jueves, 30 de junio de 2011

Pensionazo: el 15-M llegó tarde para detenerlo


El Gobierno ha logrado aprobar en el Congreso la reforma de las pensiones con el único apoyo de CiU ante la práctica indiferencia de la opinión pública. Ahora, el texto del dictamen ha pasado al Senado, donde lo previsible es que sea aprobado durante los meses veraniegos. Las directrices neoliberales de Bruselas han alcanzado sus objetivos, sin que las protestas del 15-M hayan servido para detener el proceso de precarización de las pensiones públicas.



Tras el acuerdo alcanzado, el pasado mes de enero con Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores, el Gobierno presentó en el Congreso su proyecto de reforma de las pensiones públicas. El 27 de junio, la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso de los Diputados ha aprobado con competencia legislativa plena el dictamen del proyecto de ley de la reforma con los votos a favor de PSOE, CiU y la abstención del PNV, mientras que ERC-IU-ICV y BNG han votado en contra por su rechazo a la principal medida del proyecto: el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años. También ha votado en contra el PP, siguiendo ese contradictorio juego de criticar al PSOE por tomar las medidas que los populares habrían aprobado en caso de llegar al Gobierno.

Las protestas y acampadas del movimiento 15-M tampoco han logrado detener el proyecto de precarización de las pensiones. Los protestatarios del 15-M han captado la simpatía de la opinión pública, al hacer visible el malestar que invade a la población tras las continuas agresiones a su bienestar. Pero, aparte de marchas y acampadas, el de los "indignados" es un movimiento todavía en proceso de autodefinición, que no dispone de líneas eficaces de acción con capacidad de influir en la realpolitik.

En el caso de las pensiones públicas, esa realidad política se traduce en el eufemístico título de la Ley de Actualización, Adecuación y Modernización del Sistema de Seguridad Social, que es el nombre técnico de la reforma que ahora pasa al Senado. Aquí, el PP tiene mayoría, pero ya se las arreglará para no votar a favor y, sin embargo, permitir que la reforma llegue a colmo. Eso sí, haciendo gala del cinismo con que se conduce la derecha nacional, en vez de aplaudir a quienes le dejan hecho el trabajo sucio, sus representantes aprovecharán para criticar al Gobierno. En especial, poniendo como chupa de dómine a su presidente, Rodríguez Zapatero.

En esencia, el pensionazo consiste en no tocar la situación de los trabajadores que se jubilarán de aquí a 2012, para evitar votantes cabreados en las próximas elecciones. A partir de 2013, los sucesivos recortes mermarán sensiblemente las condiciones de vida del grueso de los integrantes de las generaciones que actualmente tienen menos de 50 años cuando alcancen la tercera edad.

De entrada, a partir de 2013 se elevará progresivamente la edad de jubilación hasta alcanzar los 67 años, dos más que en la actualidad, así como los períodos de cotización exigibles para tener derecho a cobrar una pensión. Perfilar un horizonte de treinta y muchos años de cotización en un país con casi cinco millones de desempleados, muchos de ellos de larga duración, y con millares de jóvenes que no tienen acreditado ni un sólo día de cotización en su precaria carrera laboral, supone crear las condiciones para consolidar la precariedad de los futuros pensionistas.



Nuestros legisladores, que hace tiempo se aseguraron pensiones máximas para sí mismos, ni siquiera han tenido el detalle de introducir en la ley un plan de subidas de la cuantía de las pensiones mínimas. Que en muchos casos se sitúan por debajo del umbral de la pobreza. Como mucho, han introducido una enmienda que elevará la base reguladora de la pensión de viudedad del 52% al 60%. De los 8,6 millones de pensionistas que hay en España, 2,3 millones reciben pensiones de viudedad cuya medias a nivel nacional está en 585 euros.

Otra enmienda, introducida a última hora por el PSOE tras llegar a un acuerdo con CC OO y UGT integrará a los empleados de hogar en el régimen general de la Seguridad Social. Lo que supone una equiparación de derechos y deberes con el resto de trabajadores.

