jueves, 17 de enero de 2013

¿Aún te quedan ganas de pagar el euro por receta en Madrid?


Cuando aquellos que nos predican e imponen austeridad llevan vidas tan poco ejemplares, desobedecer sus normas se convierte en un deber ético. En eso consiste la desobediencia civil. 

Dejo para el siglo que viene la bizantina y recurrente discusión ontológica sobre si todos los políticos son iguales. Porque ello implica establecer subcategorías de igualdad, V.g.: color del pelo, índices de masa corporal, estulticia y corruptibilidad. Lo que hoy me interesa destacar es que, aquí y ahora, en Madrid, los políticos que integran el equipo de Gobierno regional se conducen de manera tal que, no pudiendo vivir ajeno al entorno que me rodea, cada mañana me despierto con ataques de vómito al escuchar sus  declaraciones.

  En concreto, las que realizan los principales implicados en la vampirización de la Sanidad Pública: a saber, Esperanza Aguirre, Ignacio González y Juan José Güemes.


 

   Principal instigadora de la privatización de los servicios públicos de salud madrileños y, al cabo de varias décadas temporalmente apartada de la percepción de un salario pagado con impuestos, Esperanza Aguirre acaba de descolgarse con una singular propuesta: que para ser cargo público haya habido que trabajar antes en "alguna otra cosa [...] No puede haber políticos que no hayan cotizado a la Seguridad Social o que hayan sido autónomos". Esto, con el fin de que la política "no se convierta en una cosa de mediocres funcionarios sino el lugar donde van los mejores".

   Es un auténtico sarcasmo que esto lo diga precisamente Esperanza Aguirre, vulgarmente conocida por el alias de Condesa de la Mamandurria. Tal vez por eso de que de casta le viene al galgo, y  Esperanza Fuencisla es hija de José Luis Aguirre Borrell, que fue procurador en Cortes por el tercio sindical durante siete legislaturas como Empresario del Sindicato Nacional de Combustible. ¡Madre del Amor Hermoso, qué gran invento franquista: sindicatos donde militaban los empresarios!


  Dos años después de acabar sus estudios de Derecho, Esperanza Fuencisla accedió en 1976 al Cuerpo de Técnicos de Información y Turismo por oposición. Mérito que debe anotarse en su haber, aunque no tanto el hecho de ocupar la jefatura de servicio de Publicidad de Turismo de la Secretaría de Estado de Turismo justo cuando su tío, Ignacio Aguirre Borrell, era Secretario de Estado de Turismo. A partir de ahí ha vivido siempre de un sueldo público, bien como funcionaria o cargo electo.

   Otrosí puede decirse de Ignacio González, el suplente al que Aguirre dejó situado para que lleve a término el plan de acoso y derribo de la Sanidad pública madrileña. González es otro funcionario que ha desarrollado el grueso de su carrera ocupando cargos políticos. Por tanto, jamás "ha cotizado a la Seguridad Social" trabajando en una empresa privada o como arriesgado emprendedor. Otro liberal.

   Resulta que González acaba de comprarse el ático en en el que veranea desde hace años, en una lujosa urbanización cercana a Marbella. Hasta aquí todo normal, como el resto de los españoles Que tire la primera piedra el que no tenga, o no aspire a tener una segunda residencia para las vacaciones? Lo raro del caso es que González sintiera tantos reparos en declarar su normalidad. Pues ha venido negando sistemáticamente esa operación hasta que una juez de Estepona ha comenzado a investigar quién es el propietario del inmueble, un dúplex de lujo de casi 500 metros cuadrados, escriturado en 770.000 euros, pero del que las malas lenguas dicen que vale un millón*. Vamos, algo también normal para lo que se estila en estos tiempos de austeridad.


   ¿Es normal que un alto cargo público compre una vivienda a una empresa domiciliada en un paraíso fiscal? En concreto en Delaware (Estados Unidos) donde radica la sede social de Coast Investor LLC, la sociedad propietaria del piso hasta ahora. Bueno, viendo los hábitos del PP y sus tesoreros, debe ser normal. Ahora bien, ¿es ético?


