jueves, 29 de diciembre de 2011

Congelación del SMI: la primera canallada del Gobierno Rajoy


Mariano Rajoy dijo en Marsella ante el dúo Merkozy que España estará en primera línea de la UE "trabajando, opinando y existiendo". ¿Cómo se puede trabajar y, sobre todo, existir, con un salario cercano al umbral de pobreza? Que una de las primeras medidas que toma el Gobierno de Rajoy sea la congelación de un Salario Mínimo Interprofesional situado en la última fila de la UE, es, dicho sea en román paladino, una perfecta canallada.

Durante la entrevista que mantuvo en Marsella, a principios de diciembre, con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, Mariano Rajoy afirmó que España estará en primera línea de la UE "trabajando, opinando y existiendo". Pero para garantizar a sus habitantes el derecho a la existencia, España necesita una política social y económica que respete al menos ciertos mínimos de decencia en los ingresos básicos de trabajadores y pensionistas.

Se ufana Rajoy diciendo que su Gobierno, ese que ha formado como Dios manda, llamará "al pan, pan y al vino, vino". Creo, por tanto, que a una persona que presume de claridad expresiva no le extrañará que una de sus primeras medidas de gobierno sea calificada como una perfecta canallada. Que, según el DRAE, es la acción
o dicho propios de un canalla. Un sustantivo (Del it. canaglia) con las siguientes acepciones:
1. f. coloq. Gente baja, ruin.
2. f. ant. perrería (‖ muchedumbre de perros).
3. com. coloq. Persona despreciable y de malos procederes.

El Gobierno presidido por Mariano Rajoy acaba de anunciar una serie de drásticos recortes dirigidos a reducir el abultado déficit de las arcas públicas. Un déficit cuya primera causa, no se olvide nunca, se encuentra en las cuantiosas inyecciones de dinero del contribuyente al sector bancario que ha provocado la actual crisis económica. Aunque discutible, dentro de esa lógica de reducción de gastos podrían entrar las congelaciones de sueldos a funcionarios, los recortes en las subvenciones a partidos, sindicatos y patronal... etc.

Pero da la puñetera casualidad de que el Salario Mínimo Interprofesional no es un gasto que afecte a los presupuestos del Estado, como es el caso del Iprem. No hay policías, soldados, maestras, jueces, catedráticas, médicos, enfermeras, parlamentarios, reyes... y resto de profesiones a sueldo del Estado retribuidos con una paga tan humilde como el SMI. Un nivel salarial que perciben sólo alrededor de 135.000 personas empleadas en el sector privado. Por lo tanto, la congelación del SMI no contribuye a la reducción del déficit público. Responde, única y exclusivamente, a esa miserable opción ideológica que impregna al Partido Popular en el sentido de que no deben existir salarios mínimos.

Sin embargo, casi todos los países miembros de la OCDE tienen establecido algún tipo de salario mínimo cuya cuantía es fijada por el gobierno. En concreto, la Carta Social Europea recomienda que el importe de esta retribución mínima se sitúe en torno al 60% del salario medio. Entre los países de la UE que reconocen un salario mínimo en su ordenamiento legal, España solo supera a Portugal y a Polonia en la escala más baja de su cuantía.
Pues si nuestro país cumpliera la Carta Social Europea, que firmó en 1980, al día de hoy el SMI debería ser de 1.026,43 euros brutos mensuales.



¿Es el billete de Metro de Madrid el más barato del mundo? Para muchos no aunque cueste menos que algunos de sus competidores. Por ello, alguien ha colocado junto al precio del viaje en cada ciudad el salario mínimo que cobran los habitantes de dichos países. Así, por ejemplo, en París es sólo 20 céntimos más caro que en Madrid mientras que el salario mínimo en Francia es casi tres veces más que el español. La web de ciberactivismo Actuable recoge firmas para pedir que se retire esta publicidad, calificada de “engañosa”.
En España, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) fija la cuantía retributiva mínima que percibirá el trabajador referida a la jornada legal de trabajo, sin distinción de sexo u edad de los trabajadores, sean fijos, eventuales o temporeros. El valor que toma el SMI se fija cada año por el Gobierno, mediante la publicación de un Real Decreto. Y para la determinación del mismo se tienen en cuenta factores como el IPC, la productividad media nacional alcanzada o el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional.


El anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó al poder en 2004 con la promesa de aumentar progresivamente la cuantía del SMI —fijado tras ocho años de gobiernos del PP en 460 euros— hasta situarlo en 600 euros mensuales en 2008. Un aumento que, como manda el guión neoliberal, le pareció entonces desorbitado a la derecha española, que protestó desde sus diversos altavoces patronales y mediáticos. En seis ejercicios (2005, 06, 07, 08, 09 y 10), el gobierno del PSOE subió el SMI un 40% hasta alcanzar los 641.40 euros actuales. Cuantía, pese a todo, muy lejos de las pautas marcadas por la Carta Social Europea.

Por sí mismo, un salario mínimo situado en niveles muy bajos tiene una importancia relativa, ya que, salvo para trabajos de bajísima cualificación, nadie acepta un empleo en esas condiciones. Eso piensa, por ejemplo, el economista Paul A. Samuelson, al analizar el declive de la etapa de George Bush: “Sí, al final los demócratas conseguirán su promesa de subir el salario mínimo. Pero será algo carente de importancia. Unos cuantos trabajos no cualificados estarán un poco mejor pagados. El salario mínimo recién aumentado será tan bajo en relación con las tasas salariales reales pagadas ahora, que el único resultado hará poco bien y poco mal”. (*)

Por el contrario, el prejuicio miserabilista neoliberal opina que los salarios mínimos son perniciosos para la marcha de la economía. Como ya indiqué en un artículo anterior, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), el laboratorio de ideas presidido por José María Aznar que inspira la política del Partido Popular, fundamenta su oposición al SMI en términos tan peregrinos como este:

"Algunos animales son más débiles que otros. Por ejemplo, el puercoespín es un animal indefenso excepto por sus púas, el ciervo es vulnerable excepto por su velocidad. En la economía también hay personas relativamente débiles. Los discapacitados, los jóvenes, las minorías, los que no tienen preparación, todos ellos, son agentes económicos débiles. Pero al igual que les ocurre a los seres en el mundo animal, estos agentes débiles tienen una ventaja sobre los demás: la capacidad de trabajar por sueldos más bajos. Cuando el gobierno les arrebata esa posibilidad fijando sueldos mínimos obligatorios, es como si se le arrancaran las púas al puercoespín."

