martes, 15 de marzo de 2016

Refugiados: impidamos que una ola de vergüenza invada Europa

El acuerdo que los dirigentes de la Unión Europea pretenden firmar con Turquía para que controle a los refugiados es una violación del derecho internacional. Tenemos la obligación de impedir que una ola de vergüenza invada Europa. Porque no podremos seguir considerándonos humanidad si consentimos que miles de personas que han huido del horror de una guerra y que lo han perdido todo, sean tratadas peor que una mercancía mientras esperan hacinadas y ateridas de frío sin saber qué va a ser de ellas.



La guerra civil en Siria ha dejado más de 270.000 muertos y cinco millones de desplazados. Muchos de ellos han llamado a las puertas de Europa en demanda de asilo. Durante meses, muchas personas han proporcionado asistencia a mujeres, hombres y niños en necesidad o se han sentido impotentes viendo cómo los barcos se hundían, cómo las familias viajaban o vivían en condiciones terribles y cómo personas en busca de protección eran bloqueadas por vallas o maltratadas por las fuerzas policiales. Ahora, más de 30.000 personas están viviendo un absoluto infierno en el campamento de refugiados de Grecia.

Para colmo de males, los dirigentes de la Unión Europea están negociando con Turquía un acuerdo para enviarles a todas las personas que han llegado y que lleguen a Grecia solicitando asilo. El acuerdo, que debe ser aprobado este 17-18 de marzo, ha sido criticado por ACNUR y por muchas ONG como una violación del Derecho internacional.

Y una violación también de la voluntad política mayoritaria de la ciudadanía que comparte el ideal de una Europa de las libertades y de la tolerancia. ¿Cómo podemos aceptar tratados que consagran la libre circulación de las mercancías mientras levantan vallas ante las personas?

En su obra autobiográfica El mundo de ayer. Memorias de un europeo el escritor Stefan Zweig (1881-1942) dejó escrito: "Antes de 1914 la Tierra era de todos. Todo el mundo iba adonde quería y permanecía allí el tiempo que quería. No existían permisos ni autorizaciones; me divierte la sorpresa de los jóvenes cada vez que les cuento que antes de 1914 viajé a la India y América sin pasaporte y que en realidad jamás en mi vida había visto uno. La gente subía y bajaba de los trenes y de los barcos sin preguntar ni ser preguntada, no tenía que rellenar ni uno del centenar de papeles que se exigen hoy en día. [...] Fue después de la guerra cuando el nacionalsocialismo comenzó a trastornar el mundo, y el primer fenómeno visible de esta epidemia fue la xenofobia: el odio o, por lo menos, el temor al extraño. En todas partes la gente se defendía de los extranjeros, en todas partes los excluía. Todas las humillaciones que se habían inventado antaño sólo para los criminales, ahora se infligían a todos los viajeros, antes y después del viaje".

El acuerdo que los dirigentes europeos están tramando es absolutamente vergonzoso. Suscita una imagen que la mayoría de personas decentes no querríamos que se repitiera en Europa: la imagen de trenes atestados de gente deportada en masa. No podemos seguir llamándonos humanidad si consentimos que miles de personas que han huido del horror de una guerra y que lo han perdido todo, sean tratadas peor que una mercancía mientras esperan hacinadas y ateridas de frío sin saber qué va a ser de ellas.

Todavía está en nuestra mano presionar para que la situación cambie. Una de esas formas de presión puede ser firmando el texto de esta petición 

De cara a la próxima reunión del Consejo Europeo del 17-18 de Marzo de 2016, instamos a los Jefes de Estado y de Gobierno de Europa:

*  a no cerrar las fronteras exteriores de la UE;

*  a permitir la entrada de personas necesitadas de protección internacional por la frontera exterior;
* a respetar el Derecho europeo e internacional, incluida la Convención de Ginebra, el principio de no devolución y las directivas de asilo de la UE;
*  a procesar todas y cada una de las solicitudes de asilo de forma individual, sin discriminaciones y de acuerdo con la legislación europea e internacional;
*  a no permitir las devoluciones en caliente a Turquía o a cualquier otro lugar;
*  a no reconocer a Turquía, un país donde los refugiados/as son retornados a Siria y que no ofrece una protección equivalente a la Convención de Ginebra, como tercer país seguro;
*  a mostrar su solidaridad con los países de entrada a la UE, especialmente con Grecia;
*  a trasladar inmediatamente los/las solicitantes de asilo atrapados en Grecia, incluidos los afganos, a otros Estados miembros de la UE;
*  a abrir vías seguras para los refugiados/as y reformar el Reglamento de Dublín en un mecanismo de reubicación que sea justo para los refugiados y para el conjunto de los Estados miembros.
 