  El tercer ejemplo de ética y vampirización de recursos públicos nos lo brinda Juan José Güemes, exconsejero de Sanidad del Gobierno regional de Madrid. Güemes formó parte del equipo de gobierno presidido por Esperanza Aguirre entre 2008 y 2010, que abandonó para dedicarse a la empresa privada. En 2008, bajo mandato de Güemes, la Consejería de Sanidad decidió que las pruebas analíticas de unos 1,2 millones de madrileños las gestionara una empresa privada y convócó un concurso público para adjudicar el servicio durante ocho años, con posibilidad de prórroga hasta 10. El concurso lo ganó la Unión Técnica de Empresas (UTE), formada por Ribera Salud y Balagué. La empresa suiza Unilabs también se presentó al concurso, pero lo perdió. Aparentemente, pues en noviembre de 2012 Unilabs compró el 55% de la citada UTE, que gestiona los laboratorios de seis hospitales públicos del sur de Madrid. Entonces, una información de la Cadena Ser descubrió el pastel: desde junio de 2012, Güemes había comenzó a trabajar para Unilabs, que le nombró consejero.

   O sea, una operación redonda: siendo consejero de Sanidad, Güemes privatiza un servicio. Dos años más tarde, es contratado por una empresa diferente de la que se adjudicó el concurso, con lo cual Güemes no incumple el régimen de incompatibilidades. Pero al poco tiempo, esta empresa compra el 50% de la UTE adjudicataria. El escándalo causado por esta fechoría fue de tal magnitud, que a los pocos días el interfecto tuvo que dimitir de su cargo en Unilabs. Lo más chocante del caso fue el apoyo público expresado por el Gobierno regional y por altos dirigentes del PP. Tanto Aguirre como Ignacio González y hasta la Defensora del Pueblo, apostaron por la corrección legal, ética y estética del empleo de Juan José Güemes.

    Las nada ejemplares vidas y trayectorias profesionales de estos tres personajes constituyen un perfecto ejemplo de la tensión existente en lo legal y lo legítimo. Aparte de privatizar hospitales y ambulatorios de la Sanidad Pública madrileña, González acaba de implantar el pago de un euro por receta médica. Una medida que puede que ni siquiera sea legal, dado que el Gobierno Rajoy acaba de recurrirla ante el Tribunal Constitucional. Pero lo que no cabe duda es que es de todo punto ilegítima. En primer lugar, porque significa un repago que viene a mermar los ingresos de los trabajadores y pensionistas más humildes. En segundo término, porque la desfachatez de estos eternos vividores de la mamandurria no invita precisamente a respetar sus normas.

  No sé qué les parecerá a ustedes, pero en tales circunstancias, pagar el euro por receta para que otros hagan oscuros negocios a nuestra costa es del género tonto; si me apuran, de pringaos. Que lo paguen, si así les place, los votantes del PP. Mas, por lo que a un servidor concierne, declaro, sin ruido pero con meridiana claridad, que lo va a pagar Rita la Cantaora.

   Para aclarar las cosas, permítanme recordarles que la desobediencia civil está considerada como una actitud legítima contra el Derecho, pero no un “derecho” en el sentido técnico del término. En su clásico libro Teoría de la Justicia, John Rawls, figura de referencia en la esfera jurídica internacional, adopta esta definición de la desobediencia civil, formulada originalmente por Hugo Adam Bedau:

"Alguien comete un acto de desobediencia civil, si y sólo si, actúa de manera ilegal, pública, sin violencia y conscientemente, con la intención de frustrar las leyes, políticas o decisiones de un gobierno."

   No pagar esta tasa es un acto de desobediencia civil, si bien de menor cuantía y de tercera regional. Una microdesobediencia que conviene practicar para cuando llegue el momento de ejercer la desobediencia a lo grande.


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ATENCIÓN: No es necesario rellenar el impreso. Según circular del Colegio de Farmacéuticos:

Los formularios, además de en las oficinas de farmacia, estarán disponibles en los Centros de Salud. (Importante: El COFM, como medida de contingencia, y ante la eventualidad de que la Consejería no facilite formularios suficientes, ha colgado en la web para descargarse el Formulario que, en casos de “excepcionalidad”, será soporte suficiente ante la Consejería.

