
Un grupo de ONG y comités de agencias de la ONU en España han vuelto a clamar "basta ya" ante el "insoportable sufrimiento" bajo el que vive sometida la población de la Franja de Gaza, víctima de un "castigo colectivo" frente al que entienden que deberían tomar medidas los gobiernos de todo el mundo, entre ellos el español.
Tras casi 80 días de asedio, las autoridades israelíes han permitido que un número reducido de agencias y organizaciones reanuden la entrega de ayuda limitada.
Entre el 19 de mayo y el 10 de junio, solo 6.000 toneladas de ayuda han entrado en Gaza por esta vía. Esto equivale al sustento de menos de 300.000 personas durante un mes con requisitos mínimos diarios de alimentos. Se trata, por tanto, de una pequeña fracción de lo que se necesita para una población de 2,1 millones de personas hambrientas y desesperadas.
Además, las demoras en las aprobaciones de movimiento, las rutas cambiantes e inseguras, las intensas operaciones militares y el colapso del orden público y la seguridad siguen restringiendo severamente las operaciones para recoger esta ayuda en el cruce de Kerem Shalom y ponen al personal humanitario, los conductores y los camiones en riesgo significativo.
Se siguen reportando tiroteos contra personas que intentan acceder a los suministros de alimentos en los puntos de distribución militarizados impuestos por Israel. Al menos 224 personas han sido asesinadas y 1.858 han resultado heridas.
Este humillante sistema obliga a miles de personas a caminar largas distancias para intentar recoger algo de ayuda y excluye a las más vulnerables y a quienes viven demasiado lejos.
A pesar de la falta de ayuda y los desafíos existentes, UNRWA continúa brindando servicios a las comunidades desbordadas por 20 meses de bombardeos, desplazamiento forzado y falta de recursos esenciales.
Alrededor de 12.000 trabajadores y trabajadoras de UNRWA en Gaza siguen prestando servicios y asistencia a toda una población necesitada, a la vez que lideran la respuesta humanitaria colectiva
Fuente. UNRWA Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo.
Ahora se sabe que el ejército del Estado judío ordena directamente a sus tropas disparar de manera deliberada a gazatíes desarmados que no suponen ninguna amenaza cuando se agolpan en esos caóticos centros de reparto que han acabado convertidos en un "campo de exterminio", según ha publicado este viernes el diario israelí Haaretz.
Los disparos se producen, especialmente, en los momentos previos a la apertura y cuando ya han cerrado las instalaciones, algo que desconocen los propios palestinos, según un oficial israelí. Según las cifras aportadas por el Gobierno de Hamás en la Franja, en solo un mes desde su puesta en marcha, 549 personas han fallecido y 4.066 han resultado heridas por ataques israelíes cuando iban a buscar comida.
Relata un soldado israelí: "Donde yo estaba destinado, entre una y cinco personas morían cada día. Los tratan como una fuerza hostil: sin medidas de control de multitudes, sin gases lacrimógenos, solo fuego real con todo lo imaginable: ametralladoras pesadas, lanzagranadas, morteros. Luego, una vez que se abre el centro, los disparos cesan y saben que pueden acercarse. Nuestra forma de comunicación son los disparos”, relata otra de las fuentes militares. “Abrimos fuego temprano por la mañana si alguien intenta ponerse en fila a unos cientos de metros de distancia, y a veces simplemente cargamos contra ellos a corta distancia. Pero no hay peligro para las fuerzas”,