viernes, 18 de diciembre de 2015

Cuando el trabajo se convierte en una indecencia

"El trabajo decente resume las aspiraciones de la gente durante su vida laboral. Significa contar con oportunidades de un trabajo que sea productivo y que produzca un ingreso digno, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la sociedad... 

....libertad para que la gente exprese sus opiniones, organización y participación en las decisiones que afectan sus vidas, e igualdad de oportunidad y trato para todas las mujeres y hombres". 

Así define la Organización Internacional del Trabajo el concepto del trabajo decente. Esa idea del trabajo que dignifica a la persona que lo desarrolla es diametralmente opuesta a las condiciones degradantes que imperan en el panorama laboral de España. 

Que Mariano Rajoy Brey, responsable máximo, por elevación, de la Gürtel y resto de tramas de corrupción organizadas por el Partido Popular, se sienta (falsa y teatralmente) ofendido por el hecho de que un adversario político le diga que es un político indecente es un asunto de escasa relevancia. Son gajes del oficio incluidos en el sueldo y sobresueldos. Lo sorprendente son las reacciones de algunos primeros espadas del meapilismo mediático que se han apresurado a reprochar a Sánchez que ulizase ese calificativo en el curso del debate a dos celebrado en TVE.

Indecente no es un insulto, sino un adjetivo que no debiera extrañar a Rajoy, usuario habitual de la truculencia en el discurso. Y si no, véase el florilegio de insultos que Ignacio Escolar se ha encargado de espigar en el campo de Agramante donde cocean a su gusto los peores cascos de la Celtiberia.
 
George Grosz: Los pilares de la sociedad


Lo verdaderamente escandaloso es la magnitud de los empleos que no cumplen esos mínimos requisitos que permitan calificarlos como trabajos decentes. Esta indecencia laboral es una de las consecuencias del paso por el Gobierno del equipo ministerial de Rajoy. La precariedad y la baja calidad son los principales rasgos del trabajo que se genera en España. 400.000 empleos menos a tiempo completo y 350.000 menos con contrato indefinido son el bagaje de la legislatura dominada por el Partido Popular. El 12,6% de la población con empleo sufre pobreza laboral. En el caso de los más jóvenes, la situación afecta a uno de cada cinco. Casi medio millón de personas menos trabajan o buscan empleo en España desde 2011. Pese a la bajada del desempleo, la legislatura del PP termina con 104.000 ocupados menos.

El colmo de la precariedad: contratos de ocho minutos




martes, 17 de noviembre de 2015

Fraude en el abono de transporte reducido para personas desempleadas

Fraude en el abono de transporte reducido para personas desempleadas. Fraude, sí, pero no por parte de los usuarios. Se trata de un auténtico fraude político por parte del Gobierno madrileño, al haber anunciado a bombo y platillo la puesta en marcha de una medida que, a la hora de la verdad, sólo se concederá al 1% de las personas afectadas por el desempleo en la Comunidad de Madrid. 


Uno de los tópicos manejados por la gente biempensante sostiene que "el trabajo del desempleado consiste en buscar trabajo". Argumento que roza el absurdo en una época en que el empleo, por una conjunción de causas tecnológicas y económicas, desaparece a marchas forzadas de la estructura  social.

La escritora francesa Viviane Forrester, en su libro El horror económico, destaca una de las vertientes por las que se desliza el absurdo economicista:

¡Seguimos rutinas insólitas! No se sabe si es cómico o siniestro que, ante la falta constante, indesarraigable y creciente de puestos de trabajo, se obligue a los millones de desempleados, cada día laborable de la semana, el mes o el año, a salir a la búsqueda “efectiva y permanente” de ese trabajo que ya no existe. Cada día, semana, mes, año, se los condena a postularse en vano, frustrados de antemano por las estadísticas. Porque hacerse rechazar cada día laborable de cada semana, mes e incluso año, ¿no sería un empleo, un oficio, un aprendizaje? ¿Es un destino verosímil? ¿Una ocupación racional? ¿Una forma recomendable de emplear el tiempo?”


Conforme a la lógica biempensante, para que una persona en paro laboral pudiera dedicar su tiempo a buscar ese cuasi inexistente trabajo debería facilitársele, al menos, el acceso gratuito a los medios públicos de locomoción. El colmo del absurdo se produce cuando un gobierno biempensante, como el que hoy rige (otro auténtico horror) los destinos de los habitantes de Madrid, dicta una medida destinada a proporcionar a la población desempleada un abono de transporte a precio razonablemente reducido... al que, dados los requisitos exigidos, sólo tendrá acceso el 1% aproximado de las personas que se halla en esa situación.