Ya dije en el mentado artículo, y vuelvo a sostener ahora con mayor firmeza si cabe, el argumento que guía esa propuesta es de una asombrosa estupidez, pues la premisa principal de que las personas débiles tienen "la capacidad de trabajar por sueldos más bajos" se derrumba desde el momento en que tan espuria "capacidad" no es privativa de una determinada clase de individuos, sino que alcanza a todo tipo de personas, incluida la respetable señora madre de los ideólogos de FAES. Es una capacidad, digamos que universal. Sólo que algunos individuos, por su privilegiada posición en el sistema social no se ven forzados a ejercerla. Mientras que a los situados en los escalones más bajos no les queda otro remedio que aceptar cualquier empleo a cualquier precio y condiciones.

El argumento es estúpido, pero como hay gente dispuesta a comprar estupideces, los vendedores de falacias llevan años poniéndose las botas.
Hombres de la banca y de las finanzas, mujeres del aparato del Partido Popular, con carteras ministeriales encargadas de llevar a cabo el programa oculto del oculto Mariano Rajoy.

En el caso español, sólo el 0,6% de la población laboral percibe el SMI: unas 130.000 personas, según datos de la Seguridad Social. Por otro lado, este tope mínimo afecta a aquellos convenios colectivos que utilizan el SMI como referencia para diferentes conceptos. El Ministerio de Trabajo calcula que hasta un 5% de los asalariados (alrededor de 800.000 personas) se ven afectados por la subida de esa renta mínima.

Por otro lado, hay empleados que ni siquiera alcanzan la retribución del SMI, sencillamente porque tienen empleos de duración inferior a la jornada normal. Cada vez son más los trabajadores que cobran menos del salario mínimo. Entre las profesiones que reúnen estas condiciones destacan los cuidadores de ancianos o niños, reponedores de grandes superficies, teleoperadores, cajeros, camareros y empleadas de hogar, pero también periodistas, informáticos, diseñadores, profesores o becarios. Se trada de empleados que trabajan por horas, a tiempo parcial, con jornadas reducidas y sin horario laboral definido. Los afectados tampoco disponen de convenio colectivo, tienen contratos basura, están subcontratados o al servicio de empresas de trabajo temporal.

 
La verdadera importancia del salario mínimo consiste en que constituye una referencia moral, política e incluso psicológica para el resto de prestaciones del sistema de protección social. Por ejemplo, existe un consenso generalizado sobre la idea de que, para no desincentivar el trabajo, las prestaciones de auxilio a la pobreza y el subsidio por desempleo deben ser inferiores a un salario normal. Es obvio que cuando se toma como referencia un índice tan bajo con el SMI español, incremento zapaterista incluido, las prestaciones “no desincentivadoras” habrán de ser necesariamente de miseria. Por lo que no es extraño que sus cuantías se sitúen por debajo del umbral de pobreza. Además, una promesa política de igualar las pensiones mínimas al SMI no tendría el mismo alcance en España que en Francia, a la vista de las respectivas cifras indicadas en el cuadro anterior.

Y a todo esto ¿qué harán los sindicatos: emitir una quejosa declaración de disconformidad o plantar cara a Gobierno y patronal?

_______________

PS1 La alianza formada por el FMI, la Comisión Europea y el BCE ha solicitado al Gobierno griego que reduzca el salario mínimo mensual como condición para seguir prestando ayuda financiera a Grecia. La idea es que este se encuentre por debajo de los 600 euros que es el mínimo en la actualidad.

PS2 El freno al salario mínimo agrava las cuentas de la Seguridad Social: La medida supone congelar más de dos millones de cotizaciones. El sistema deja de ingresar 50 millones por cada punto que no sube la renta mínima


____________
(*) Samuelson, Paul: “El presidente Bush se atrinchera”, El País, suplemento Negocios, 04/03/2007.

martes, 27 de diciembre de 2011

Mariano Rajoy: un Gobierno como Dios manda


Vuelve por sus fueros el
Establishment, el Orden Establecido. Altos ejecutivos de la banca toman el poder en Europa. En España, las urnas, que no la mayoría del pueblo, entregan el poder político a un genuino representante de la derecha, registrador de la Propiedad por más señas. ¡Investido presidente del Gobierno nada menos que en plena Navidad! Adeste, fideles, laeti, triumphantes... Mariano Rajoy, el nuevo regidor de los destinos de España llega dispuesto a hacer una política económica como Dios manda.


Durante su campaña electoral, Mariano Rajoy aseguró que su objetivo en el Gobierno será "hacer una política económica como Dios manda, en la que la prioridad será generar empleo para reactivar la economía".

Desde que comenzó a consolidar sus posibilidades como alternativa de gobierno, Rajoy ha invocado en numerosas ocasiones el mandato divino como guía de actuación multidisciplinar. Desde la política energética hasta el aeropuerto de Córdoba,
todo ha de hacerse según lo manda Dios.


La leyenda In God we trust está presente en los billetes bancarios de Estados Unidos de América del Norte.

Y así, guiado por tan alta inspiración, Rajoy ha colocado al frente de la principal responsabilidad económica a un experimentado hombre del mundo financiero: Luis de Guindos.

Entre las reglas de oro del capitalismo, hay una que afirma que la banca siempre gana. No contenta con haber provocado la crisis económica, ahora ha colocado a sus hombres al frente de los Gobiernos de Europa. Empezando por Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo, que entre 2002 y 2006 fue vicepresidente para Europa de la banca Goldman Sachs.

Continuando por Lucas Papademos, el actual primer ministro griego, tras la dimisión Papandreu. No elegido por el pueblo. Como Gobernador del Banco de Central Grecia entre 1994 y 2002, falseó las cuentas de déficit público del país con la ayuda activa de Goldman Sachs. Asimismo, Mario Monti, tras ser comisario europeo, fue nombrado consejero internacional Goldman Sachs en 2005.