2.2 Negativa a pagar la tasa y a rellenar el formulario habilitado al efecto. En el caso de que el paciente o persona que actúe en su nombre, además de no pagar la tasa se niegue a rellenar y firmar el formulario, el farmacéutico dispensará el producto, y en un formulario escribirá en la parte superior la leyenda “NIEGA TASA”, estampillará en el formulario el sello de la farmacia, lo firmará, y lo adjuntará a la receta (con un clip), sin más diligencias adicionales. Entregará al paciente una copia sellada (sello farmacia) y rubricada del mismo. En ambos casos, se advertirá al paciente que la Administración iniciará el procedimiento administrativo correspondiente para reclamar la deuda contraída.



Cada receta que nos neguemos a pagar constituye una infracción. Por lo tanto, por cada euro no pagado, la Comunidad Autónoma de Madrid, debe abrir un procedimiento y requerir de pago al infractor. Ofreciéndole que, en su caso, presente las alegaciones que considere pertinente. Y si no lo hicieras efectivo en el plazo otorgado se abrirá la vía de apremio. Todas las diligencias han de notificártelas en tu domicilio, si no fueras hallado o rehusaras las comunicaciones, se te notificarían por publicación en el BOCAM. Todas las resoluciones son susceptibles de recurso de alzada y potestativo de reposición. Que podrán hacerse simplemente repitiendo los motivos de la denegación del pago. Pero el papeleo administrativo puede alcanzar tal volumen que acabe atascando los servicios administrativos. 







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(*)  La juez de Estepona, en un auto fechado el pasado 9 de enero, también da por incorporado a la causa un informe de 141 folios sobre el ático elaborado por la Fiscalía Anticorrupción. Esta investigación tiene su origen en una denuncia presentada ante ese juzgado por el Sindicato Unificado de Policía (SUP), empeñado en demostrar que el citado ático es propiedad del presidente madrileño a través de sociedades interpuestas. La denuncia sostiene que el piso fue comprado en 2008 "por un fiduciario habitual llamado Rudy Valner, en nombre de una sociedad off shore llamada Coast Inverstors" por un millón de euros.

domingo, 13 de enero de 2013

Ira y Lux

En el fallecimiento de José María Delgado, un luchador, un hombre bueno, un amigo.

     
Con hondo pesar e intensa emoción leo un correo-e que me traslada el compañero Pepe Arrastia.

Nuestro amigo y compañero de luchas José María Delgado ha fallecido esta madrugada de sábado 12 Enero, sus restos están en el Tanatorio de SE-30, pásalo a los amigos que consideres. saludos libertarios / Federico Noriega
      

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     Conocí a José María en los tiempos en que un puñado de gente entusiasta, convencidos de que había que dar a la dictadura de los mercados una respuesta más contundente de la que ofrecían los partidos de la izquierda establecida, tratábamos de organizar en distintos puntos del territorio español secciones locales que suscribieran los principios de la plataforma ATTAC. Creada en Francia un par de años antes con exitoso resultado. Con su tenacidad militante, José María consiguió que se creara la sección de ATTAC Sevilla.

    Este movimiento era, y sigue siendo, un valioso elemento desde el que elaborar alternativas que ayuden a abrir los ojos a la gente que todavía sigue pensando que el Sistema, es decir, el capitalismo, sólo sufre una avería temporal. Ese es un primer paso, pero no suficiente. Pues aunque la clase trabajadora está perdiendo el horizonte de la lucha de clases, el partido de la clase propietaria lo tiene muy claro. Una de las personas más ricas del mundo, el norteamericano Warren Buffet, hizo una declaración a The New York Times tan certera como cínica: “Desde luego que hay una guerra de clases, pero es mi clase, la clase rica, la que está haciendo la guerra y la estamos ganando”. Es decir, la clase de los detentadores del capital financiero, mucho más temible, si cabe, que el capital industrial. 
      
    Eso no hacía falta que se lo explicaran a Jose María, obrero del metal, un curtido luchador durante la dictadura franquista, que sabía perfectamente que la lucha no había acabado con el espejismo de la Transición. Me asombraba su portentosa capacidad de lectura con la que era capaz de meterse entre pecho y espalda voluminosos tomos de pensamiento político. En su gran cabeza cabía toda la historia del movimiento obrero, pero él no era un teórico, sino un activista, un militante, que dedicaba todas sus energías a impedir que la dinámica de lucha entrase en vía muerta. Hablo de lucha no de manera retórica, sino de lucha por los derechos sociales, que se articulan de forma concreta en salarios, condiciones laborales, pensiones, sanidad y educación públicas. Es decir, todo eso que la parte temporalmente vencedora está destruyendo, aquí y ahora, con tanta saña como cinismo.