La firma puede hacerse a través de este enlace.





lunes, 29 de febrero de 2016

Complemento salarial de Podemos: el invento del TBO

Podemos, cuya cúpula renunció a incluir en su programa la Renta Básica Universal reclamada por sus bases, incluye ahora en su propuesta de gobierno un Complemento Salarial. Su aplicación, aparte de favorecer el trabajo precario, precisaría contar con un tremendo aparato burocrático de control.

Para los no iniciados en los arcanos podemitas resulta un enigma saber por qué esta formación política retiró su propuesta inicial de Renta Básica Universal (RBU) del programa con el que pretendían asaltar los cielos del Estado y sus resortes de poder. Hay quien opina que la decisión obedece a que la cúpula de Podemos, en contra de lo defendido por sus círculos de base, no comprendió bien los fundamentos de la misma. Y no faltan quienes, con cierta retranca, piensan que la retirada fue debida, precisamente, a que Iglesias y sus colegas sí entendieron muy bien ese carácter mínimamente liberador de la RBU. Y como todo político con ambición de control no podían compartir la idea de que 'la gente' pudiera disponer de unas mínimas parcelas de libertad real no intervenidas por la Administración. 

En el programa de Podemos, aparte de ofrecer una "renta garantizada" con carácter absolutamente condicional, se incluye un Complemento Salarial en los siguientes términos: 

Un programa de renta complementaria: establecimiento de un complemento para trabajadores y trabajadoras con baja remuneración, que elimine la discriminación que supone la «trampa de la pobreza» al tiempo que garantiza el acceso de los trabajadores de bajos ingresos a niveles suficientes de bienestar. Para aquellos beneficiarios de la Renta Garantizada que trabajen o encuentren empleo supondría de hecho una retirada gradual (y no súbita) de la prestación conforme vayan aumentando sus ingresos salariales. Supondrá garantizar unos ingresos mínimos de 900 euros mensuales para estos trabajadores y trabajadoras, que también se incrementarán con el número de miembros de la unidad de convivencia. Este complemento solo será efectivo a partir de unos ingresos reconocidos del trabajo por encima de 250 euros, para evitar posibles situaciones de fraude.

De entrada, el invento tiene poco que envidiar a los diseños que el célebre profesor Franz de Copenhague publicaba en la afamada revista científica TBO. 



En este sentido, si los empleos tuviesen una prolongada duración en el tiempo, el sistema podría funcionar medianamente, aunque empleando mucha burocracia encargada del manejo de expedientes. Pero, desde el momento en que la tónica actual y previsible es de gran intermitencia en la contratación (por meses, días, incluso horas), donde realmente se crearía empleo sería entre las filas de la legión funcionarial que haría falta para comprobar y pagar este complemento. Pues, en la mayoría de los casos, cada trabajador precario debería pasar varias veces por la Oficina del Complemento dentro de un mismo año, incluso dentro del mismo mes. 

Claro que esto podría solucionarse hoy con potentes medios informáticos. La misma tecnología de la 4ª Revolución Industrial que expulsa trabajadores de las oficinas permitiría liberar a los beneficiarios de la prestación de la obligada comparecencia ante la ventanilla de la Oficina del Complemento. Pero ahí, amigo Sancho, con la iglesia hemos topado. ¿Qué político con mando en plaza renunciaría a ejercer su poder a través del control de las personas? Reparen en el último condicionante del sistema: "Este complemento solo será efectivo a partir de unos ingresos reconocidos del trabajo por encima de 250 euros, para evitar posibles situaciones de fraude". Siempre, la eterna sospecha de fraude por parte del beneficiario de la prestación.

Al margen de su complejidad burocrática, el complemento supone un subsidio encubierto al empresario. Pues se atiene al mismo criterio que el Complemento Salarial Anual Garantizado, propuesto por el partido Ciudadanos, que perpetuaría la situación de dominio de los empleadores sobre los trabajadores precarios. Con cargo al dinero de todos como en su día ya fue comentado en este blog. 