Estos requisitos han sido descritos en la detallada información publicada en Espacio Madrid, que reproducimos a continuación.   



Queremos ahorrarte la búsqueda de condiciones y la duda de si podrás o no beneficiarte de este nuevo abono para desempleados por 10€, así que te resumimos las condiciones para inscribirte al Programa de Activación de Empleo (puedes apuntarte hasta el 15/04/2016 el Servicio Público de Empleo Estatal), para no hacerte perder más tiempo.
Quizás seas de los poquísimos afortunados en pasar todas estas barreras y hacerte con tu abono por 10€ que nos parece de lo más injusto. Tienes que cumplir todos los requisitos en el momento de la solicitud:
  1. Que hayas agotado hace seis meses alguna de las ayudas o prestaciones: hasta el tercer derecho a la RAI, el programa PREPARA o el PRODI. No haberte beneficiario de ningún tipo de prestación por desempleo durante los últimos 6 meses. Esto quiere decir que si no tenías derecho a ninguna de las tres por no cumplir alguna de las condiciones en concreto, entonces no puedes solicitarlo.
  2. Que estuvieras inscrito como demandante de empleo el 1 de diciembre de 2014. Aunque se puede prescindir de este punto si en dicha fecha trabajaste por cuenta ajena menos de 90 días.
  3. Llevar inscrito en el INEM 360 días en los últimos 18 meses.
  4. Que no tengas rentas y si cargas familiares (tener a cargo al cónyuge o algún hijo menor de 26 años, o mayores discapacitados, que carezcan de ingresos mensuales superiores a 486,45€). La suma de todos los ingresos mensuales obtenidos por todos los miembros de su unidad familiar dividida por el número de miembros que la componen, incluido el solicitante, no debe superar los 486,45€ brutos.
  5. Que no tengas derecho a una renta mínima, salario social o ayudas análogas. Que no hayas cesado voluntariamente en un trabajo realizado tras el agotamiento de cualquiera de las ayudas citadas en el primer punto.

¿Quién no podrá apuntarse al programa y por lo tanto no puede acceder al abono de 10€?

  1. Si estás cobrando algún tipo de ayuda: RAI, PREPARA o PRODI.
  2. Una persona en el paro, menor de 45 años, sin cargas familiares y que su pareja cobre 975€ brutos (independientemente de que se tenga o no que pagar hipoteca, comer, pagar recibos y sobrevivir, aún sabiendas que con ese sueldo no puede vivir ni una persona sola).
  3. Si te embargaron la vivienda por no poder pagarla y te ha tocado volver a casa de tus padres y no tienes ingresos (pero si muchas deudas), y los ingresos totales de la familia, dividido entre el número de miembros es de 486,45€/cada uno, tampoco tienes derecho.
  4. Si se te olvidó sellar el paro unos días y te sancionaron una vez en la ayuda del RAI, el programa PREPARA o el PRODI. Tampoco tendrás derecho.
  5. Si desconocías que tras finalizar la prestación o subsidio por desempleo, existía la ayuda PREPARA, pero que tenías solo dos meses para solicitarla y al no hacerlo lo has perdido. Y al ser menor de 45 años y sin cargas familiares no puedes acceder al RAI. Aunque no tengas ningún derecho de subsidio, ni ingreso, ni dinero para comer, pagar los recibos de la luz/gas o transporte público para llegar a una entrevista de trabajo. Tampoco tendrás derecho.
  6. Si estás cobrando el primer, segundo o tercer derecho del RAI. O justo acabas de finalizar el tercer derecho, pero como tienes que estar 6 meses sin cobrar y hasta que no pasen estos 6 meses no puedes solicitar inscribirte al Programa de Activación de Empleo (con fecha límite hasta el 15/04/2016, no llegando a tiempo). Tampoco tendrás derecho.







sábado, 14 de noviembre de 2015

París, 13.11.2015


Profundamente conmovido por la matanza en las calles de París. Que no debe hacernos olvidar otros horribles sucesos como la tremenda matanza de 148 estudiantes cristianos en la escuela de Garissa, Kenia, perpetrada  por un grupo armado perteneciente a Al Shabab (Haraka al-shebab el-moudjahidin, en árabe "Movimiento Juvenil Mujahidin"). We (must) are all kenians 

O los cerca de 100 muertos en un atentado múltiple de Boko Haram en el noreste de Nigeria
 Siete preguntas incómodas sobre ISIS y las guerras contra el terrorismo
Iñigo Sáenz de Ugarte (El diario.es)


martes, 27 de octubre de 2015

Un ingreso garantizado para conquistar el pan y disfrutar de las rosas


Es necesario que la mujer, una gran mayoría de mujeres, comprendan el potencial liberador de un Ingreso Garantizado con carácter universal y asuman su defensa dentro de los partidos, asociaciones y otros ámbitos de activismo civil en los que participen.