La zorra guardando el gallinero.Tras los Draghi, Monti y Papademos manejando los destinos europeos, era previsible que la gran banca colocara otro de sus alfiles en España. Y Mariano Rajoy, el hombre previsible,
mireusté, ha compuesto un Gobierno donde se dan cita los grandes lobbies económicos, fabricantes de armas incluidos. Y como guinda, con perdón, de este pastel ha designado ministro de Economía a Luis de Guindos, otro hombre de la banca que se encargará de ajustarles las cuentas a la gente española de a pie. Efectuando cuantos recortes económicos sean necesarios con tal de que la banca no pierda beneficios.

De Guindos, todo un profesional de las finanzas que, entre otras notables experiencias, puede anotarse en su currículo el haber sido el máximo responsable para España y Portugal de Lehman Brothers. El establecimiento bancario cuya caída en 2008 dio inicio a la actual crisis financiera.

Mariano Rajoy al frente de su primer Gobierno, en el que están representados los principales lobbies económicos.

Los lectores de este blog más entrados en años seguramente recordarán la opinión que Marx y Engels tenían del moderno Estado representativo. Al que calificaron como "el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa". Por su parte, Paul Lafargue, en su libro Por qué cree en Dios la burguesía, aporta más datos al respecto.

Vuelve el Orden Establecido en tiempo de Navidad. En grege relicto, humiles ad cunas, / vocatis pastores approperant./ Et nos ovanti gradu festinemus (He aquí que dejado el rebaño, los pastores llamados se acercan a la humilde cuna / y nosotros nos apresuramos con paso alegre). Venite adoremus Dominum.




sábado, 17 de diciembre de 2011

Trabajar gratis, la solución definitiva al desempleo


Ninguna crisis económica ha tenido como causa el hecho de que la gente trabajase poco. Y menos la actual, debida a los manejos de la delincuencia financiera internacional, a la que España aporta buenos especímenes. Así que no nos vengan con más cuentos de que tenemos que esforzarnos en trabajar a bajo coste: minijobs, mierdosalarios, míseropensiones... ¿Por qué esas desvergonzadas élites no dicen directamente que trabajemos gratis para seguir alimentando delincuentes de cuello blanco? Desde luego, sería una buena solución al desempleo.


Hace un par de años tuve la osadía de recopilar 69 Razones para no trabajar demasiado. Una de ellas, inspirada en la reflexión del sabio Bertrand Russell: "Creo que se ha trabajado demasiado en el mundo, que la creencia de que el trabajo es una virtud ha causado enormes daños, y que lo que hay que predicar en los países industriales modernos es algo completamente distinto de lo que siempre se ha predicado".

Ahora mismo, en los países industriales modernos, lo que predican los gobernantes —algunos de ellos no elegidos en las urnas— es la precariedad laboral pura y dura. Según el pensamiento socioeconómico convencional, la principal causa de la pobreza es la falta de trabajo. Falta que, dependiendo de la orientación ideológica del pensador de turno, se atribuye, bien a la holgazanería del individuo pobre, bien a una organización desigual de las fuerzas productivas. En ambos casos, las recetas para superar la pobreza coinciden en su principal ingrediente: que los individuos trabajen. Aunque, en el peor y, sin embargo, más habitual de los casos,la prescripción es que trabajen por cuenta y beneficio ajeno. Con farmacopea tal,el noble esfuerzo personal se convierte en ese artefacto social denominado empleo.

En un mundo donde los recursos naturales están casi absolutamente privatizados, es imposible que una persona sin tierra o capital pueda procurarse la existencia a través de un trabajo autónomo que se ocupe de la transformación de algún recurso natural en medio de subsistencia o de intercambio. Necesariamente habrá de buscar un empleador al que venderle su fuerza de trabajo. Y si los empleadores no tienen la imaginación, propósito, voluntad o maravillosa taumaturgia de crear empleo, las personas desprovistas de él están abocadas a vivir en la indigencia.

Como tengo escrito en el frontispicio de este cuaderno: Paro es un término de semántica algo viscosa que designa un producto característico de la factoría capitalista global. A estas alturas del experimento neoliberal iniciado hace tres décadas, la insoslayable evidencia permite anotar entre sus méritos el haber configurado un modelo de sociedad donde la gente no puede contar ya con la seguridad de un empleo fijo.

Ante el pavoroso panorama del desempleo en España, la élite de los emprendedores representada en la patronal CEOE acaba de descolgarse con la propuesta de crear miniempleos (minijobs) remunerados con un salario basura de 400 euros mensuales. Las pagas extras o las vacaciones pagadas ni mentarlas. ¿No habíamos quedado en que los pobres son pobres porque no trabajan? Con esa fascinante idea de pagar un salario inferior al umbral de la pobreza, los pobres no solo seguirán siendo pobres, sino que, además, trabajarán por cuenta ajena.

Ah, y cuando sean viejecitos puede que los pobres no tengan ni siquiera pensión. En todo caso, como ya están acostumbrados a la miseria obtendrán una mísera pensión o micropensión. La pensión resultante de un empleo de 400 euros ascenderá a menos de tres euros al mes por año trabajado. Son datos del documento Los Mini-empleos en Alemania, elaborado por la Consejería de Trabajo y Asuntos Sociales de la Embajada de España en la RFA.

¿Dónde quedó ese grandilocuente y emotivo discurso, luterano por más señas, que exalta el trabajo y lo coloca en el sagrado altar de las grandes virtudes? ¿Cómo puede una persona ser virtuosa cuando se la obliga a vivir revolcándose en la basura?


Mariano Rajoy durante la clausura del Foro "Lo primero el empleo"

Durante su campaña, el vencedor en las elecciones del 20-N, Mariano Rajoy, ha explicado una obviedad de Perogrullo: cuantos más españoles trabajen y generen riqueza, habrá más ahorro en las prestaciones de la Seguridad Social, más recaudación para los distintos gobiernos por el cobro de impuestos y mejores pensiones. Esa obviedad, que desde luego no le valdrá a Rajoy para ganar el Nobel de Economía, pretende convertirla en realidad política anunciando la enésima reforma laboral de las que se han hecho en este sufrido país.