Salta a la vista la ventaja de una Renta Básica Universal sobre este complemento. Con la RBU, cada persona puede decidir en cada momento lo que más le convenga: trabajar para aumentar sus ingresos, o no hacerlo. Si desea aumentar su capacidad de consumo será libre de aceptar un salario bajo a modo de complemento voluntario de ingresos. Es decir, con la RBU obtiene un margen de libertad y dignidad. Mientras que el complemento podemita/riverista le obliga a someterse al trabajo por cuenta ajena en condiciones de absoluta precariedad. No otra cosa se desprende de la cláusula que fija la obtención de un mínimo de 250 €.

Por lo que respecta a las pensiones mínimas, el documento adolece de bisoñez en esta materia cuando dice literalmente:

el Gobierno del Cambio propondrá modificaciones en la legislación y adoptará las decisiones necesarias para: [...]  d. Aumentar el importe de las pensiones no contributivas para que a lo largo de dos legislaturas sean iguales al Salario Mínimo Interprofesional. 


Olvidándose de que actualmente hay pensiones contributivas inferiores al SMI. De materializarse la propuesta podemita nos encontraríamos con la paradójica situación de que quien no hubiera cotizado recibiría una pensión no contributiva de cuantía superior a la de quien, habiendo cotizado, tuviera una pensión contributiva inferior al SMI.


Los programas ‘para la gente' hay que hacerlos teniendo en cuenta los problemas reales de la gente. Al departamento programático de Podemos le vendría bien contar con la experiencia de pensionistas o sindicalistas.  



martes, 9 de febrero de 2016

Equiparar la pensión mínima al Salario Mínimo Interprofesional

Un plan de rescate ciudadano debe incluir también al gran sector de jubilados seiscientoseuristas provenientes, en su gran mayoría, de las filas del paro de larga duración.


En España, un país en el que las rentas de trabajo son las que más ingresos aportan al Estado, un tercio de los asalariados (34%), 5,7 millones, son seiscientoseuristas. Se trata de la nueva generación salarial que ha dejado atrás al mileurismo de antes de la crisis. Cobran el equivalente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), unos 9.172 euros al año, es decir,  655,20 euros al mes (x 14 pagas) tras la insultante 'subida' aplicada por el Gobierno del Partido Popular.

A nivel europeo nos encontramos a la altura de países como Grecia, Eslovenia o Malta. Muy por debajo de los salarios mínimos establecidos en países como Francia, Reino Unido o Alemania, que duplican el salario mínimo español. 

El documento presentado por el PSOE al resto de los partidos con los que aspira a llegar a un pacto de gobierno contempla un incremento progresivo del SMI de forma que éste alcance el 60% del salario medio neto en un plazo de dos legislaturas. Esa es la cuantía que hace años señala la Carta Social Europea, a la que aquí se ha hecho caso omiso, como retribución mínima suficiente y supone una paga de unos 1.000 euros mensuales.

Pero fijar, como hace el documento del PSOE, un plazo de ocho años para alcanzar esa cifra parece demasiado aventurado en una época en la que los acontecimientos fluyen a una velocidad endiablada. Además, nada garantiza que el hipotético gobierno de izquierdas pudiera repetir un segundo mandato. En este sentido, parece más realista la propuesta de Izquierda Unida, que pide subir 20% ya en 2016, lo que situaría el salario en 774 euros.

A primera vista, lo que no se plantean Pedro Sánchez y su equipo es subir las pensiones mínimas de nivel contributivo, como sí hizo su predecesor, Rodríguez Zapatero, al menos en su primer mandato. La propuesta socialista en este capítulo es mucho más gaseosa: "Recuperar el papel del diálogo social en la política de reformas del sistema de pensiones... Impulsar en el seno del Pacto de Toledo un acuerdo sobre la articulación del modelo de financiación del sistema con nuevos ingresos procedentes del sistema tributario... Establecer nuevos cambios en los ingresos por cotizaciones..." 

Como declaración de principios, todo eso está muy bien, pero cuando tanto se habla de acometer un plan de rescate ciudadano hay que poner cifras concretas sobre la mesa. Porque entre los pensionistas también abunda el seiscientoseurismo.