Este escribidor tiene la convicción de que la Renta Básica Universal (RBU) comenzará a ser una realidad tangible el día en que las mujeres comiencen a tomarse en serio esta idea de reforma social. Porque, hasta ahora, y salvo contadísimas excepciones, el debate sobre las potencialidades de avance social que contiene la RBU, su viabilidad económica y su pertinencia normativa se ha venido jugando en el campo de opinión masculino.

De entrada, una simple cuestión numérica abona mi convicción. La naturaleza ha tenido el exquisito detalle de repartir la proporción de sexos al 50% entre varones y hembras de la especie humana. Lo que significa que para los individuos que sepan aprovechar las circunstancias la convivencia resulta más divertida, siempre, eso sí, que ambas partes aprendan a respetar las reglas del juego. Por lo tanto, cualquier medida que aspire a organizar la sociedad de una forma más justa deberá contar con la aprobación de una mayoría social que guarde una adecuada proporción a lo previsto por la naturaleza.

Llevo varias décadas alentando la idea de la RBU, y he perdido la cuenta de los debates de toda índole en los que he participado. Discusiones casi siempre agrias, entabladas entre barbados varones enzarzados en polémicas cuasi metafísicas: como la que gira en torno a la hipótesis de que establecer un ingreso garantizado llevaría a mucha gente a abandonar sus empleos. ¡Como si en el momento actual, todo el mundo estuviera empleado! Hay, sobre todo en este país, millones de personas condenadas a un ocio forzado. Y la culpa de esa condena no la tiene una inexistente RBU.

Trabajo, ocupación y empleo, explico en Renta Básica Universal, la peor de las soluciones [a excepción de todas las demás], son categorías distintas que se superponen en la actividad de los individuos de la sociedad actual. Hay una gran cantidad de trabajos efectivos —autoproducción, cuidados de niños y ancianos, mantenimiento del hogar, etc— que la Contabilidad Nacional no considera empleos y, sin embargo, ocupan una gran cantidad del tiempo vital de muchas personas, mujeres en su mayoría.

Lourdes Lucía, Cive Pérez, José Miguel Sebastián y Carolina del Olmo en la presentación del libro en el CBA.
Foto: Gustavo A. Cuevas
Aunque sólo fuera por esta realidad, las mujeres deberían implicarse en la reivindicación de la RBU entendida como una participación en el producto social. La presunción de que un ingreso garantizado perpetuaría el papel vicario de la mujer no deja de ser un prejuicio. Es difícil creer que las jóvenes de hoy, educadas en valores de igualdad y acostumbradas a ejercer, al menos, las libertades formales que permite el capitalismo, se iban a quedar en casa con la pata quebrada si se implantase la RBU. Cabe más bien pensar que aquéllas que hoy sí se encuentran encerradas en casa y sometidas a la voluntad de un maltratador encontrarían en la RBU una herramienta de liberación.   

Esos trabajos que no están remunerados ni debidamente valorados por un modelo socioeconómico algo estúpido [dijo A. Machado que es de necios confundir valor y precio] han sido descritos en términos cuantitativos como estimación sobre el Producto Interior Bruto. Arthur Pigou utilizaba la parábola de la catástrofe que supondría para la Contabilidad Nacional el hecho de que un hombre se casara son su asistenta. Utilizando categorías menos brutales, las mujeres que comienzan a aproximarse a la idea de la RBU nos descubren otro rango de valores que se verían potenciados con un ingreso garantizado: el mundo de los afectos.

Escritoras como Carolina del Olmo en ¿Dónde está mi tribu? nos ayudan a contemplar el cuidado materno no sólo como la pesada carga que tradicionalmente ha recaído en la mujer, sino desde la perspectiva de que el ejercicio del afecto maternal, el derecho a cuidar de los hijos, es también una aspiración legítima compatible con la reivindicación de la igualdad real de derechos y obligaciones entre ambos sexos. Porque no deja de ser contradictorio que algunas mujeres puedan librarse de la carga del cuidado maternal gracias a un empleo bien remunerado que les permite pagar a otras mujeres, sociolaboralmente peor situadas, para encargarles ese trabajo. A Carolina quiero agradecerle desde aquí su gentileza aceptando acompañarme en la presentación de mi propio libro.

