La coincidencia del nombre —Plaza de Santo Domingo— con la homónima plaza madrileña, hizo que, al rebotar la noticia en blogs y Twitter, algunas personas creyeran que se trataba de una presentación del libro en Madrid. Cuando, en realidad, tuvo lugar el pasado día 1-D en Ciudad de México, Distrito Federal.
Un aspecto de la presentación del libro Qué es la Desobediencia Civil en la plaza de Santo Domingo, México D.F. |
Uso Twitter con mesura, pues no poseo ni apetezco tener por ahora, uno de esos encantadores telefonillos portátiles que permiten estar en permanente conexión con el mundo mundial. Pero uso Twitter, y por esa vía me llegó un mensaje: @civeperez Vamos a imprimir tu libro Qué es la desobediencia civil en México. Nos queremos poner de acuerdo contigo.
Tras la inicial sorpresa, me puse en contacto con el remitente, con el fin de ver el asunto con mayor detalle. De inmediato recibí un correo-e de Gerardo Fernández Noroña en los siguientes términos:
Estimado Cive Pérez:
Soy un político mexicano, que está recorriendo el país promoviendo la desobediencia civil. Estoy convencido que debemos correr a Peña Nieto, quien es presidente la República, y pretende entregar la mayor riqueza natural que tenemos: nuestro petróleo. Estoy convencido del camino de la lucha no violenta y del poder de la desobediencia civil y busco despertar la claridad en la gente de que ejerza ese poder que tiene y que no se da cuenta. En ese marco, he recomendado muchísimo tu libro, el cual me parece muy bueno. Sin embargo, es inaccesible para la gente. El libro se consigue en la librería "El péndulo" de la Ciudad de México y en ningún otro lugar, que yo sepa. Tiene además el mismo costo que en España, el equivalente en euros, con la diferencia que en nuestro país la gente gana $ 60 al día: Es el equivalente a tres euros.
Por si esto no fuera suficiente, la gente no está leyendo, tenemos el lugar 107 en 108 países en nivel de lectura. Hasta un libro como el que escribiste, que se lee en una sentada, a la gente le lleva bastante esfuerzo, lamentablemente.
El argumento del poder adquisitivo local era abrumador, y abonaba la solución de efectuar una edición a un precio por ejemplar de $ 30 (aprox 1.50 €). Faltaba resolver la cuestión relativa a los derechos de edición, cedidos a la editorial que ha publicado la edición española. Aspecto que fue solventado gracias a la excelente disposición de Miguel Riera Montesinos, editor de El Viejo Topo.
Así, a la velocidad del viento que parece llevar en volandas a Gerardo Fernández Noroña, empezó a tomar cuerpo la edición mexicana de ¿Qué es la Desobediencia Civil? Preguntas (y respuestas) más frecuentes, gestionada a velocidad de vértigo en apenas un mes.
Personalmente, me siento muy honrado ante la posibilidad de que mi librito pueda llegar a los sectores populares de ese gran país con el que España democrática contrajo una gran deuda. México brindó generosa acogida a muchos republicanos obligados a marchar al exilio tras implantarse la ominosa dictadura que presidió un negro periodo de nuestra historia reciente. Nada podría satisfacerme más la posibilidad de que este modesto breviario, que recoge la esencia de los principios de la Desobediencia Civil, fuese de utilidad para la ciudadanía mexicana que lucha por la democracia y el poder de decisión de los pueblos contra las arbitrariedades y dictaduras 'de facto' de las grandes oligarquías locales y mundiales.
Fernández Noroña está presentando el libro justo en el marco adecuado: en las plazas públicas, escenario donde se articula la Política, con mayúscula, a través del debate de la ciudadanía. Con singular resultado, pues me informan de que, sólo en el mitin de Santo Domingo, se vendieron 350 ejemplares. Ninguno de los actores que intervenimos en este invento nos haremos ricos, pero nos quedará la satisfacción de haber agitado la conciencia ciudadana animando a la gente a ejercer lo que el filósofo, naturalista y escritor estadounidense Henry David Thoreau, el primero en ejercer esta vía política, consideró un deber cívico:
En el verano de 1846, Thoreau fue detenido y encerrado en la cárcel local de Concord (Massachussets) por negarse a pagar el poll tax, o contribución urbana. Adujo, entre otras razones, su negativa a colaborar con un Estado que mantenía el régimen de esclavitud y emprendía guerras injustas. Refiriéndose, en concreto, a la que en aquel momento había declarado había declarado Estados Unidos de América a Estados Unidos Mexicanos. Este episodio le impulsó a escribir Resistance to Civil Government, un inicial alegato cuyo texto adaptaría más adelante a una conferencia Sobre el deber de la desobediencia civil. Tras sucesivas correcciones, en 1866 se publicó como un ensayo con el título definitivo de Desobediencia Civil.
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La primera edición se agotó con gran rapidez, vendiéndose los últimos ejemplares en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México). Una nueva tirada se encuentra ya en imprenta.