En enero, la pensión media del sistema público fue de 896,30 euros. No obstante, según datos de la Seguridad Social, un gran sector de pensionistas (40%) recibe una pensión media-baja, entre 500 y 800 euros. De los cuales, el 28% cobra por debajo de los 600 euros. Y no estamos hablando de pensiones asistenciales, sino de pensiones contributivas, es decir, de prestaciones a personas que han cotizado al sistema, y que, en la mayoría de los casos, al verse afectados por el paro de larga duración, cotizaron (vía subsidio al desempleo) por el mínimo al final de su carrera profesional. Justo el periodo sobre el que se les calculó la cuantía de la pensión. Circunstancia en la que es difícil que se encuentren, por poner un par de ejemplos, las exministras socialistas Elena Salgado, lista para incorporarse al consejo de administración de Nueva Pescanova, y Trinidad Jiménez, a punto de ocupar un puesto ejecutivo en Telefónica.

No es justo, ni desde el punto de vista del sistema de pensiones, ni desde el sentido general de la justicia social someter por decreto a esas personas al estado de pobreza. Y, por favor, si es verdad que estamos en época de cambio, no nos hablen de los compromisos de austeridad con el Directorio europeo de Bruselas. No invoquen la santa austeridad en el país de la Púnica, la Gürtel, la Nóos... y mucho menos cuando la compañía del oligopolio energético Gas Natural Fenosa acaba de subir un 64% el sueldo al presidente de la CEOE, hasta 208.000 euros al año. Juan Rosell, actual jefe de la patronal tras el encarcelamiento de su predecesor y chorizo convicto, Gerardo Díaz Ferrán, es consejero de la eléctrica desde el 26 de junio de 2009, a propuesta de su accionista La Caixa; desde entonces, la empresa le ha pagado 910.500 euros. La compañía retribuyó a sus consejeros con 7,34 millones, un 2,35% más; al expresidente Felipe González, consejero hasta mayo de 2015, le correspondieron 46.000 euros.

Habría que tomar ejemplo de la Plataforma de pensionistas de Euskal Herria, que ha presentado en el Parlamento Vasco una iniciativa legislativa popular (ILP) para elevar la pensión mínima a 1.080 euros mensuales, "ingreso que consideramos imprescindible para una vida digna". Es el 90% del salario mínimo que fija la carta social europea como renta básica de integración social y el 166% del SMI español en 2015. 

Actualizamos esta reflexión en el post: Rentas minimalistas: ¿Se ocuparán Gobierno y Parlamento de subir la pensión mínima y el subsidio por desempleo?

Asimismo, hemos incluido una petición en este sentido en la plataforma Change.org. Se puede firmar aquí


__________________________________________________________________
PROGRAMA DE GOBIERNO DEL PSOE


SUBIDA DEL SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL
Acuerdo de Consejo de Ministros de subida para 2016 del SMI con el fin de recuperar  su pérdida de poder adquisitivo y para que alcance, en el término de dos legislaturas, el 60% del salario medio neto, cuantía que señala la Carta Social Europea como retribución mínima suficiente.


RESTABLECER EL PAPEL DEL PACTO DE TOLEDO EN LA ESTRATEGIA DE SOSTENIBILIDAD DE NUESTRO SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES

Para abordar el problema de la sostenibilidad de nuestro sistema público de pensiones es fundamental restablecer el consenso mantenido desde hace casi 20 años alrededor del Pacto de Toledo. Las prioridades del nuevo gobierno en materia de pensiones deben ser las siguientes


 • Recuperar el papel del diálogo social en la política de reformas del sistema de pensiones.

• Impulsar en el seno del Pacto de Toledo un acuerdo sobre la articulación del modelo de financiación del sistema con nuevos ingresos procedentes del sistema tributario.

• Establecer nuevos cambios en los ingresos por cotizaciones que vinculen la aportación al sistema con los ingresos realmente percibidos al tiempo que se adoptan medidas para impedir la erosión de los ingresos como consecuencia de la proliferación del trabajo precario y a tiempo parcial. 
Fuente: El Mundo



Ilustración:  George Grosz

jueves, 21 de enero de 2016

Debate en Gijón ¿Renta Básica Universal o Trabajo Garantizado?