Prácticamente, apenas queda ya nada por precarizar en las condiciones laborales. El Gobierno saliente ya efectuó varias reformas que han deteriorado las condiciones laborales de los que tenían empleo(*) pero no han conseguido frenar el imparable crecimiento de las cifras de paro. A estas alturas, don Mariano, aconsejado por la escuela del puercoespín, sólo puede superar la propuesta de la CEOE a través de un Decretazo-Ley que obligue a la gente a trabajar gratis. Desde luego, no cabe duda de que sería una excelente fórmula si lo que se pretende es acabar con el desempleo. No hay constancia exacta de si todos los que trabajaron en la construcción de las pirámides de Egipto lo hacían sin cobrar. Pero estamos en condiciones de asegurar que, tanto la basílica del Valle de los Caídos como el sevillano Canal de los Presos se construyeron con ese criterio.

__________________________________________________

*) Mucho antes de que empezara la actual crisis económica, las patronales vienen reclamando mayores facilidades para despedir a sus empleados. Facilidades que el Gobierno de Rodríguez Zapatero les ha servido en bandeja con sus continuas reformas laborales. La última, la que extiende la inestabilidad del becariado hasta los treinta años. En la nueva reforma se suspende por dos años el límite de encadenamiento de contratos temporales para hacer fijo a un trabajador y se promueve un nuevo contrato de formación para jóvenes de hasta 30 años. Esa reforma entró en vigor el 19 de noviembre, víspera de la jornada electoral, a través del RD 1543/2011. En la web Laboro se han encargado de confeccionar este cuadro sinóptico que explica las características del nuevo "contrato".

Texto. Traducción.
“acuerdos con personas jóvenes para realizar prácticas de carácter no laboral” No querían llamarle “contrato” porque eso supone derechos laborales. Así que han optado por este nombre maravilloso. En la Españistán del siglo XXI no hay albañiles sino auxiliares de servicios de ingeniería civil.
“Las prácticas no laborales en las empresas no supondrán, en ningún caso, la existencia de relación laboral entre la empresa y la persona joven.” (art.2.2) Sin paro, sin vacaciones, sin jornada máxima, sin indemnización, sin permisos, sin festivos, sin excedencias, con modificaciones libres…
“Las prácticas no laborales irán dirigidas a personas jóvenes desempleadas
inscritas en la oficina de empleo, con edades comprendidas entre 18 y 25 años inclusive,
que posean una titulación oficial universitaria, titulación de formación profesional, de
grado medio o superior, o titulación del mismo nivel que el de esta última, correspondiente
a las enseñanzas de formación profesional, artísticas o deportivas, o bien un certificado
de profesionalidad.” (art.3.1)
Como los titulados se escapaban del nuevo contrato de formación, se han sacado de la manga esta mierda norma para que se pueda aplicar a todo bicho viviente aunque tenga titulación superior. En resumen, que si te apuntas al paro y tienes menos de 25 años te pueden endilgar uno de estos contratos, con lo que hay un parado menos… supuestamente.
“no deberán haber tenido una relación laboral u otro tipo de
experiencia profesional superior a tres meses en la misma actividad, no teniéndose en
cuenta a estos efectos las prácticas que formen parte de los currículos para la obtención
de las titulaciones o certificados correspondientes.” (art.3.1)
Como el “acuerdo” no es relación laboral ni experiencia profesional, nada impide que la misma empresa haga varios “acuerdos” seguidos al mismo trabajador mientras siga teniendo menos de 25 años. Y si no consiguen que el SEPE les mande al mismo pringao, pueden coger a otro. La cantera es inagotable.
“Las prácticas se desarrollarán en centros de trabajo de la empresa o del grupo empresarial, bajo la dirección y supervisión de un tutor y tendrán una duración entre tres y nueve meses.” (art.3.2) Trabajarás en una empresa y harás lo que el jefe te diga. Pero no es contrato, sino “acuerdo”; no es trabajador sino “persona joven” y no es jefe sino “tutor”. Tócate los cimbales.
“A la finalización de las prácticas no laborales, las empresas, en colaboración con los Servicios Públicos de Empleo, deberán entregar a las personas que hayan realizado las mismas un certificado en el que conste, al menos, la práctica realizada, los contenidos formativos inherentes a la misma, su duración y el periodo de realización. Los Servicios Públicos de Empleo de las Comunidades Autónomas y el Servicio Público de Empleo Estatal, adoptarán las medidas necesarias para que estos certificados queden recogidos en el Sistema de Información de los Servicios Públicos de Empleo.” (art.3.2) Al acabar el “contrato” te dan una pegatina del Bollycao pero te la apuntan para la posteridad.
“el contenido concreto de la práctica a desarrollar, la duración de la misma, las jornadas y horarios para su realización, el centro o centros donde se realizará, la determinación del sistema de tutorías y la certificación a la que la persona joven tendrá derecho por la realización de las prácticas.” (art.3.3) Tienen que rellenar unos papeles en los que pondrán lo que quieran. No es una relación laboral, pero curiosamente tiene jornada y horario. En la Españistán del siglo XXI una tabla horizontal con 4 patas no es una mesa sino una plataforma de desarrollo de la sostenibilidad.
“Las personas jóvenes participantes recibirán de la empresa o grupos empresariales en que desarrollan las prácticas una beca de apoyo cuya cuantía será, como mínimo, del 80 por ciento del IPREM mensual vigente en cada momento.” (art.3.4) Te van a pagar 426€ como mínimo, pero no es un salario porque no eres un trabajador sino una persona joven. Como no es salario no tienen que pagar retenciones a Hacienda.
“A las personas jóvenes participantes en las prácticas no laborales, reguladas en este real decreto, les serán de aplicación los mecanismos de inclusión en la Seguridad Social contemplados en el Real Decreto 1493/2011, de 24 de octubre” (art.3.5). Tendrás derecho a bajas. Las empresas de menos de 250 trabajadores no pagarán cotizaciones a la SS por ti, persona joven. Las +250 sólo pagarán el 25% con los mismos requisitos que en los nuevos contratos de formación.
“En el marco de la negociación colectiva se podrán establecer criterios para la realización de compromisos de contratación a la finalización de las prácticas correspondientes.” (art.3.6) Si lo ponen en el convenio será obligatorio que te hagan un contrato laboral al acabar. Pero fíjate tú qué casualidad que de momento no lo pone en ninguno porque nunca habían existido estos “acuerdos”; pero que no son contratos, que no, que te lo juro, que no trabajas sino que practicas por obligación y dando beneficios, pero eso es un detalle superfluo.
1. Las empresas que vayan a desarrollar las prácticas no laborales contempladas en este capítulo, previamente a la suscripción del acuerdo con las personas beneficiarias de las mismas, celebrarán un convenio con el Servicio Público de Empleo competente en razón del ámbito territorial del centro de trabajo donde se desarrollarán aquellas. En el supuesto de que el desarrollo de las prácticas no laborales se realice en empresas con centros de trabajo ubicados en más de una Comunidad Autónoma, el convenio se suscribirá con el Servicio Público de Empleo Estatal; sin perjuicio de ello, la preselección de personas jóvenes para la realización de estas prácticas, así como el control y seguimiento de las mismas corresponderá a los Servicios Públicos de Empleo competentes en razón de la ubicación de los centros de trabajo.
2. En el citado convenio se incluirá, entre otros contenidos, una mención al proceso de preselección de las personas jóvenes candidatas por los Servicios Públicos de Empleo. En todo caso, el proceso de selección final de las personas que van a participar en el programa de prácticas no laborales corresponderá a la empresa.
3. En los convenios se contemplarán de forma expresa las acciones de control y seguimiento de las prácticas no laborales a realizar por los Servicios Públicos de Empleo, a fin de verificar el cumplimiento de los requisitos establecidos y de los objetivos de esta medida, especialmente, la contribución de las prácticas a la mejora de la empleabilidad.
4. La empresa presentará a los Servicios Públicos de Empleo un programa de prácticas no laborales donde constará, al menos, el contenido de las prácticas y la formación que le acompañará, la duración de las mismas, así como la indicación de sistemas de evaluación y tutorías.
(art.4)
Bla, bla, bla. Tendrán que hacer muchos papeles al acabar y al finalizar pero eso es cosa de la asesoría Pepe. Habrá unos funcionarios que harán otros papeles que dirán que todo está bien. Si pudieras leer los papeles te daría más risa que un tripi caducao.
“Las personas jóvenes que hayan participado o participen en el programa de prácticas no laborales podrán ser contratadas a la finalización, o durante el desarrollo de las mismas, bajo cualquier modalidad de contratación, de acuerdo con la normativa laboral vigente en ese momento, o en su caso, podrán incorporarse como persona socia si las prácticas fueron realizadas en cooperativas o sociedades laborales.” (art.5.1) Al acabar el contrato te podrá fichar el Barça de titular con Messi… o no. Como poder… no te jode.



