lunes, 22 de junio de 2009

Para combatir su impotencia, el ministerio de Trabajo castiga a los sexagenarios



Impedir que salga al extranjero una persona que entra en desempleo al llegar a la edad en la que nadie le va a ofrecer un trabajo, es una de las medidas más estúpidas
-y posiblemente anticonstitucionales-
que se le ha ocurrido al equipo ministerial
dirigido por Celestino Corbacho.



El barbudo filósofo revolucionario Karl Marx dejó dicho que, bajo un sistema capitalista, un ministerio de Trabajo no podía ser otra cosa que un ministerio de la impotencia. Y el actual titular del cargo, Celestino Corbacho, confiesa sentir esa impotencia. Política, por supuesto.

En una entrevista concedida al diario ABC, ante la pregunta de si el paro le ha quitado el sueño, Corbacho responde: "No, pero he sentido muchas veces la impotencia que provoca que por mucha dedicación y trabajo que quieras poner a la resolución de este problema es como un muro débil delante de la fuerza que tiene la ola. Pero lo que no se debe hacer nunca es arrugarse, por muy difícil que sean las cosas, jamás se debe tirar la toalla. Es una máxima en mi vida, en la que no todo ha sido fácil, porque he tenido que luchar contra elementos que siempre han significado dificultades. Y el paso del tiempo no me ha hecho inmune a determinadas situaciones, que me siguen afectando, aunque no hasta el extremo de quedarte agazapado. Hay que recobrar fuerzas cada día y yo lo hago. Impotencia he sentido muchas veces, pero debilidad y flaqueza nunca."

Contra el desempleo, un gobierno puede hacer bastante poco. Salvo en lo que concierne al cuerpo funcionarial vitalicio, el Gobierno no tiene la menor competencia en la oferta de empleo, una facultad que pertenece en exclusiva al mundo empresarial. Que en el mejor de los casos, oferta empleo si tiene expectativas de obtener una ganancia. Y en el peor, cuando la patronal actúa corporativamente, mantiene el desempleo como estrategia disciplinaria.

Y si don Celestino, con todo su equipo, no puede hacer nada para crear empleo, pero tampoco está dispuesto a dejarse invadir por la debilidad y la flaqueza ¿cómo dar salida a su firmeza? Ya que no tiene atribuciones sobre los empresarios, descarga sus energías sobre las huestes a su cargo: los desempleados que, ante la perentoria necesidad de cobrar un subsidio por desempleo inferior al umbral de pobreza oficial, han de estar siempre a lo que se les mande.

Incluidos quienes, por haber entrado, o estar a punto de entrar, en la sesentena, ese tramo de edad crítico a efectos laborales, tienen escasísimas probabilidades de encontrar un empleo. El caso es vigilar, disciplinar, castigar de una forma tan absurda como estúpida a quienes no tienen la menor responsabilidad en la gravísima crisis actual.

En el Ejército, al menos en la época franquista, se ha dado el caso de arrestar a un camión porque se averió durante unas maniobras. Ahora, el Gobierno, en vez de castigar a los banqueros, castiga a los desempleados. El PSOE, ya lo ven, haciendo méritos para remontar esa tendencia a la pérdida de votos registrada en las pasadas elecciones europeas.

Este asunto, ya tratado en este blog, vuelve a ponerse de relieve una vez más a raíz de la carta enviada al diario El País, por otra ciudadana afectada por esta tropelía.


Desempleo y tarjeta sanitaria europea
MARÍA JOSÉ RAMOS SABATIÉ - Majaelrayo, Guadalajara - 21/06/2009

Estoy en paro desde el año 2001 y vengo cobrando el "subsidio para mayores de 52 años", que me corresponde por haber cotizado a la Seguridad Social los años suficientes para tener derecho a una jubilación cuando me toque.

Desde hace ya unos cuantos años vengo sacando y renovando cada año la tarjeta sanitaria europea a la que tiene derecho cualquier ciudadano de la Comunidad Europea para viajar libremente por ella, ya que, no disponiendo de medios económicos boyantes, "intercambio" mi casa para poder viajar de vez en cuando por el mundo.