Por eso, es necesario que la mujer, una gran mayoría de mujeres, comprendan el potencial liberador de una RBU y asuman su defensa en todos aquellos ámbitos de activismo civil en los que participen. Incorporando a la idea del ingreso garantizado esa misma ambición que animó a las 25.000 obreras del textil de Lawrence (Massachussets) que en 1912 mantuvieron una huelga de dos meses. Lideradas por sindicalistas de la International Workers of the World, los woblies, estas obreras reivindicaban no sólo el sustento elemental sino todos esos “pequeños extras” como la educación, el derecho al voto, un lugar decente para vivir y trabajar, igual salario que los hombres y asistencia sanitaria. Que resumieron en un eslogan: Sí, luchamos por el pan, pero también luchamos por las rosas.



                            Bread and Roses 

As we go marching, marching, in the beauty of the day,
A million darkened kitchens, a thousand mill lofts gray,
Are touched with all the radiance that a sudden sun discloses,
For the people hear us singing: Bread and Roses! Bread and Roses!

As we go marching, marching, we battle too for men,
For they are women's children, and we mother them again.
Our lives shall not be sweated from birth until life closes;
Hearts starve as well as bodies; give us bread, but give us roses.

As we go marching, marching, unnumbered women dead
Go crying through our singing their ancient call for bread.
Small art and love and beauty their drudging spirits knew.
Yes, it is bread we fight for, but we fight for roses too.

As we go marching, marching, we bring the greater days,
The rising of the women means the rising of the race.
No more the drudge and idler, ten that toil where one reposes,
But a sharing of life's glories: Bread and roses, bread and roses.

Our lives shall not be sweated from birth until life closes;
hearts starve as well as bodies; bread and roses, bread and roses.

                                              Pan y rosas

Mientras vamos marchando, marchando, a través del hermoso día/ un millón de cocinas oscuras y miles de grises hilanderías / son tocados por un radiante sol que asoma repentinamente / ya que el pueblo nos oye cantar: -¡Pan y rosas! -¡Pan y rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, luchamos también por los hombres / ya que ellos son hijos de mujeres, y los protegemos otra vez maternalmente / Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte, / los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos / -¡dennos pan, pero también dennos rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, gran cantidad de mujeres muertas / van gritando a través de nuestro canto su antiguo reclamo de pan; / sus espíritus fatigados no conocieron el pequeño arte y el amor y la belleza / -¡Sí, es por el pan que peleamos, pero también peleamos por rosas!

A medida que vamos marchando, marchando, traemos con nosotras días mejores. / El levantamiento de las mujeres significa el levantamiento de la humanidad. / Ya basta del agobio del trabajo y del holgazán: diez que trabajan para que uno repose / -¡Queremos compartir las glorias de la vida: pan y rosas, pan y rosas!

Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte;/ los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos / -¡pan y rosas, pan y rosas!


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Poema Bread & Roses, compuesto por James Oppenhiem.

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Descargar aquí el trabajo de: Caitlin McLean, ‘Beyond Care: Expanding the Feminist Debate on Universal Basic Income‘(pdf), WiSE Working Paper Series No.1 September 2015, The Women in Scotland's Economy (WiSE) Research Centre, Glasgow Caledonian University

viernes, 9 de octubre de 2015

Las cúpulas dirigentes saben que, tarde o temprano, habrá que garantizar una renta básica a todo el mundo


El modelo de sociedad 20-80 está a la vuelta de la esquina. Bastará el trabajo de alredcdor del 20% de la población activa para hacerla funcionar. Esa minoría de trabajadores cualificados será suficiente para asegurar el control de las máquinas y procesos productivos. El 80% restante de la población sólo tendrá acceso a empleos de bajísima cualificación, serviles en su mayoría, o se verá condenada al desempleo estructural. Es obvio que hay que definir otro modelo de reparto de la riqueza generada gracias al imparable avance tecnológico.

Es obvio que las cúpulas dirigentes del mundo son perfectamente conscientes de la colosal avería que ha sufrido el artefacto del empleo. Y son conscientes también de que, tarde o temprano, tendrán que establecerse sistemas de rentas mínimas extensibles a sectores mucho más amplios que los contemplados por las actuales rentas de indigencia. Sin embargo, esas cúpulas se resisten a tomar medidas de ese tipo porque intuyen que ello, al empoderar de alguna manera a la mayoría social, significaría un detrimento de su poder actual.

Porque hay una gran diferencia entre la garantía de un ingreso vital, establecido como un derecho personal e incondicional a la existencia —que amplia el campo de libertad individual—, y las rentas mínimas condicionales —que otorgan poder a la institución que las concede—. En definitiva, al grupo de poder que maneja esa institución: ya sea la Administración Central del Estado o la Autonómica. Ningún partido está dispuesto ahora mismo a perder un sillón en cada una de las 17 administraciones autonómicas: el sillón de la Consejería de Asuntos Sociales. Y mucho menos al control del presupuesto de ayudas sociales.