    Hablo de lucha por las libertades auténticas, que no tienen nada que ver con los hipócritas estereotipos que predica el discurso neoliberal. Libertad de despido es el corolario que mejor resume ese discurso. Para la gente que no posee otra cosa que su fuerza o capacidad de trabajo, como dijo un barbudo activista alemán al final del Libro III de su más famosa obra: "el Reino de la Libertad comienza allí donde termina el Reino de la Necesidad".
  
    La historia demuestra que sin lucha no se sale de la necesidad. Por eso José María era un luchador nato. No diré un espartaquista para no quedarme en el simplismo de las etiquetas. Ahora bien, toda regla tiene su excepción y él, un auténtico iconoclasta, declaraba tener como patrona a la Santa Rosa Luxemburgo.   


Foto
    Este hombre íntegro, bueno "en el buen sentido de la palabra bueno" me honró con su amistad. Cuantas veces fui a Sevilla, me abrió las puertas de su casa y medió para que se me abrieran las de la Real Fábrica de Tabacos, permitiendo que un libro de mi autoría fuera presentado en el salón de grados de la Facultad de Derecho. 
  
    En los últimos tiempos, hablaba con estoicismo del mal que corroía su recio corpachón. En otoño llegó a proponernos a Pepe Arrastia y a mí escribir un artículo sobre esos otros males que se ciernen sobre la sociedad española. Pero el tratamiento médico apremiaba y hubo de aplazar la la idea para mejor ocasión. Hace un par de semanas le envié un correo-e felicitándole el Año y deseándole, sobre todo, salud a chorros. Pero la realidad es que era la vida la que se le estaba escapando a chorros y ya no tuvo capacidad de atender la correspondencia.

  
Profundamente conmovido, tras recibir la triste noticia de su fallecimiento he entrado en su blog IRA y LUX donde veo que todavía, el miércoles, 2 de enero de 2013, hizo un postrer esfuerzo para escribir esta nota:  


Lectores y seguidores, habran comprobado el estado de abandono de esta bitácora. La causa no es otra que la imposibilidad a la que una larga enfermedad me tiene obligado .
En estos largos meses de abandono se han sucedido acontecimientos que, con independencia de la razón fundamental por las cuales interrumpo indefinidamente la publicación, particularmente la audacia, diríase revolucionaria , del gobierno Rajoy en la aplicación del más salvaje programa de desmantelamiento del estado del bienestar, hubiera requerido una mayor atención por mi parte; por otro lado la deriva independentista de la derecha catalana me obligaría a poner coto a cualquier relacion con la izquierda centrífuga.

Un saludo y espero retomar esta publicacion a la mayor brevedad
            
«Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros  luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles».  Bertold Brecht

    José María Delgado luchó hasta el final de su vida, recordándonos siempre que era hora de salir a la calle. Predicando no con la teoría, sino con el ejemplo. El título de su blog está tomado de un verso del poema de Gabriel Celaya, España en marcha: Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.

    A muchos kilómetros de Sevilla, ya que la distancia me impide hacer acto de presencia física en el velatorio para darle el último adiós, esta noche al menos estoy en vela escribiendo este recuerdo emocionado al luchador, al hombre bueno, al amigo.


sábado, 5 de enero de 2013

Juegos prohibidos


Los regalos de Navidad, especialmente los sofisticados juguetes que los niños nacidos en los países desarrollados reciben de manos de Santa Claus y los Reyes Magosconstituyen una excepción. Por tendencia de la naturaleza, todos los niños juegan, pero no de la misma forma en otras latitudes del planeta.

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En esta noche, mágica para los más pequeños este país, confío en que la mayoría de ellos reciban algún regalo, pese al Estado de Malestar decretado por el Gobierno. Entre las opciones más sofisticadas existe un juguete llamado Equipo Médico que, según el pertinente anuncio, contiene "muchos accesorios para divertirse jugando a los doctores! ¡Tiene un estetoscopio que funciona de verdad! También trae un aparato para tomar la presión, un termómetro que indica si el paciente está 'enfermo o sano', un otoscopio, una jeringuilla a resorte y un vendaje estilo brazalete. Todos los instrumentos caben dentro del suave bolso de 'doctor”. 