Pero este año, primera sorpresa, me la deniegan. Según nueva normativa, como soy "desempleada" y cobro un subsidio, necesito un permiso del Inem para obtener dicha tarjeta. Acudo presta a las oficinas más cercanas para pedir más información.

Segunda sorpresa: lo que llaman "permiso para viajar" no es tal, sino una "solicitud para que se me dé de baja temporal como desempleado". Este formulario incluye que sólo se podrá pedir por un mes al año "dentro del territorio nacional", la empleada de turno me especifica que también 15 días al año fuera de él.

Me entero también de que este "permiso" se tiene que pedir el mismo día de la fecha prevista para el viaje, ya que cuenta a partir del mismo día que se solicita. Me parece muy grave. Nadie me ha avisado de esta merma de mis derechos como ciudadana española y europea.

1. No me parece de recibo "solicitar que se me dé de baja como desempleada" sólo para, sospecho, hacer que bajen las estadísticas del paro a mi costa.

2. Si en ocho años, el Inem no me ha ofrecido ni un solo puesto de trabajo, no entiendo en qué ley se pueden amparar para obligarme a esperar confinada en mi casa los seis años que faltan para mi jubilación.

3. Ni en qué ley se ampara la Seguridad Social para denegarme la
cobertura. En su página, con respecto a la tarjeta sanitaria europea, no especifican nada de eso.

Me parece indignante y discriminatorio que a una persona, mayor de 52 años, con una pensión mínima, que ha cotizado durante más de 25 años, se le obligue a contratar un seguro sanitario privado si quiere viajar por Europa. Es más, sospecho que es anticonstitucional.



5 comentarios:

  1. Tales violaciones aquí de los derechos básicos para sexogenari@s no es, por desgracia, nueva; ni tampoco nada inexplicable.

    Esa mansedumbre con la que soportamos un régimen parlamentario realmente -mas no democrático- sólo para usos y disfrutes en exclusiva por las cuotas o listas 'cerradas, bloqueadas e irremediables' del oligárquico partidismo electorero... es origen de todo ello [ver "Personas Adultas y menos o más Mayores pero, Sin ocupación, hoy No representadas"] =
    http://redforma.zoomblog.com/archivo/2009/02/24/

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  2. Si como sospecha la lectora, este asunto podría ser anticonstitucional ¿a qué están esperando los sindicatos para exigir la derogación de esa norma?

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  3. El ministro Corbacho es el azote no sólo de los desempleados sino de su peor pesadilla: los inexistentes en la legislación vigente "prejubilados". Mal ministro éste que mantiene los tugurios llamados oficinas del Inem, plagados de funcionarios déspotas, engreidos e ignorantes que no son capaces de encontrar empleo al parado, como sería su trabajo, pero sí se permiten el lujo de interpelar con chulería al recién llegado en busca de información, con exigencia postinera: "Defíneme lo que es un prejubilado", porque aquí no nos consta.
    Salud.

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  4. Voy a cumprir 57 años tengo 34 cotizados a la Seguridad Social en Suiza quien me va a da a mi trabajo aqui en España me supongo que nadie estoy cobrando el subsidio de mayore 52 años tenia tarjeta sanitaria Europea y ahora me la an denegado no porque pueda costearme viajes simplemente para visitar el pais vecino Portugal que lo tenemos a 20 kilometros,sabiendo que en Portugal nadie quiere enfermar por no enrar en detalles.

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  5. Nadie te prohibe salir del país.
    Cuando trabajas para cualquier empresa, ¿tienes que pedir permiso para irte de vacaciones?
    Cuando estás percibiendo una prestación por desempleo, tu trabajo es buscar un empleo, por lo tanto, tienes la obligación de comunicar a quien te paga, que es el SEPE, que te vas a ir al extranjero.
    Como he dicho, nadie te prohibe salir, pero dejas de cobrar, como en cualquier otro trabajo.
    Hace falta echarle morro.

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