Para que los empleados de hogar puedan ser dados de alta deben tener un contrato en el que como mínimo se estipule: número de horas de trabajo semanales; salario mensual o por hora; salario en especie; si existe o no pacto de horas de presencia y su retribución; si existe o no pacto de pernoctación y su retribución, y el número de cuenta bancaria del titular del hogar familiar donde domiciliar la cotización. En caso de baja de la actividad laboral, a partir del noveno día la incapacidad temporal corre a cargo de la Seguridad Social, mientras los empleadores pagarán desde el cuarto día hasta el noveno. Hasta ahora, la Seguridad Social pagaba la incapacidad Temporal de las empleadas de hogar a partir del día 25.

Este aspecto de la Ley es positivo, y lo que hay que preguntarse es ¿por qué ha habido que esperar a esta Ley para integrar en el régimen general a un colectivo de trabajadores del orden de 700.000 personas? ¿Por qué muchas de ellas prestan su trabajo sin ser dadas de alta en la seguridad social? Pues 700.000 personas es un colectivo lo suficientemente grande como para deducir que s
us empleadores no siempre son los grandes banqueros y empresarios. Tengo advertido que no podremos llevar a cabo una verdadera revolución contra el capital mientras no destruyamos al capitalista que llevamos dentro.








lunes, 20 de junio de 2011

Una revolución sana


Miles de personas salieron 19-J a las calles de más de cincuenta ciudades españolas en señal de protesta contra los recortes sociales y económicos impuestos por la política neoliberal de la Unión Europea. Las marchas más multitudinarias tuvieron lugar en Madrid y Barcelona. Al grito de no nos representan los manifestantes reclamaron una profunda reforma del sistema político. La actitud pacífica y festiva fue la tónica común de una jornada sobre la que la prensa de la derecha había sembrado toda suerte de sospechas.



"Madrid se blinda ante las marchas del 19-J que confluyen junto al Congreso", reza el titular de El País, periódico de referencia del ‘Sistema’, al informar de las medidas de seguridad adoptadas por el Gobierno ante los actos de protesta convocados por el movimiento del 15-M contra la aprobación del Pacto del Euro.

Ante una información de este tipo cabe preguntarse sobre la naturaleza de Madrid. Porque, si una ciudad es la suma de todos sus habitantes, les aseguro que no conozco a nadie que haya tomado especiales medidas de blindaje ante una convocatoria mucho menos peligrosa que aquellas que obedecen a un trasfondo nacionalista, religioso o balompedístico. En todo caso, lo que nos gustaría a muchos de los que estuvimos en las calles ese día, es que las personas estuviéramos blindadas por el Estado contra los abusos de la banca, contra los desahucios de viviendas, contra los ERE’s en las empresas con beneficios, contra el expolio del patrimonio colectivo, como el Canal de Isabel II.

Porque Madrid es, también y sin ir más lejos, el que se expresa a través de la voz de este carabanchelero, ejemplo de dignidad, sentido común y educación, que en una llamada a una emisora de radio explica lo que es violencia.


¿Estos son los individuos crispados, violentos, anarcoides perroflautas que se manifestaron el 19-J?

¿Por qué será que la derecha, que suele protagonizar manifestaciones en favor de asuntos inquietantes, teme tanto al movimiento de los indignados? ¿Acaso la prensa monárquica ha comenzado a inquietarse por ese eslógan —queremos un pisito como el del principito— que cuestiona el lujo borbónico en tiempos de recortes sociales? Bajo el título “La crispación de la izquierda”, editorializa el diario ABC: "Si Madrid fue el lugar elegido para iniciar la protesta emblemática de estos movimientos, Madrid volverá a ser hoy campo de experimentación de estas muestras de protesta, que ya no encarnan la frustración de una sociedad golpeada por el paro y el desánimo, sino una opción ideológica de extrema izquierda que, en ocasiones y no por todos los que la integran, está recurriendo a la violencia. [...] Lo que era una queja social, ahora es una protesta que amenaza violencia y, por tanto, se ha convertido claramente en un problema de orden público".