Como diría el boticario don Hilarión, hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad. Pues, cuando yo era pequeño, entre otros entretenimientos propios de la edad de la inocencia, las niñas y los niños jugábamos a los médicos. Juego del que no haré apología por si acaso sus pormenores resultaran políticamente incorrectos. Sólo quisiera resaltar que podía ser llevado a la práctica utilizando recursos propios, sin otoscopios ni zarandajas.

El mismo fabricante ofrece la sensacional mochila de Dora La Exploradora. Al apretarle la boca, se escuchan frases y canta la canción de la serie. Viene con accesorios para las exploraciones: brújula, videocámara, telescopio mágico y mapa, que se puede guardar todo en su interior.

Esta Dora también me recuerda la infancia. Pues, como no siempre había partenaires dispuestas a las cosas del curar, el de explorador era otro de mis juegos preferidos.
 
Cuando era pequeño tenía pasión por los mapas. Me pasaba horas y horas mirando Sudamérica, o África, o Australia, y me perdía en todo el esplendor de la exploración. En aquellos tiempos había muchos espacios en blanco en la Tierra, y cuando veía uno que parecía particularmente tentador en el mapa (y cuál no lo parece), ponía mi dedo sobre él y decía: "Cuando sea mayor iré allí".

Yo también me sentía identificado con esas palabras que, años después, leería en las primeras páginas de El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad. Y conseguí viajar por las pistas de arena saharianas a bordo de un 4-L hasta Tammanrasset, en pleno corazón de las montañas del Hoggar. En el Alto Atlas marroquí ascendí las cumbres de los Djebel Toubkal, M'Goun y Biginoussen, que superan la cota de los 4.000 m. Pero el África central es el gran viaje soñado por un chaval que veía a Bogart
sorteando los rápidos fluviales al timón de La Reina de África mientras guiñaba el ojo a doña Catherine. Y abría ojos de Guadiana ante el body que Ava Gardner, en Mogambo, ponía a refrescar en rústica ducha. Cuando ya me apuntaba el bozo, para qué negarlo, quería ser explorador como Stanley, más que nada por eso de acabar diciendo lo que procede en estos casos: "Dr. Livingstone, supongo". 

Lleva cuidado con lo que deseas, porque tarde o temprano acabará cumpliéndose, dice una vieja sentencia. El caso es que, para bien o para mal, un buen día, ya con muchos años encima, me encontré a mí mismo recorriendo las altas tierras por las que discurren las fuentes del Nilo, que Heródoto situó en los Montes de la Luna, el actual Ruwenzori. 

Y entre otras experiencias, tuve ocasión de ver los juguetes que gastaban los niños que habitan en esas altas, feraces y ricas tierras donde se producen, entre otros frutos del Edén, el aromático café y las deliciosas piñas que los europeos tomamos de postre a un precio relativamente bajo. No me extiendo en su descripción, las siguientes imágenes son elocuentes. 







No pertenezco a la tribu de los cenizos, así que nada más lejos de mi ánimo actuar como aguafiestas de nuestras cabalgatas de Reyes Magos. Sólo, poner de relieve otras realidades que uno ha visto. Para los niños que viven justo en el país soñado por los niños que sueñan con ser exploradores, jugar a ser sofisticados doctores de maletín es algo prohibido. O prohibitivo, que tanto da. Muchos de ellos puede que nunca hayan visto a un médico de verdad. Y la mayoría de las niñas se encuentra obligada a cargar a sus hermanitos a la espalda, y no precisamente porque estén jugando a las mamás.


    Fotos tomadas en Uganda,  CIVE PÉREZ




martes, 1 de enero de 2013

2013: Cantando desde la resistencia



 "Lo primordial es negarse a asfixiar 
 cuanto de vida podamos alumbrar…
Nos salvaremos por los afectos…
El mundo nada puede contra un hombre 

que canta en la miseria".

Con algo de retraso acuso recibo de la felicitación de Año Nuevo que me envía mi querida amiga María Novo. La encabeza con esta cita de La resistencia, de Ernesto Sabato, a las que añade unas hermosas reflexiones de su propia cosecha que quiero compartir con vosotros. 
 