martes, 6 de diciembre de 2011

Lágrimas de Cospedal


Llorar se ha puesto de moda entre la clase política. En Italia, una ministra no pudo contener el llanto al anunciar recortes en las pensiones. Mientras, en Castilla la Mancha, el Partido Popular anuncia los recortes que previsiblemente extenderá al resto de España. Y lo hace por boca de Dolores de Cospedal, remedando lacrimosas retóricas churchillianas. Subordinada al poder financiero, una clase política sin vocación de representar a sus electores está aplicando severos castigos a la población con el fin de asegurar, por encima de todo, el beneficio bancario. Aunque ello signifique violar las garantías de las personas que establece la Declaración de los Derechos Humanos.



Casi todos los media han recogido ese momento en que a la ministra italiana de Trabajo, Elsa Fornero, se le quiebra la voz y rompe a llorar mientras explica públicamente los drásticos recortes presupuestarios adoptados por su Gobierno. Recortes que afectan, sobre todo, a un capítulo tan sensible de la protección social como son las pensiones.

Un momento sin duda emotivo que expresa un sentimiento humano. Si bien la ministra Fornero se podría haber ahorrado tan amargo trago negándose a participar en el Gobierno no electo del tecnócrata Carlo Monti. Si bebes, no conduzcas. Y si eres proclive al llanto no te metas a ministra.

Mayor profesionalidad ha demostrado la presidenta del Gobierno regional de Castilla-La Mancha, Dolores Cospedal, al anunciar su correspondiente y no menos durísima batería de medidas de austeridad. Entre ellas, menos sueldo y más trabajo para funcionarios y empleados públicos, la gestión privada hospitalaria y eliminación de beneficios sociales.


Cospedal ha pedido apoyo a los castellano-manchegos porque "el sudor de hoy evitará las lágrimas de mañana", según dijo textualmente. Con este juego de palabras, Cospedal evocaba una famosa frase de la alocución dirigida por Winston Churchill al pueblo inglés el lunes 13 de mayo de 1940. Churchill acudió al Parlamento británico para presentar su nuevo gabinete y obtener la confianza de la cámara. Su discurso tenía un doble objetivo: explicar que había cumplido la misión de formar un gabinete de unidad nacional que el rey Jorge VI le había encomendado tres días antes y advertir a un país que se sentía lejos de la guerra de que venían tiempos muy duros.

En esta crisis, espero que pueda perdonárseme si no me extiendo mucho al dirigirme a la Cámara hoy. Espero que cualquiera de mis amigos y colegas, o antiguos colegas, que están preocupados por la reconstrucción política, se harán cargo, y plenamente, de la falta total de ceremonial con la que ha sido necesario actuar. Yo diría a la Cámara, como dije a todos los que se han incorporado a este Gobierno: «No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor». (*)

Pero hay una sensible diferencia entre la crisis actual y la crisis a la que se enfrentaba Gran Bretaña en 1940. Aunque también entonces la amenaza viniera de Alemania, en aquel momento se trataba de una agresión bélica en toda regla. Por eso, afirma Churchill: "Tenemos ante nosotros una prueba de la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de combate y sufrimiento. Me preguntáis: ¿Cuál es nuestra política?. Os lo diré: Hacer la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esta es nuestra política".