Los funcionarios policiales que blindaron el Congreso tuvieron poco trabajo represor el 19-J

Otro medio liberal de boquilla, Libertad Digital, se despacha asimismo en su editorial: "Las marchas convocadas por el grupúsculo totalitario arracimado en torno a las siglas del 15-M, en Madrid pero también en las principales ciudades españolas, tendrían que haber recibido la necesaria respuesta del Estado de Derecho antes de consumarse este domingo para estupor de unos ciudadanos que van a ver hoy restringidos sus derechos sin que nadie les haya explicado cuál es la razón de esta bula prototalitaria". ¡Caramba cómo se ponen estos acérrimos defensores del laissez faire, laissez passer cuando quienes quieren pasar, pasear o pisar las calles nuevamente, son las gentes de a pie! Entonces sí reclaman que el Estado meta sus zarpas en la libertad de expresión y manifestación ajena.

Puestos a desbarrar y a rizar el rizo de la chabacanería informativa, La Gaceta, órgano oficial de la factoría de productos tóxicos intereconómicos, afirma: "En las marchas convocadas para hoy en Madrid no se sabe qué sorprende más: si las consignas con las que los sediciosos amenazan con asaltar el Senado y la Bolsa o la pasividad de Interior y el misterioso juego que se trae Rubalcaba, refugiándose en la ambigüedad de “la firmeza y la prudencia”. [...] Lo que comenzó siendo una protesta cívica contra los políticos, motivada por la crisis, ha degenerado en el plazo de un mes en un clima que evoca indeseables épocas pretéritas o escenas que casan mal con una democracia del Primer Mundo. [...] Sobran razones para la alarma. Porque la propia Policía preve la presencia de grupúsculos violentos como Izquierda Castellana, o los Bukaneros del Rayo Vallecano infiltrados entre la masa heterogénea de indignados, antisistema o anarquistas ávidos de visibilidad."


¿Peligrosos anarquistas ávidos de visibilidad?

Por lo que que tuve ocasión de observar en la mañana del 19-J, Madrid —epicentro de la spanish revolution— era una fiesta. Paul Lafargue dijo que "al día siguiente a la revolución habrá que pensar en divertirse". ¿Estamos asistiendo a una nueva forma de revolución en la que la acción no esté reñida con la diversión? ¿Acaso no es una insania colocarse cotidianamente un cilicio tal como nos recomienda la autoridad incompetente? "No hay opción al ajuste", dice el Eurogrupo, a los indignados.

Puede que para mantener un mínimo de salud mental en estos momentos de crisis general del sistema convenga leer a D. H. Lawrence, que bordó la descripción del placer en El arco iris o El amante de Lady Chatterley, novelas prohibidas por la censura, y en el sublime poema Cómo comer un higo correctamente. Porque Lawrence nos dejó asimismo una recomendación que debería ser tenida en cuenta a la hora de afrontar una revolución:


Una revolución sana

Si haces una revolución, hazla alegremente;
no la hagas lívidamente serio
no la hagas mortalmente serio
hazla alegremente

No la hagas porque odias a la gente
hazla sólo para escupir en sus ojos

No la hagas por dinero
hazla, y condena el dinero.

No la hagas por la igualdad
hazla porque tenemos demasiada igualdad
y va a ser gracioso sacudir el carro de las manzanas
y ver por qué lado se irán éstas rodando

No la hagas por las clases trabajadoras
hazla de tal modo que todos nosotros podamos ser
nuestras propias y pequeñas aristocracias
y patear como asnos fugitivos alegremente el suelo

No la hagas, en fin, para la Internacional del Trabajo;
el trabajo es aquello de lo cual la humanidad ha tenido bastante

Eliminémoslo, acabemos con ello
El trabajo puede ser agradable, y los hombres gozarlo
y entonces no es trabajo
Tengamos eso, hagamos una revolución para divertirnos

Fotos: Cive Pérez. Pulsar sobre la imagen para verlas a mayor tamaño.

domingo, 19 de junio de 2011

Razones para una protesta indignada


La clase política europea está desplegando toda su capacidad creativa para superar la crisis económica creada por la banca. Hasta ahora, todo lo que esa creatividad ha dado de sí consiste en más ajustes fiscales y por compromisos de fijar un techo de déficit, según los puntos que recoge el Pacto del Euro. Un paquete de medidas que se firmará en Bruselas el próximo 27 de junio y que el movimiento del 15-M rechazará hoy en la calle al entender que terminará con el Estado de Bienestar.