El sábado 23 de Enero, invitado por el Área de Mocedá de Izquierda Unida de Xixón / Gijón, estuve en esa ciudad para participar en un debate sobre Estrategias contra la Pobreza que abordará las respectivas propuestas de Renta Básica Universal y Trabajo Garantizado (en la versión IU)

11:30 a.m. Salón de Actos Biblioteca Pública Jovellanos (C/Jovellanos, 23) 

Nota de alcance: Lejos de algún que otro agrio debate en torno a esta cuestión, del que me ha llegado noticia, el acto en Gijón se desarrolló en un clima de cordial diálogo en público con ambición constructiva por parte de ambos ponentes. Lo que permitió constatar que las dos propuestas pueden convivir perfectamente. En efecto, la deficinión 'canónica' de renta básica universal lo permite: 

Una renta garantizada de forma incondicional a todos los individuos, sin necesidad de someterse a una prueba de recursos ante la Administración o de estar realizando algún tipo de trabajo. Se trataría, pues, de un ingreso pagado por el Estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad: incluso si no quiere trabajar, sin tener en cuenta si es rico o pobre, sin importar con quien vive.
 
Con estas precisiones se expresa la idea de que, debido a la naturaleza incondicional de la Renta Básica Universal, tenemos algo con lo que una persona puede contar con toda seguridad, un cierto fundamento material en el que puede con firmeza descansar una vida, y al que se le pueden legítimamente añadir cualesquiera otros ingresos, ya sean en efectivo o en especie, procedentes del trabajo o de los ahorros, del mercado o del Estado”.

Ningun problema, pues, para percibir un ingreso garantizado y aceptar, si así se considera conveniente, alguna de las eventuales ofertas de empleo que pudieran surgir a partir de un plan de trabajo (parcialmente) garantizado en la propuesta oficial de Izquierda Unida.








miércoles, 20 de enero de 2016

La 'Cuarta Revolución Industrial' eliminará 7 millones de empleos hasta 2020


Un estudio presentado en la tradicional reunión que las élites económicas celebran en Davos alerta sobre la destrucción, hasta 2020, de siete millones de empleos en las 17 principales economías del mundo. A todo esto, los partidos políticos españoles siguen prometiendo la entelequia de crear un imposible volumen de empleo.
A lo largo de los próximos tres días la ciudad suiza de Davos se convertirá en el epicentro de la actividad política y económica mundial. Esta ciudad del cantón de Graubünden (Grisones) acogerá al Foro Económico Mundial, un encuentro anual que congrega a la élite del pensamiento neoliberal. Entre sus miembros se cuentan representantes de las 2.000 empresas más grandes del mundo junto a los directivos del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de la Organización Mundial de Comercio.

La entidad que lo organiza(*) ha puesto a disposición de los miembros del Foro un informe sobre los efectos de la denominada Cuarta Revolución Industrial. Tras la automatización de la industria en el siglo XVIII (considerada Industria 1.0), la división del trabajo y la producción en cadena de principios del siglo XX (Industria 2.0), y la revolución tecnológica de finales del siglo XX (Industria 3.0), ahora estamos hablando de la digitalización de los sistemas de producción que impactará enormemente en las empresas y en la manera en la que la economía afecta a las personas, la sociedad y los países.

El documento de Davos analiza las transformaciones que la economía mundial y el mercado de trabajo padecerán en el próximo lustro. Entre sus advertencias se afirma que, a causa de la automatización, se perderán el mundo unos siete millones de empleos "de oficina". El estudio predice el desarrollo en las áreas de inteligencia artificial, robótica, nanotecnología e impresión 3D. Esta transformación provocará que algunos empleos sean superfluos e innecesarios, pero al mismo tiempo abrirá la oportunidad a otra gran gama de empleos.

Los economistas que firman el estudio advierten que esta pérdida se compensará con la creación de otros dos millones de nuevos empleos en las áreas de computación, ingeniería, arquitectura y matemática. La entidad basa su análisis en decenas de entrevistas a directores de recursos humanos de una quincena de países que cuentan con el 65% del mercado laboral mundial.


No obstante, la diferencia entre creación de nuevos empleos y destrucción de oficios obsoletos se salda con una destrucción neta de empleo. Caminamos, pues, hacia el modelo que se ha descrito como sociedad 20-80. En la que bastará el trabajo del 20% de la población activa para hacerla funcionar. Esa minoría de trabajadores cualificados será suficiente para asegurar el control de las máquinas y procesos productivos. El 80% restante de la población sólo tendrá acceso a empleos de bajísima cualificación, serviles en su mayoría, o se verá condenada al desempleo estructural.