De nuevo, una tiranía monstruosa extiende su poder sobre el mundo: la tiranía de los mercados financieros. Y lo asombroso es que, para imponer sus dictados a la población del conjunto de países de la vieja cultura europea, esta nueva tiranía no necesita potentes ejércitos. Le basta invocar una bastarda razón económica a la que se han plegado los gobernantes: reducción del déficit y salvamento de la banca. Una banca que de manera espuria ha colocado a sus expertos en el puente de mando de esa nave que un día se llamó Estado.

Subordinada al poder financiero, una clase política sin imaginación ni ganas de ejercer su papel de representar a sus electores, está aplicando a rajatabla las severas medidas destinadas a garantizar, por encima de todo, el beneficio bancario, aunque ello signifique violar las garantías que la Declaración de los Derechos Humanos —cuyo 63 aniversario se celebra el próximo 10 de Diciembre— reconoce a las personas en el ámbito de la protección social:

Artículo 25. 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. 2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

Si esto es lo que dice la Declaración de los Derechos Humanos, los gobernantes elegidos por el pueblo deberían considerarlo una prioridad. Alguien podría pensar, entonces, que si los gobernantes del Partido Popular están violando estos criterios fundamentales es porque son una suerte de zombies con el entendimiento alienado. Nada de eso, lo que realmente son es una caterva de estafadores políticos que prometieron en campaña hacer lo contrario de lo que están haciendo. Y peor todavía, son unos perfectos sinvergüenzas, pues aplican austeridad a los más débiles mientras ellos sacan opíparas tajadas del presupuesto público.

Porque Dolores de Cospedal, esta dama de la peineta que anda ahora remedando la retórica churchilliana es precisamente la mujer mejor pagada del escenario político español. En 2010, sus retribuciones se cifraron en 223.597 euros.

Esta bien pagá señora, que en la campaña electoral de 2007 defendía que todas las mujeres, aunque no hubieran cotizado a la Seguridad Social, deberían recibir una pensión al cumplir 65 años —prometiendo que la Junta se encargaría de abonar las cotizaciones si ella ganaba la presidencia— es la misma que, cuando consiguió llegar al cargo, lo primero que hizo fue eliminar la modesta paga anual de 400 euros que hasta ese momento recibían las viudas más humildes de la región.

De cara a 2012, la dirigente popular aumentará la jornada laboral de 35 a 37,5 horas y reducirá en un 3% bruto el sueldo, un porcentaje que se deriva de la deducción del 10% de los complementos específicos y asimilados de todos los empleados públicos. El peso de las medidas de ahorro recaerá fundamentalmente en los 70.000 funcionarios de la región, de los cuales, unos 50.000, pertenecen a las áreas de Sanidad y Educación. Otros severos recortes se concentran en la Sanidad, que con 834 millones de euros sufre el mayor tijeretazo, y en la Educación pública (460 millones menos). La presidenta introducirá la gestión privada en varios hospitales de la comunidad y promoverá la educación concertada.

Cospedal, no se olvide, ostenta la Secretaría General del Partido Popular y es la Vicepresidenta de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES). Ya saben, el laboratorio donde se cuecen en salsa de puercoespín las recetas de la precariedad.

Lloran los políticos con lágrimas de cocodrilo, mientras los sectores más débiles de la población se acordarán de la profecía evangélica: Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. (Lucas 13:28).


___________________________________________
(*) La paternidad de la frase no está clara. Hay un dato que demuestra que Churchill no la consideraba suya: en el manuscrito la puso entre comillas, como si fuera una cita. El periodista Martin Walker sostiene que la tomó de Theodore Roosevelt, quien la pronunció el 2 de junio de 1897 cuando era secretario de Marina de EEUU. Walker afirma que Churchill conocía el discurso en razón de que su puesto en el almirantazgo equivalía al de Roosevelt. El historiador John Lukacs, experto en Churchill, cree que parafraseaba un discurso del patriota italiano Garibaldi de 1849, cuando la república de Roma capituló ante los franceses.





domingo, 27 de noviembre de 2011

Ahora ya sabemos a quién representan


Que no nos representan, que no, que no
... es un lema
coreado por miles de voces en las cada vez más frecuentes manifestaciones de indignación ciudadana. PSOE y PP son los términos intercambiables del binomio bipartidista que se va alternando en el presunto papel de representantes del pueblo. Pero a la ahora de la verdad, lo único que representan es una farsa, y no la voluntad soberana. Su mayor fidelidad es hacia los intereses creados por el mundo de los negocios. ¿Era la voluntad de los 6.973.880 votantes del PSOE el 20-N indultar a un banquero?


Apenas si ha transcurrido una semana desde las elecciones generales que otorgaron holgada mayoría parlamentaria al Partido Popular. Echando una ojeada a los periódicos y aplicando la oreja a los informativos radiofónicos, parafraseando a don Jacinto, uno no puede por menos que exclamar: He aquí el tinglado de la antigua farsa.

Acto I: Mariano Rajoy, primer ministro in pectore del próximo Gobierno de España, ha decidido mantenerse alejado de la vida pública y los focos mediáticos hasta que se produzca su investidura efectiva. Una decisión tan buena y respetable como otra cualquiera, habida cuenta de que para despachar los asuntos de oficio, sigue estando en funciones el gabinete anterior.

Durante este tiempo, Rajoy podría tomarse unas vacaciones para coger fuerzas de cara a la ardua tarea que le espera. O realizar un curso acelerado de inglés, cosa conveniente para un gobernante que, según dijo en campaña, aspira a situar a España en los primeros niveles del ranking internacional. Todo esto también sería bastante respetable.

Sin embargo, Rajoy ha elegido cultivar la amistad de gente tan poco respetable como los banqueros. Así ha llamado a su despacho al menos a tres de los principales ejecutivos de banca del país: en primer lugar a Rodrigo Rato, ex ministro económico con Aznar que malvendió las joyas de la corona y consolidó los monopolios, desertor del Fondo Monetario Internacional y presidente nombrado a dedo de Bankia, grupo formado tras la demolición de Cajamadrid. Ha hecho lo propio con Francisco González (BBVA) e Isidre Fainé (La Caixa). Puede que otros banqueros hayan acudido también a Génova, porque el secretismo es total y el PP no informa oficialmente de estas reuniones.