Los líderes de la eurozona aprobaron a principios de marzo los principios del pacto para fomentar la competitividad y que se basa en compromisos sobre moderación salarial, contención del gasto en pensiones y prestaciones sociales, flexiseguridad laboral para contribuir a la creación de empleo y coordinación de las políticas fiscales.

El movimiento de ‘los indignados’ considera que ese acuerdo supondrá el empobrecimiento de la sociedad europea en beneficio de la banca y grandes empresas, con aumentos en la edad de jubilación, privatización del sector público y recortes de derechos a trabajadores, entre otras medidas.





Estas son las indignadas razones de la protesta del 19-J


El próximo 27 de junio, todos los gobiernos europeos, entre ellos España, firman en Bruselas el gran atraco socioeconómico de alcance internacional: el llamado Pacto del Euro, por el cual los políticos de la Unión Europea se ponen de acuerdo para legislar a las órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Mundial (BM).

En caso de no cumplir estas órdenes, las agencias de calificación que han llevado a Grecia, Irlanda o Portugal a la ruina (Moody´s, Standard & Poor´s o Fitch) comenzarán de nuevo sus ataques.

¿Qué se firma y cuándo se ratifica el Pacto del Euro?

-Los salarios del sector público deberán estar en consonancia con la competitividad del sector privado, ES DECIR: nuevos recortes al sector público que debe ofrecer los mismos beneficios que los salarios irrisorios del sector privado y el aumento de las jornadas laborales. Incluida la disminución notable de los empleados públicos.

-Para ello, todos los países deberán ajustar sus leyes a lo que dicten los bancos, ES DECIR: una vez más los países no legislarán a favor de la protección y de los intereses del ciudadano y sí lo harán a favor de las grandes corporaciones bancarias y los mercados.

-Se retrasarán las edades de jubilación en todos los países acorde con la esperanza de vida.

-Fomento de la competitividad: vincular los salarios con la productividad, tal y como se ha empezado a hacer ya en España con la última reforma laboral que aboga por flexibilizar los despidos, convenios y contratos. De esta forma se pone en peligro el actual sistema de negociación colectiva.

-Impulsar el despido barato y las Empresas de Trabajo Temporal (ETT). Los bancos rebajarán la fiscalidad para incentivar la contratación de los trabajadores. De esta manera se irá demoliendo el sistema de la Seguridad Social y se irá introduciendo la figura del “becario y del precario perpetuo”.

- Congelación de todas las pensiones.

- Reducción de ayudas sociales.

- Reducción de los sistemas de protección social, empeorando la Seguridad Social.

- Reducción del gasto en educación pública de forma que, empeorándola, se promueva y se favorezca su privatización.

- Aumento de impuestos directos e indirectos a la ciudadanía y a la PYME y penalización en caso de no cumplir con el pago de estos impuestos a través de multas, intereses, comisiones, etc.

- Cambios en nuestra Constitución y en la de los países firmantes con el fin de “ajustar la economía según los parámetros del FMI, BCE y Banco Mundial”, con la consiguiente pérdida de la soberanía de los pueblos.


UNA VEZ MÁS, los gobiernos no utilizan el poder político para legislar y frenar a los provocadores de la crisis como la banca internacional y los grandes fondos especulativos, por ejemplo, interviniendo a las corporaciones financieras, sino que además con la firma del Pacto del Euro reforzarán a las grandes corporaciones financieras y adoptarán políticas que interesan a la banca y a las grandes empresas europeas. Como no teníamos bastante, todos los gobiernos independientemente de su color político, firman para comprometerse con las grandes corporaciones financieras y sacrificar, así, a los ciudadanos permitiendo UNA VEZ MÁS que los financieros sigan estafando al mundo utilizando productos financieros tan sofisticados como arriesgados y fraudulentos, permitiendo la usura bancaria.

Bajo el engaño de hacer frente a la deuda que atenaza a Europa es preciso aumentar la competitividad de las economías nacionales y que eso solo se puede conseguir reduciendo el coste del trabajo... UNA VEZ MÁS