Es obvio que hay que definir otro modelo de reparto de la riqueza generada gracias al imparable avance tecnológico. Sin necesidad de ser profeta, simplemente observador de la realidad, en este blog ya hemos comentado que las cúpulas dirigentes del mundo son perfectamente conscientes de la colosal avería sufrida por el artefacto convencional del empleo. Y son conscientes también de que, tarde o temprano, tendrán que establecerse sistemas de rentas mínimas extensibles a sectores mucho más amplios que los contemplados por las actuales rentas de indigencia. 

Sin embargo, esas cúpulas se resisten a tomar medidas de ese tipo porque intuyen que ello, al empoderar de alguna manera a la mayoría social, significaría un detrimento de su poder actual.

Por ello, como sostengo en mi reciente libro sobre la Renta Básica Universal, es hora de que surjan voces valientes capaces de salir de la zona de confort ideológica y declarar algunas verdades ante la opinión pública. Una de ellas es que el empleo, tal como lo hemos conocido en las sociedades desarrolladas, no volverá a desempeñar el mismo papel que tuvo hasta hace una década. Y por tanto, el ingreso garantizado es una propuesta destinada a prevenir la pobreza antes de que ésta afecte a una persona sobre todo por la falta de empleo, la única mercancía que el sistema de mercado es incapaz de suministrar a toda la población. 

Lamentablemente, no parece que ninguna de las formaciones políticas que componen el renovado Parlamento español haya comprendido el alcance de esta nueva fase de la revolución industrial. O lo que sería mucho peor, que comprendiéndola,  no se atrevan a plantear soluciones adecuadas por una estrategia puramente electoralista. Lo fácil es prometer la entelequia de
crear un volumen de empleo imposible.

______________
(*) El Foro Económico Mundial tiene su origen en la conferencia convocada, en 1971, por Klaus Schwab, profesor de Administración de Empresas de la Universidad de Ginebra, que reunió a líderes empresariales europeos para discutir sobre métodos de dirección en la economía globalizada. El éxito de esta primera conferencia impulsó a Schwab a crear el European Management Forum, que en 1987 cambió su nombre por el de World Economic Forum. 


____________
Más información

Cinco millones de currantes reemplazados por robots   (José Cervera, eldiario.es)



Según un informe presentado en Davos, hasta el año 2020 la robotización de nuevos sectores de la economía desplazará más de 7 millones de empleos en las 17 economías más importantes del mundo. [...] Si la pérdida por el lado de la producción se ve más que compensada por la mayor automatización habrá que empezar a plantearse si conviene buscar cómo conseguir que quien no trabaja pueda aportar valor por la vía del consumo, quizá mediante algún tipo de renta básica garantizada. Porque si buena parte del trabajo en el fondo deja de ser necesario no es mala idea que trabajen los robots, eso sí, siempre que en alguna parte haya compradores para lo que fabrican.
_________________

El 47% de los empleos está en "alto riesgo" de ser automatizado  (Carlos Fresneda, El Mundo)
Martin Ford, que asegura que los primeros efectos invisibles de la automatización ya están con nosotros: la desigualdad económica y la precariedad del empleo. Ford anticipa que el creciente malestar social por la "desaparición" de los trabajos sólo va a poder afrontarse con medidas radicales como la Renta Básica: una paga mensual para todos, por el mero hecho de ser ciudadanos y para que tengamos un mínimo colchón económico, en una época de incertidumbre constantes.




viernes, 15 de enero de 2016

Tengo baja visión

Este blog se suma con especial empatía a la campaña promovida por una asociación de discapacitados visuales. Que no son ciegos, pero tienen un grave déficit de visión que dificulta su vida cotidiana.

Los promotores de esta campaña, quieren sensibilizar a la población sobre la existencia de este problema, originado por enfermedades diversas, que afecta a un 2% de la población. El distintivo "Tengo Baja Visión", es una herramienta que hará reconocibles como tales a las personas afectadas que lo usen. 

Este blog se suma a dicha campaña con especial empatía dado que el escribidor se encuentra, al menos temporalmente, afectado de baja visión debido a un segundo episodio de desprendimiento de retina del que fue intervenido quirúrgicamente hace un mes. Y conoce, de primera mano, la sensación de inseguridad que se produce al transitar por las calles de la ciudad o tomar un transporte público padeciendo una deficiencia visual de este tipo.