Tras la inicial sorpresa, me puse en contacto con el remitente, con el fin de ver el asunto con mayor detalle. De inmediato recibí un correo-e de Gerardo Fernández Noroña en los siguientes términos:
Estimado Cive Pérez:
Soy un político mexicano, que está recorriendo el país promoviendo la desobediencia civil. Estoy convencido que debemos correr a Peña Nieto, quien es presidente la República, y pretende entregar la mayor riqueza natural que tenemos: nuestro petróleo. Estoy convencido del camino de la lucha no violenta y del poder de la desobediencia civil y busco despertar la claridad en la gente de que ejerza ese poder que tiene y que no se da cuenta. En ese marco, he recomendado muchísimo tu libro, el cual me parece muy bueno. Sin embargo, es inaccesible para la gente. El libro se consigue en la librería "El péndulo" de la Ciudad de México y en ningún otro lugar, que yo sepa. Tiene además el mismo costo que en España, el equivalente en euros, con la diferencia que en nuestro país la gente gana $ 60 al día: Es el equivalente a tres euros.
Por si esto no fuera suficiente, la gente no está leyendo, tenemos el lugar 107 en 108 países en nivel de lectura. Hasta un libro como el que escribiste, que se lee en una sentada, a la gente le lleva bastante esfuerzo, lamentablemente.
El argumento del poder adquisitivo local era abrumador, y abonaba la solución de efectuar una edición a un precio por ejemplar de $ 30 (aprox 1.50 €). Faltaba resolver la cuestión relativa a los derechos de edición, cedidos a la editorial que ha publicado la edición española. Aspecto que fue solventado gracias a la excelente disposición de Miguel Riera Montesinos, editor de El Viejo Topo.
Así, a la velocidad del viento que parece llevar en volandas a Gerardo Fernández Noroña, empezó a tomar cuerpo la edición mexicana de ¿Qué es la Desobediencia Civil? Preguntas (y respuestas) más frecuentes, gestionada a velocidad de vértigo en apenas un mes.
Personalmente, me siento muy honrado ante la posibilidad de que mi librito pueda llegar a los sectores populares de ese gran país con el que España democrática contrajo una gran deuda. México brindó generosa acogida a muchos republicanos obligados a marchar al exilio tras implantarse la ominosa dictadura que presidió un negro periodo de nuestra historia reciente. Nada podría satisfacerme más la posibilidad de que este modesto breviario, que recoge la esencia de los principios de la Desobediencia Civil, fuese de utilidad para la ciudadanía mexicana que lucha por la democracia y el poder de decisión de los pueblos contra las arbitrariedades y dictaduras 'de facto' de las grandes oligarquías locales y mundiales.
Fernández Noroña está presentando el libro justo en el marco adecuado: en las plazas públicas, escenario donde se articula la Política, con mayúscula, a través del debate de la ciudadanía. Con singular resultado, pues me informan de que, sólo en el mitin de Santo Domingo, se vendieron 350 ejemplares. Ninguno de los actores que intervenimos en este invento nos haremos ricos, pero nos quedará la satisfacción de haber agitado la conciencia ciudadana animando a la gente a ejercer lo que el filósofo, naturalista y escritor estadounidense Henry David Thoreau, el primero en ejercer esta vía política, consideró un deber cívico:
En el verano de 1846, Thoreau fue detenido y encerrado en la cárcel local de Concord (Massachussets) por negarse a pagar el poll tax, o contribución urbana. Adujo, entre otras razones, su negativa a colaborar con un Estado que mantenía el régimen de esclavitud y emprendía guerras injustas. Refiriéndose, en concreto, a la que en aquel momento había declarado había declarado Estados Unidos de América a Estados Unidos Mexicanos. Este episodio le impulsó a escribir Resistance to Civil Government, un inicial alegato cuyo texto adaptaría más adelante a una conferencia Sobre el deber de la desobediencia civil. Tras sucesivas correcciones, en 1866 se publicó como un ensayo con el título definitivo de Desobediencia Civil.
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La primera edición se agotó con gran rapidez, vendiéndose los últimos ejemplares en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México). Una nueva tirada se encuentra ya en imprenta.
Pues a mí me interesaría leer este libro y, quizás que tú lo presentaras en alguna Pza. y así conocerte en persona. ¿Se pueden conseguirlos los tres dos deseos?
ResponderEliminarGracias por mantener este blog vivo.
En principio, el libro debería poder encontrarse en cualquier librería generalista. Aunque dado que no existe una gran demanda, ni del libro ni de la DC, será difícil verlo en escaparates.
ResponderEliminarLa presentación en alguna plaza no depende de mí, sino de que alguna organización ciudadana decidiera organizar el acto.
Y a mí, personalmente se me puede encontrar en las actividades del Observatorio de la Renta Básica de Ciudadanía de Attac Madrid.
Agradezco tu interés.