida normal al interferir en una serie de movimientos, entre ellos el de caminar. Una frustrante incapacidad para una persona con las características indicadas en el perfil del blog.
A la frustración derivada de la sintomatología que me afecta, se añade la incertidumbre en el diagnóstico del mismo pues soy una de esas de 1.070.000 personas en lista de espera para ser atendidas en los correspondientes servicios médicos. En mi caso, en Traumatología y Neurología, donde espero desde hace meses el oportuno diagnóstico que sitúe el origen del problema y su posible solución. Al pie de este texto, ofrezco mayor detalle.
Explica Isabel García: "Este colapso sanitario no es nuevo. Lleva más de dos décadas agravándose debido a una política sistemática de recortes y desmantelamiento de la sanidad pública madrileña. La iniciaron los gobiernos del Partido Popular, bajo el mandato de Esperanza Aguirre, con un modelo que favorece la privatización y el negocio de empresas cercanas. El paciente no importa. Somos víctimas de un sistema que ya no garantiza lo más básico: ser atendido cuando uno lo necesita".
En efecto, con Aguirre comenzó la nefasta política
sanitaria del Partido Popular, cuyos impulsores actúan como auténticos vampiros dispuestos a desangrar el
patrimonio público hospitalario, que desmantelan en beneficio de
grupos de interés privado. Al cabo de un par de décadas instalados en el poder, la trama extractiva del PP ya ni siquiera se molesta en aparentar que son gestores que ponen en práctica la doctrina del neoliberalismo. Tras la aparición en escena como presidenta de la Comunidad de Madrid, de Isabel Díaz Ayuso (IDA), persona sin la menor experiencia previa en gestión, pero absolutamente falta de escrúpulos políticos y morales aunque bien asesorada por un experto de comunicación, el saqueo se realiza a ojos vistas.
Con tanto descaro que fue el propio hermano de IDA uno de los que se llevó comisiones por el suministro de material sanitario en plena pandemia del Covid19. Cuando Pablo Casado, antepenúltimo líder nacional del PP, quizá más por rivalidad que por ética, se atrevió a denunciar este choriceo en una emisora de radio, firmó su sentencia de muerte política.
Sin embargo, no podemos ni debemos olvidar la drámática dimensión de la muerte real de los 7.291 ancianos que contrajeron el virus en las residencias de la tercera edad y fallecieron en ellas en condiciones terribles al negárseles la asistencia hospitalaria conforme a los denominados protocolos de la vergüenza dictados por el Gobierno presidido por Díaz Ayuso. Cuya conclusión del asunto forma ya parte de la Enciclopedia General de la Infamia: "Total, se iban a morir igual".
En el curso de la reciente protesta de la marea blanca, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea madrileña, Manuela Bergerot, también ha cargado contra este modelo sanitario que favorece intereses privados "a cambio de favores inconfesables [...] El dinero que debería estar yendo a reforzar la Atención Primaria, que es el derecho a la salud de los madrileños y las madrileñas, se está yendo a engordar las cuentas del Grupo Quirón y, sobre todo, no sabemos a cambio de qué beneficio de la señora Ayuso y de ese triángulo amoroso entre su novio, Quirón y ella".
El indignante deterioro de la atención sanitaria que sufrimos más de 1.070.000 pacientes de la Sanidad Pública madrileña adquiere tintes de obscenidad cuando sabemos que IDA, su máxima responsable, IDA, convive en pareja en el lujoso dúplex de Alberto González Amador, otro notorio comisionista y defraudador fiscal confeso. En efecto, cobró comisiones millonarias (2.000.000 euros) por sus
contratos de mascarillas y material sanitario con proveedores de la
administración. Pretendiendo, además, ahorrarse 350.951 euros –es lo que le
reclama Hacienda– presentando facturas falsas de empresas fantasmas.
Desde que se evidenció este delito, Isabel y su amante, Alberto G. Amador, creyéndose impunes, han venido riéndose de la opinión pública, a la que han intentado intoxicar con versiones falsas del litigio. Llegando a afirmar que era Hacienda la que debía dinero a Alberto 'Quirón', alias con el que le distinguía Miguel Ángel Rodríguez, jefe del gabinete de la Presidencia y principal muñidor de la campaña de intoxicación.
A la larga, la impunidad encuentra sus límites como sentencia el refrán: No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague. Ahora, y tras largas dilaciones, tanto las 7.291 muertes de mayores en las residencias como el delito de Alberto G. Amador van a ser vistos por los tribunales de justicia. Solo falta que la mayoría de la población madrileña, que llevó a IDA a la presidencia de la comunidad, sea consciente de que, tarde o temprano, cualquiera de nosotros es susceptible de necesitar una adecuada atención médica. Y votar al Partido Popular y su tenebrosa banda de vampiros no es la mejor garantía de obtenerla.
UN CASO PRÁCTICO, por sufrirlo en carne propia, que ilustra la situación de un miembro del colectivo de pacientes en lista de espera de consulta con especialista en la Sanidad Pública de la Comunidad de Madrid. Un colectivo que supera de largo el millón de personas.
15/10/24 Consulta Neurología. Secuelas de neuropatía compresiva a raíz de un internamiento de 10 días en UCI por neumonía bilateral Solicitan electromiografía
13/01/25 Consulta Traumatología: Solicita radiografía de cervicales
17/01/25 Hosp. de la Princesa. Neurología. Electromiografía
19/02/25 Consulta Traumatología: Solicita resonancia magnética (RM)
27/03/25 Hospital Pío XII. Resonancia magnética
16//04/25 Consulta Traumatología. No ha recibido el informe de RM
03/06/25 65 días después de realizada la RM no he recibido cita en Traumatología para conocer el informe de la resonancia magnética. En Atención al Paciente confirman que el informe está realizado. Acudo al servicio de Citaciones, que ofrece como fecha disponible más inmediata el 19/09/25. En definitiva, me encuentro sin diagnóstico de una afección de columna invalidante.
La RM, por derivación, fue realizada en el Hospital Pío XII, centro de diagnóstico por imagen de gestión privada perteneciente al Grupo Vivo, del cual es consejero Rafael Catalá Polo, ex ministro de Fomento y de Justicia, sucesivamente, en el Gobierno del Partido Popular presidido por M. Rajoy.
Catalá Polo fue reprobado por el Congreso de los Diputados 16 de mayo de 2017 como consecuencia de las maniobras producidas en el seno del ministerio fiscal dirigidas a obstaculizar determinadas causas judiciales contra la corrupción y de las propias actuaciones del ministro en relación con estas causas. Esto le convierte en el primer ministro de la democracia reprobado por el pleno del Congreso.
En manos de delincuentes confesos y réprobos se halla la gestión de la Sanidad pública de la región presidida por una fruta.