Este vídeo, promovido por Tengo Baja Visión ilustra muy bien las dificultades a las que se enfrentan las personas afectadas por este problema. Se trata de que la gente reconozca el símbolo y comprenda que las personas que lo llevan tienen serias dificultades por su problema visual aunque aparentemente sus ojos sean normales o sean capaces de realizar cosas que un ciego total no podría hacer. Ayudará a que, por ejemplo, puedan caminar con mayor autonomía al tener el paso más abierto por ser reconocidas como personas con baja visión.




domingo, 3 de enero de 2016

SMI: ¿La penúltima canallada de Rajoy y los suyos?

Con su falta de acuerdo para formar una sólida alianza de gobierno entre el PSOE y Podemos, sus respectivos dirigentes olvidan que, cada día que pasa, nuevas personas se incorporan al tercio de población en situación de riesgo de pobreza. Mientras tanto, el gobierno en funciones liderado por Rajoy sigue produciendo estragos, como la insultante subida del 1% aplicada al SMI y del 0.25% a las pensiones.


Hace cuatro años, a raíz de la llegada al Gobierno de un equipo ministerial sustentado en la aplastante mayoría obtenida en las urnas por el Partido Popular, escribí en este cuaderno que la congelación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) era la primera de las canalladas que ese equipo presidido por Mariano Rajoy se disponía a cometer contra las clases más desfavorecidas del país. Ahora, privado ya del apoyo de esa mayoría, el Gobierno en funciones sigue produciendo estragos, como esa mísera subida del 1% aplicada al SMI. Uno de los más bajos de Europa.
 
Siguen teniendo vigencia los argumentos expuestos aquí que justifican el calificativo aplicado por mi parte, sin ningún tipo de reservas, a esa medida socialmente canallesca que inauguraba el peor cuatrienio vivido en este país desde que comenzó la democracia. Caracterizado, junto con la corrupción más descarada amparada por el partido en el Gobierno, por una feroz agresión a los derechos civiles, sociales y económicos de la mayor parte de la ciudadanía. Sobre todo, de los desempleados, de los trabajadores precarios y de los pensionistas más humildes. Todos ellos han visto recortados sus ingresos hasta el punto de que un tercio de la población se halle en situación de riesgo de pobreza.

Rajoy no es el único canalla del juego. Él encarna el talante canallesco que anida en el ánimo de los 7.215.752 votantes que, a estas alturasy después de la que ha caído, han vuelto a respaldar al Partido Popular. Lo que es tanto como decir que se identifican con la política canalla y la corrupción.

Los complicados resultados de las pasadas elecciones del 20-D ofrecen, sin embargo, una puerta abierta a formar una urgente coalición de gobierno que ponga fin a esa política de canallas. Pues ahora somos mayoría las personas que hemos votado, cada cual a su opción preferida pero todos con la aspiración común de sacar de la Moncloa a los protagonistas de la política canallesca. Con el objetivo urgente de atender a esa población en situación de riesgo.

Y ahora esta mayoría de votantes contemplamos estupefactos cómo los dos partidos que podrían formar el núcleo de una coalición de gobierno, PSOE y Podemos, en vez de unir sus fuerzas desde el primer día, se han embarcado en una extraña deriva de despropósitos.

Los de Ferraz interpretando una penosa tragicomedia interna que recuerda esa escena de La vida de Brian en la que llega al Gólgota un grupo de soldados fuertemente armados y al grito de: "¡Somos el Frente del Pueblo Judaico! ¡Escuadrón suicida! ¡Escuadrón, ataquen! ¡Así aprenderán esos rom...! se suicidan atravesándose con la espada ante la atónica mirada del  crucificado Brian. Y los de Podemos boicoteando el acuerdo al esgrimir la coletilla de una línea roja basada en el esperpento independentista catalán. En total, suman 153 escaños que podrían configurar una sólida alianza parlamentaria destinada a apoyar a un Gobierno de emergencia que pusiera en marcha programas de ayuda a la población en situación de sangrante pobreza. Porque son millones las personas que se encuentran privadas del derecho a decidir cómo conseguir llevarse a la boca el sustento de cada día.

Si el desenlace de todo este despropósito condujera a la convocatoria de unas nuevas elecciones, demostraría la incompetencia de unos representantes electos que, puesto que ya cobran un sueldo público, tienen la obligación de resolver los problemas, en lugar de planteárselos al electorado. En ese caso, el que suscribe ya adelanta desde aquí que, defraudado por la incompetencia de los miembros  de la Casta, clásicos y modernos, y la Susana, para no desperdiciar de nuevo mi voto, no me quedará otro remedio que votar al Pacma. Al menos quisiera ser civilizado como los animales.