Joos van Cleve (ca. 1485-ca. 1540):
«Retrato de anciano» Museo del Prado |
Los pensionistas de España reciben a partir de enero su paga mensual incrementada en un 8,5%, conforme a la revalorización acordada por el Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez. Revalorización efectuada con el voto en contra de los partidos de la derecha. Pese a la magnitud del segmento de población afectado por esta subida, no se han registrado disturbios en las grandes ciudades del país ya que el colectivo pensionista ha asumido el incremento con absoluta calma. Dando ejemplo de civismo a esa derecha que viene anunciando el apocalipsis ante cualquier medida de carácter social.
A raíz del anuncio del Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez de subir las pensiones del Sistema público de la Seguridad Social conforme al objetivo previsto de inflación, del 8,5%, la medida fue objeto de duras críticas por parte de las derechas. Es decir, por esa trinidad integrada por la gran patronal CEOE, los partidos políticos (PP, Vox, Ciudadanos) y sus voceros mediáticos, que no escatimaron críticas cuando el Gobierno de Sánchez anunció su propósito de actualizar las pensiones de jubilación conforme al índice de precios al consumo. Lo que supone un incremento estimado en torno al 8,5%.
De entrada, el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, afirmó que las pensiones no deberían subir más de un 3%, aludiendo a un presunto acuerdo con la Unión Europea que tan solo existía en su imaginación. A la vez que el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, reclamaba al Gobierno que no revalorizase las pensiones conforme al IPC, ya que ello llevará a la «ruina» a la Seguridad Social.
Los Presupuestos Generales del Estado para 2023, que incluyen esta revalorización de las pensiones, fueron apoyados en el Congreso de los Diputados por una amplia mayoría parlamentaria, logrando 187 votos a favor, 156 en contra y una abstención. Las cuentas se aprobaron con el respaldo del PSOE (120 votos), Unidas Podemos (34) --al que se suma el de Meri Pita, ahora en el Grupo Mixto--, Esquerra Republicana (13), el PNV (6), EH-Bildu (5), el PDeCAT (4), Más País-Equo (2), Compromís, Coalición Canaria (2) y el PRC (1). Por el contrario, rechazaron el proyecto, y por tanto la subida de las pensiones, PP (88), Ciudadanos (9), Vox (52), Junts (4), la CUP (2), Foro Asturias, los dos diputados de Navarra Suma que fueron expulsados de UPN, y el de Teruel Existe,
El incremento de las pensiones del sistema público de la Seguridad Social constituye un éxito del actual modelo socioeconómico español. Por un lado, aporta al colectivo de personas mayores la seguridad de poder afrontar la subsistencia en la última etapa de su vida con un ingreso mínimo. Por otro, contribuye a dinamizar la economía del país al inyectar un considerable volumen monetario en el mercado local de bienes y servicios a través del consumo realizado por las personas jubiladas. Incentivando así el flujo circular de la renta.
En este cuaderno no nos cansaremos de insistir en que, al hablar de pensiones, hay que dejar de referirse a ellas como un gasto. Pues, en todo caso, según explicamos aquí, habría que considerarlo como un gasto virtuoso. En efecto, los pensionistas no hacen desaparecer su dinero del conjunto de la economía del país arrojándolo por un sumidero entrópico. Eso, en todo caso, es lo que hacen los evasores de impuestos, ya sean particulares o grandes corporaciones. Por el contrario, en el caso de las personas jubiladas, el dinero de sus pagas es devuelto al sistema económico circular en forma de consumo inmediato: comenzando por la alimentación y mantenimiento del hogar y terminando, en los casos que pueden permitírselo, en actividades de ocio.
Otro aspecto que no hay que olvidar es que la mayoría de los pensionistas recibe una paga bastante modesta. En efecto, las estadísticas de la Seguridad Social contabilizan un total de 9.975.234 pensiones contributivas (generadas por el trabajador con sus cotizaciones a lo largo de su vida laboral), de las cuales, 5.982.191 tienen un importe inferior a 1.000 euros, lo que significa que el 59,9% de las pensiones, es decir, casi el 60%, o lo que es lo mismo, seis de cada diez, son de cuantía inferior al salario mínimo interprofesional de acuerdo a las estadísticas con fecha 1 de noviembre de 2022.
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