Acto II: El Gobierno en funciones, presidido por Rodríguez Zapatero, que se supone está para despachar meros asuntos de trámite, acaba de tomar la decisión, perpetrada en el pasado Consejo de Ministros, de indultar a Alfredo Sáenz. Otro pájaro del mundo bancario condenado por los tribunales por un delito extremadamente grave. Nada más y nada menos que efectuar una denuncia falsa contra un empresario que —el corrupto Estevill mediante— acabó dando con sus huesos en la cárcel. El consejero delegado del Santander había sido condenado a tres meses de arresto e inhabilitación temporal por un delito de acusación falsa. El indulto contaba con el informe favorable del Ministerio Fiscal y desfavorable por parte del Tribunal Supremo.

Intermezzo: Los que se van del Gobierno indultan a un banquero, y los que van a entrar miran para otro lado, amparándose en que todavía no gobiernan. Pero no paran de estrechar manos de banqueros. Pues crecen los indicios de que el PP pretende crear un banco malo para enjugar los activos basura de los bancos con dinero del contribuyente. Otros 100.000 millones de euros añadidos a las cuantiosas ayudas ya proporcionadas con dinero público a los bancos hasta ahora.

Alfredo Sáenz, consejero delegado del Grupo Santander, junto a Emilio Botín, jefe máximo del banco.

Decía Rousseau —y habré de volver sobre ello — que "la soberanía no puede ser representada, por la misma razón por la que es inalienable; consiste esencialmente en la voluntad general y a la voluntad no se la representa: es una o es otra". No obstante, por falta de formación política y comodidad, la mayoría de nosotros hemos aceptado una versión de democracia representativa, entendida como elección periódica de unos mandatarios, es decir, unos "mandados" para que se ocupen de las cosas del Gobierno. Que no del Palacio, que a éste no lo elegimos.

¿Es compadreando con banqueros mientras preparan severas purgas contra el bienestar del pueblo como entienden el mandato de la soberanía popular? ¿Es así como nos representan? Más bien parece que lo único que están representando es una lamentable farsa.


Ah, se me olvidaba, el parafraseo inicial es de la obra Los intereses creados, de don Jacinto Benavente. Cuyo inicio es un hermoso homenaje al mundo del espectáculo, a la bohemia. Dice así:

He aquí el tinglado de la antigua farsa, la que alivió en posadas aldeanas el cansancio de los trajinantes, la que embobó en las plazas de humildes lugares a los simples villanos, la que juntó en ciudades populosas a los más variados concursos, como en París sobre el Puente Nuevo, cuando Tabarín desde su tablado de feria solicitaba la atención de todo transeúnte, desde el espetado doctor que detiene un momento su docta cabalgadura para desarrugar por un instante la frente, siempre cargada de graves pensamientos, al escuchar algún donaire de la alegre farsa, hasta el pícaro hampón, que allí divierte sus ocios horas y horas, engañando al hambre con la risa; y el prelado y la dama de calidad, y el gran señor desde sus carrozas, como la moza alegre y el soldado, y el mercader y el estudiante. Gente de toda condición, que en ningún otro lugar se hubiera reunido, comunicábase allí su regocijo, que muchas veces más que de la farsa reía el grave de ver reír al risueño, y el sabio al bobo, y los pobretes de ver reír a los grandes señores, ceñudos de ordinario, y los grandes de ver reír a los pobretes, tranquilizada su conciencia con pensar: ¡también los pobres ríen! Que nada prende tan pronto de unas almas en otras como esta simpatía de la risa.


Acto III. Donde debería cobrar protagonismo directo el pueblo.

Ante tan lamentable situación, los pobres, que cada vez somos más, tenemos que utilizar también el recurso de la risa. No para tomarnos a chacota lo que cada día se convierte en amenaza para nuestra existencia. Debemos reir para relajar nuestra mente y nuestros miembros antes de dar una adecuada respuesta a tanta iniquidad o injusticia. Y puestos a dramaturgias, no me cansaré de recomendar como manual de acción política el Coriolano, de Shakespeare:



Los patricios son tenidos por buenos ciudadanos; nosotros somos los pobres ciudadanos. Con lo que sobra a los poderosos bastaría para socorrernos. Si tan sólo nos dieran lo que les es superfluo mientras estuviese en buen estado, podríamos creer que nos auxilian por humanidad; pero piensan que somos demasiado caros de sostener. La delgadez que nos devora, el espectáculo de nuestra miseria, son como el inventario encargado de mantener detallada la cuenta de su abundancia. Nuestro sufrimiento constituye provecho para los tales. Venguémonos con nuestras picas antes de vernos reducidos a esqueletos; porque saben los dioses que cuando hablo así es porque tengo hambre de pan y no sed de venganza.

William Shakespeare, Coriolano.


martes, 22 de noviembre de 2011

Menos lobos: El PP ha ganado las elecciones, pero España no le ha entregado todo el poder


La victoria electoral del PP es histórica, masiva, aplastante... e incluso horripilante. Pero esa teoría de que España le ha otorgado a Rajoy un respaldo masivo para que aplique políticas de austeridad contra los ciudadanos es una interesada exageración. La mayoría absoluta de los populares se debe a) al hundimiento del PSOE, un descalabro anunciado; b) a un sistema electoral manifiestamente injusto. Los 10.830.693 votos recibidos por el PP son muchos, pero el conjunto de votos recibidos por otras opciones superan esa cifra. Y es dudoso que los 10.361.756 que se abstuvieron, votaron nulo o en blanco, hayan dado mandato alguno a Rajoy.



El Partido Popular, con Mariano Rajoy al frente, ha ganado las elecciones con una amplia mayoría. Eso es un hecho incontestable y el deber de cortesía me impone felicitar a don Mariano por su éxito, al tiempo que el instinto de supervivencia me aconseja tentarme la ropa. Con lo que no puedo comulgar es con esas ruedas de molino mediáticas que se empeñan en propagar —hacer propaganda— esa falsa moneda ideológica que sostiene que los españoles enviaron un mensaje claro de apoyo al nuevo presidente del Gobierno: un respaldo masivo al cambio. Incluso el rotativo de corte moderno y europeísta que pretende ser El País no duda en encabezar la noticia con un titular: "España entrega al PP todo el poder", que choca con el más elemental principio de realidad.