Alumbrar vida es seguir en pie,
 saber soñar y rebelarse a un tiempo,
confiar en lo improbable,
haciéndole un sitio en nuestro día a día,
para que se convierta en posible
vestido de esperanza y de coraje.

Nuestras armas no son de guerra,
si siquiera son artefactos mecánicos.
Se llaman imaginación, resistencia,
y también afectos, redes de manos enlazadas…

Ellas derriban muros, abren puertas.
Y ya hemos aprendido a abrazarnos…

Con ese pequeño/gran tesoro para el viaje,
cantemos juntos, amigos,
para que no nos secuestren la alegría.

Y el mundo nada podrá contra nosotros…

Cuentan que había un hombre que era tan pobre que sólo tenía dinero. Y también escuché decir que el hombre feliz no tenía camisa. Sin llegar a los extremos de la metáfora, tener algunas camisas en el armario y algo de dinero que permita viajar en transporte público para reunirse con los amigos suele aportar apreciables dosis de felicidad a quienes han sabido apartar su mirada de la engañosa ambición de lograr cosas materiales. Pues una de las primeras lecciones que debieran enseñarse en la facultad de Económicas es que morirse teniendo mucho dinero en la cuenta bancaria es una operación ineficaz y francamente desastrosa.

 

Las mejores cosas de la vida no cuestan dinero: un beso, una caricia, una sonrisa, una risa abierta, una noche llena de besos, caricias, sonrisas y risas... Los afectos no cuestan dinero, aunque constituyen un tesoro que hay que ganárselo. Incluso en las más negras noches que nos puede tocar vivir en un mundo cuya historia está escrita con más páginas de infamia que de humanismo, si tenemos un puñado de afectos guardados en nuestro almario podremos cantar, dando la razón a Sabato: "El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria". 

Frase que, por cierto, me trae a la memoria un fragmento de otro de nuestros tesoros, el de las letras, en el que se cuenta el episodio en que el cachazudo Sancho Panza, habiendo sido nombrado gobernador de la Ínsula Barataria, hubo de celebrar un singular juicio. El caso es que se presentó un corchete que traía asido a un mozo al que había detenido al notar que huía ante su presencia. Tras interrogarle sumarialmente, Sancho dispone que duerma esa noche en la cárcel. Ved la respuesta que dio el mozo:

—Por más poder que vuestra merced tenga —dijo el mozo—, no será bastante para hacerme dormir en la cárcel.

—¿Cómo que no? —replicó Sancho—. Llevadle luego donde verá por sus ojos el desengaño, aunque más el alcaide quiera usar con él de su interesal liberalidad, que yo le pondré pena de dos mil ducados si te deja salir un paso de la cárcel.

—Todo eso es cosa de risa —respondió el mozo—. El caso es que no me harán dormir en la cárcel cuantos hoy viven.

—Dime, demonio —dijo Sancho—, ¿tienes algún ángel que te saque y que te quite los grillos que te pienso mandar echar?

—Ahora, señor gobernador —respondió el mozo con muy buen donaire—, estemos a razón y vengamos al punto. Presuponga vuestra merced que me manda llevar a la cárcel y que en ella me echan grillos y cadenas y que me meten en un calabozo, y se le ponen al alcaide graves penas si me deja salir, y que él lo cumple como se le manda. Con todo esto, si yo no quiero dormir, y estarme despierto toda la noche sin pegar pestaña, ¿será vuestra merced bastante con todo su poder para hacerme dormir, si yo no quiero?



Ahí está la gran lección: Con todo su poder para desposeernos, con toda su fuerza represiva, por más grillos y cadenas que cargue sobre nosotros, el Orden Establecido no podrá imponernos el sueño si nuestra voluntad es firme. Somos propietarios de nuestros sueños pues, al fin y al cabo, esa es la naturaleza de la que estamos hechos: We are such stuff as dreams are made on (Shakespeare, La tempestad, con permiso de Sam Spade).

Cuando queramos soñar, soñaremos. Pero ante la visión de la injusticia no podemos permitir que nos anestesien la conciencia, que intenten dormirnos contándonos cuentos inmorales. "La Historia, dice Sabato, es el más grande conjunto de aberraciones, guerras, persecuciones, torturas e injusticias, pero, a la vez, o por eso mismo, millones de hombres y mujeres se sacrifican para cuidar a los más desventurados. Ellos encarnan la resistencia".