Sobre esta y otras cuestiones trataremos en el curso de la presentación de un libro que confío sea útil para entender la pertinencia de establecer un ingreso garantizado. Es decir, una Renta Básica Universal ampliadora de derechos que sustituya a los cicateros e ineficaces sistemas de rentas mínimas que perpetúan la pobreza y la situación de dominio de los actuales grupos de poder.




sábado, 26 de septiembre de 2015

A favor de un Estatuto de Autonomía Personal


Con independencia de la bandera a cuya sombra transcurra su existencia, un pobre nunca podrá ser un ciudadano libre, pues la única nación en la que se verá abocado a vivir será el Reino de la Necesidad.



En lo tocante a cuestiones como religión, nacionalismo o espectáculos deportivos de masas el escribidor de este blog  se declara apatético. Es decir, que los debates en torno a estas materias más bien me aburren, ya que mi concepto personal de patria no tiene nada que ver con banderas sino con algo tan sencillo y utilitario como un lugar donde me pueda sentir bien (Ubi bene, ibi patria). En el año 2015, una persona medianamente formada no puede tomarse en serio los argumentos nacionalistas, tanto sean periféricos como mesetarios.

Hay un hecho cierto, y es la diversidad cultural de las distintas regiones o 'realidades nacionales' españolas. Diversidad un tanto diluida por la estandarización cultural impuesta por el predominio de la economía de mercado. Grandes centros comerciales, supermercados y franquicias restan color y variedad a la vida cotidiana. El otro gran patrón homogeneizador de la sociedad son las políticas neoliberales que han conducido a la desigualdad, a la pobreza y a la exclusión a millones de personas que habitan en el territorio de las antiguas provincias de Spania, voz fenicia que admite la sabrosa traducción de “tierra de conejos”.

En efecto, se sabe que los fenicios y los cartagineses llamaron a la Península con el nombre de Span o Spania, con el significado de oculto (país escondido y remoto). Existe otra versión de que el nombre proviene del término fenicio I-shphanim que literalmente significa: “de damanes”, (shphanim, es la forma plural de shaphán, “damán”, Hyrax syriacus) que fue con este vocablo con el que los fenicios decidieron, a falta de un nombre mejor, denominar al conejo, Oryctolagus cuniculus, animal poco conocido por ellos y que abundaba en extremo en la península. Otra versión de esta misma etimología sería Hi-shphanim, “Isla de conejos” (o, de nuevo literalmente, damanes).

Hoy, en esta Conejalia, se habla de autonomías regionales, independencias territoriales e incluso del “derecho a decidir”, sin aclarar muy bien quién debe ser el verdadero actor de la decisión. Por su parte, los conservadores del glorioso bando nacional salen de sus madrigueras al grito de España se rompe. Pero no se rompe la España de trapo que esgrime banderas de distinta forma y color. La que se rompe día a día, quebrada por las políticas que fomentan la desigualdad, es la gente de carne y hueso cuyo “hecho diferencial” más notorio consiste en ser pobre, con independencia del lugar de las Españas donde habite. 

Porque todavía está por ver que algún político decida romper una lanza por la autonomía personal de las gentes que viven en cada rincón de esos territorios. Pues, si por autonomía de la persona hay que entender la capacidad para elegir, hacer y actuar según las propias decisiones, esa autonomía, esa libertad de elección, no está al alcance de quienes viven bajo el umbral de la pobreza.

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Foto: La República.com

La política y la economía no serán actividades dignas mientras no sitúen a la persona como medida de todas las cosas. Representar a la persona por encima del territorio debería ser, por tanto, la gran prioridad de un Estado democrático, cuyos gobernantes son, no se olvide, elegidos por personas.

Una Renta Básica de Ciudadanía, universal e incondicional, es el primer paso en la senda que conduce a un Estatuto de Autonomía Personal para todos los habitantes de la España plural. Para ello, es preciso que los movimientos sociales que luchan contra la pobreza y contra la precariedad laboral exijan que los gobernantes aborden con valentía, sin complejos neoliberales ni gazmoñerías identitarias, la tarea civil de aumentar el grado de libertad real de las personas poniendo fin a las situaciones de pobreza dentro de su territorio. Con independencia de la bandera a cuya sombra transcurra su existencia, un pobre nunca podrá ser un ciudadano libre, pues la única nación en la que se verá abocado a vivir será el Reino de la Necesidad.