Porque no ha sido 'España', sino el sistema electoral español, que es cosa muy distinta, lo que ha otorgado al PP esa aplastante mayoría en el Parlamento. Mayoría que obtiene a partir de los 10.830.693 votos recibidos en las urnas el pasado 20-N. Un resultado no tan brillante, ya que el PP de Mariano Rajoy sólo ha aumentado en 550.000 los 10.278.010 votos que obtuvo en marzo de 2008.




La mayoría absoluta del PP se debe al desplome del PSOE, que ha perdido más de cuatro millones, casi el 39% de los sufragios que recibió hace cuatro años. De las cifras se desprende que el PP alcanza una mayoría absoluta muy holgada, pero incrementa sus votos solo en 0,56 millones, menos que UPyD (0,8 millones) e IU (0,7 millones). Esta paradoja se debe a las especiales características del sistema electoral español.

Aunque se suele culpar a la ley D'Hondt de la distorsión enre el número de votos y de diputados de cada partido, la culpa no es de Víctor D'Hondt, que inventó un método para cuadrar los decimales en el recuento que no es peor que cualquier otro. El problema radica en el reparto de escaños por circunscripciones y la asignación a priori de dos diputados por provincia, con independencia del censo de la misma. La fórmula D'Hondt lo que hace es favorecer un poco a los partidos que obtienen más representación para facilitar la gobernabilidad (sistema proporcional corregido).

Si no se aplicase la ley D'Hondt y sí un sistema proporcional puro en cada circunscripción, la variación de los resultados sería pequeña y la sobrerrepresentación nacionalista sería la misma o muy similar. Sin embargo, las cosas sí cambiarían mucho en el caso de que el reparto de escaños se hiciese a nivel nacional. Aplicando la Ley D'Hondt y manteniendo el actual listón del 3 por ciento, como mínimo para obtener representación, los resultados con España como única circunscripción serían algo parecido a esta distribución:




Así que, frente al triunfalismo de primera hora, el Partido Popular debe ser consciente de que debe su victoria a ese sistema electoral que el PSOE pudo y no quiso modificar. O, dicho en lenguaje coloquial: menos lobos, Caperucita.

Hablando de estos cánidos, hay que resaltar que esta vez al PSOE no le salió bien la estrategia de gritar "que viene el lobo" durante la campaña electoral. Porque al lobo se le veía venir desde hace mucho tiempo, pero el Gobierno de Rodríguez Zapatero no se molestó en instalar algunas vallas protectoras frente a los sucesivos ataques de las manadas financieras, infinitamente más dañinas que las lobunas. Y Alfredo Pérez Rubalcaba no podía negar que perteneció a ese Gobierno.

La voracidad de los mercados, las directrices de los funcionarios de Bruselas y las imposiciones de frau Merkel, lo sabemos, son imposibles de evitar mientras se pretenda actuar dentro de la lógica de este sistema. Para mantener a raya a los lobos de las finanzas habría que tener madera de Islandia. O sea, la determinación civil con la que la población de ese país se ha negado a pagar los desmanes de sus banqueros. Mientras su vocación siga siendo la de gestora del sistema, la socialdemocracia lo tiene hoy difícil para sustanciar una política social que la diferencie de la derecha más dura sin cuestionar los dogmas del modelo económico neoliberal.

Cuando Zapatero, tal vez porque los dioses queriéndole perder lo volvieron loco, decidió emprender las drásticas reformas que le impuso el Directorio europeo "me cueste lo que me cueste", según sus propias palabras, firmó un doble suicidio político: el suyo y el de su partido. Porque pudo haber tomado idénticas —y como se ha demostrado inútiles— medidas de austeridad para aplacar a los mercados, y reducir el déficit pero salvando de la quema a los más débiles. Por ejemplo, a los pensionistas.

En su primer discurso de investidura, Rodríguez Zapatero prometió que su acción estaría guiada por el ideario legado por su abuelo, el capitán republicano Rodríguez Lozano, fusilado por el bando franquista en 1936. "Ese ideario es breve: un ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes". En este sentido, prometió aumentar en un 26% las pensiones mínimas, relegadas a niveles inferiores al umbral de pobreza por el Gobierno de Aznar que tanto presumía de éxitos económicos. Rodríguez Zapatero cumplió su compromiso a lo largo de los cuatro años de su primer mandato. Y seguramente habría seguido en esa línea hasta que el estallido de la crisis financiera internacional y la burbuja del ladrillo nacional torció sus planes.

Sin duda, Zapatero estaba obligado a seguir la directrices de Bruselas y tomar drásticas medidas de recorte del gasto público para contener el déficit. Pero podía haber evitado congelar las pensiones, con la dosis de.impopularidad que conlleva. Es cierto que salvó de la congelación las pensiones mínimas aplicándoles un incremento del 2%, una subida testimonial, que se esfuma ante el descontento generalizado del gran colectivo de pensionistas.

El ahorro conseguido con esta medida fue ínfimo en comparación con el enorme perjuicio causado a la credibilidad de un partido socialdemócrata que estaba enviando a la población un descorazonador mensaje: ante los mercados, hasta los más viejos del lugar deben inclinar la cabeza. Regalándole de paso una inestimable baza al PP, cuyos portavoces aprovecharon la ocasión para proferir demagógicas arengas. Vamos, que los populares parecían líderes de un partido obrero cuya emblemática bandera azul hubiera sido teñida con el mismo añil de los monos de trabajo.

Hay ciertas líneas rojas del Estado del Bienestar, una de ellas la paga de los jubilados, que un Gobierno no debe traspasar de manera impune. Y si la traspasa, merece ser castigado por los electores para que el resto de políticos aprendan la lección. Al parecer, Rajoy se está aplicando el cuento, y su única promesa ha sido la de no tocar el capítulo de pensiones. Pues nadie mejor que él sabe que, más allá de la fanfarria propagandística, España no le ha dado ningún cheque en blanco. Y que las medidas antisociales que eventualmente adopte serán contestadas en las calles. Sobre todo cuando los ingenuos miembros de esa clase media votante del PP se caigan del guindo descubriendo que los destinatarios del programa oculto de Rajoy... eran ellos!