lunes, 31 de agosto de 2009

Ministro de Trabajo: «Soy el que menos instrumentos tiene para frenar el paro»

En una entrevista realizada por el diario La Razón, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, reconoce abiertamente ser «el que menos instrumentos tiene para frenar el paro». En efecto, en España, el ministerio de Trabajo tiene a su cargo el cumplimiento de la normativa legal aplicable a la actividad laboral, especialmente en lo que se refiere a la Seguridad Social, así como el desarrollo de la política gubernamental en materia de desempleo.


Esta última se efectúa a través del Instituto Nacional de Empleo, más conocido por su siglas: INEM. Para colmo, gran parte de las mencionadas atribuciones administrativas han pasado a ser dominio autonómico. «Sería una simplificación pensar que el Ministerio de Trabajo puede resolver el problema: las autonomías tienen todas las competencias de empleo», señala Corbacho.

En una economía de mercado, donde el trabajo ha sido convertido en esa frágil mercancía llamada ‘empleo', el papel gubernamental en esta materia es prácticamente inexistente. Corbacho confirma así lo que ya advirtió Karl Marx: ¿Es que los ministerios de Hacienda, de Comercio, de Obras Públicas, no son los ministerios burgueses del trabajo? Junto a ellos, un ministerio proletario del trabajo tenía que ser necesariamente el ministerio de la impotencia."

lunes, 3 de agosto de 2009

El trabajo mata

"En todos los trabajos se fuma". Al menos, eso se decía antes de que fumar se hubiera convertido en una actividad políticamente incorrectísisma, para, con el pretexto de echar un cigarro, interrumpir la tarea y descansar un rato.


Aparte de la aspiración del humo de las denostadas hojas de la Nicotiana tabacum, hay otras formas de morir de las que no somos advertidos por las autoridades. Una de ellas es el trabajo, especialmente el que se efectúa por cuenta, beneficio y disciplina ajena, que mata extenuando nuestra energía vital, a través de accidentes y enfermedades laborales. Pero lo que todavía es mucho peor son esas servidumbres voluntarias que nos inducen a trabajar también en vacaciones, haciendo un terco entendimiento de las nuevas tecnologías. Como antídoto contra esta funesta manera de entender el progreso, esta página no ha sido actualizada durante la canícula de agosto. Confío en que los visitantes habituales de la página sepan disculpar este ejercicio de supervivencia.


(Ilustración tomada de www.lainformacion.com)

sábado, 1 de agosto de 2009

Dos millones de desempleados no cobran la prestación del paro

Alrededor de dos millones de desempleados no cobran la prestación del paro. Bien por haber agotado el tiempo legal de percepción o por no reunir los requisitos legales para tener acceso a ella. Mientras tanto, los ideólogos de la Inseguridad Social atacan de nuevo.

Alrededor de dos millones de desempleados no cobran la prestación del paro. El dato se conoce de forma indirecta a raíz de la reciente aprobación, por el Consejo de Ministros, de una medida que contempla que los trabajadores por cuenta ajena o propia que queden en paro o cesen en su actividad y no tengan prestación contributiva –por no tener derecho o por haberla agotado– ya no tendrán que esperar doce meses para poder rescatar su plan de pensiones. Esto pone de relieve la precariedad del sistema de protección social en España. Un sistema que debería haberse robustecido durante las épocas de bonanza económica, de forma que pudiera ofrecer garantía de estabilidad a los afectados por la crisis.

A todo esto, los ideólogos de la Inseguridad Social siguen atacando. La revista británica The Economist publica un artículo en su último número en el que reprende al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por no reformar el "disfuncional" sistema educativo ni el "desastroso" mercado laboral, y advierte de que "su aversión a las decisiones difíciles corre el riesgo de prolongar la recesión" económica. Así, señala que la actual normativa laboral crea una "aristocracia laboral", en la que incluye a dos tercios de los trabajadores españoles, aquellos que tienen contratos indefinidos y una indemnización de 45 días por año trabajado, cuyos salarios "se están elevando incluso mientras los precios caen". Por ello, asegura The Economist, la negativa de Zapatero a "abaratar el despido" provoca que "se embote el incentivo para contratar".

¿Quosque tandem, Catilina, patientia nostra?